PERIODISTA GERARDO FERNÁNDEZ CASANOVA>>
SAINETE LEGISLATIVO>>
Gerardo Fernández Casanova 03/05/2023>>
No es extraño que en los parlamentos del mundo se
registren fuertes confrontaciones entre sus miembros y los
partidos que representan. Las pasiones acompañan a la lucha
política y, con frecuencia, se acaloran y violentan; es algo
natural y no tiene por que alarmarnos. Finalmente la votación
dirime, con o sin beneplácito de las partes, los conflictos
parlamentarios. En el fondo, el debate amplio se dio en las
urnas en las que el elector soberano determinó el peso relativo
de las fuerzas políticas, formando mayorías y minorías que
pueden consolidarse mediante alianzas partidarias. Para la
actual legislatura la coalición Juntos Hacemos Historia
(Morena, PT y Verde) representan la mayoría y Va por México
(PAN, PRI, PRD y Convergencia) la minoría. Para
modificaciones a la Constitución se requiere de mayoría
calificada (2/3 de legisladores presentes) que ninguna de las
coaliciones alcanza, en cuyo caso suelen darse negociaciones
para buscar consensos.
Lo que resulta alarmante es que la natural confrontación
legislativa devenga en sainete y desacato a la más elemental
conducta civilizada. Más alarmante aún es el hecho de que, en
contra de lo que cabría esperarse de la presencia paritaria de
mujeres, sean estas sus principales protagonistas, ejerciendo la
violencia política de género a la inversa y manifestando un
repudiable “hembrismo” contra la parte contraria, con clara
intención provocadora. Por ejemplo, el uso de altoparlantes con
sonido de sirena estruendosa para acallar la voz del contrario es
una práctica físicamente agresiva y disruptiva que no debieran
tolerar las dirigencias partidarias.
Finalmente, el sainete se resuelve de manera heterodoxa
determinando una sede alterna que, en ausencia de la minoría
guardiana de la sede original tomada, aprueba con apego a la
ley lo que está en agenda.
El berrinche opositor en esta ocasión se derivó de la
imposibilidad de nombrar a un funcionario consejero del
Instituto de la Transparencia (INAI) cuya aprobación requiere
de mayoría de 2/3. La oposición condicionó su participación
legislativa a la elección favorable a su propuesta la que,
además, se hace por voto directo y secreto (por ley). Se hizo la
votación y no se alcanzó el número de votos requerido. Ahí se
vino el aquelarre. Se tomó la tribuna y se soltaron las
ensordecedoras sirenas, imposibilitando el funcionamiento de
la sesión cameral. Todavía una senadora furibunda fue a
encadenarse a la mesa del presídium del salón de plenos de la
sede alterna obligando a sesionar en el patio del antiguo edificio
del Senado.
De esta manera se desarrolló la sesión con celeridad pero
con apego a la norma, desahogándose el despacho de más de
quince minutas programadas; entre ellas las muy importantes
relativas a la Ley Minera y la del Consejo Nacional de
Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación.
Una lección importante del sainete vivido tiene que ver
con la conciencia política del electorado. Si el pueblo ha optado
por un cambio transformador será necesario que vote de
manera integral por Presidente, Senadores y Diputados,
haciendo a un lado opciones por caras bonitas o simpáticas.
Todos los votos a la alianza electoral de la transformación.
Otra importante lección es para las mujeres. Sería un
despropósito tirar por la borda los muy importantes y eficaces
logros alcanzados en materia de paridad de género y de respeto
a la mujer en todos los ámbitos, no sólo el político, por actitudes
de bravuconería femenil (o hembril) en espectáculos que las
denigran. La igualdad de género es un gran avance
democrático. Por favor no lo dilapiden.
Correo Electrónico: gerdez777@gmail.com