Ojos Ciudadanos Por Martín Pérez ojosciudadanosmorelos@gmail.com
El Partido Acción Nacional sufrió una sacudida en sus estructuras internas durante la elección, el pasado 29 de noviembre, del nuevo dirigente del Comité Directivo Estatal, Juan Carlos Martínez Terrazas.
La militancia cansada de que habían sido postulados siempre los mismos candidatos y candidatas del grupo de la llamada Sagrada Familia y que estos a su vez no habían dado respuesta a las demandas de los mismos panistas, decidieron una opción nueva y fresca.
Juan Carlos Martínez –quien fuese líder juvenil nacional del PAN– tuvo que remar contra corriente y derrotó a todo un sistema.
Los integrantes de la llamada Sagrada Familia tienen un origen humilde la mayoría, fueron parte de la generación del esfuerzo, de los que estudiaron en universidades públicas y tuvieron que trabajar. Ahora, estas personas viven en residencias, conducen autos de lujo, sus hijos van a colegios privados en el país y hasta en el extranjero, unos se separaron de sus parejas originales y regularmente vacacionan en el extranjero, o sea que tienen una vida dorada.
Mientras que a la Sagrada Familia le ha hecho justicia la Revolución, a la inmensa mayoría de militantes panistas no, siguen viviendo igual que hace 10 o 20 años.
Claro que esta situación no es privativa de Acción Nacional y puede uno observar a los grupos que se han posesionado en el poder, como en el caso del PRI, Maricela Sánchez Cortés, Guillermo del Valle Reyes, Amado Orihuela Trejo, Juan Salgado Brito, Jorge Meade González, Víctor Manuel Saucedo Perdomo y Francisco Moreno Merino; en Movimiento Ciudadano, Jaime Álvarez Cisneros; y, PRD, Graco Ramírez Garrido Abreu, Rabindranath Salazar Solorio, Fidel Demedicis Hidalgo y Hortencia Figueroa Peralta, por mencionar a algunos.
La Sagrada Familia se benefició ampliamente con la llegada al poder en el 2000 de Sergio Estrada Cajigal Ramírez, quien por cierto no es parte de ese grupo; posteriormente, les fue mejor con Marco Antonio Adame Castillo; pero en su momento no entendieron que la unidad es la base para conservar el poder, por esa razón perdieron ante el PRD.
En el evento en el cual le entregaron a Juan Carlos Martínez Terrazas, su constancia de mayoría –por orden del Tribunal Estatal Electoral– no estuvieron presentes los diputados federales Javier Bolaños Aguilar y Margarita Alemán Olvera, dos de los más beneficiados de la Sagrada Familia, los cuales al parecer no aceptan el resultado.
Con la llegada del nuevo dirigente estatal, seguramente habrá cambio en el liderazgo del grupo parlamentario de Acción Nacional en el Congreso del estado, al llegar Carlos Alfredo Alaniz Contreras en lugar de Norma Alicia Popoca Sotelo. Carlos Alfredo fue el único legislador local, de los cinco, que se la jugó desde el principio con Juan Carlos.
Seguramente en las próximas elecciones, veremos en las boletas electorales caras nuevas, en especial jóvenes que creen en el nuevo proyecto.
Martínez Terrazas no debe olvidar que para ganar las votaciones del 2018 requiere de todos, así que es importante que concilie con el grupo de la Sagrada Familia, pues los necesitará sin duda.
Estaremos atentos a los pasos que dé el nuevo dirigente estatal del PAN.
Por el momento, inicia bien su gestión al leer un documento que expresa el sentir de la militancia y comentar que serán un partido abierto a la población en general, dejarán de ser un partido cerrado.
Acción Nacional cuenta con unos siete mil militantes en la entidad, pues tradicionalmente no ha sido un partido de masas, sino de cuadros.
Juan Carlos fijó la posición de abrirse al diálogo con el gobernador del estado, Graco Ramírez Garrido Abreu; los diputados locales y presidentes municipales, lo cual sin duda habla de que cuenta con madurez política, pese a su juventud.
Hasta aquí llegó la tinta por hoy.
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