TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano
Responsabilidad política
No sé si el presidente municipal de Cuernavaca, Jorge Morales Barud, vaya a solicitar licencia para separarse de la alcaldía y buscar un nuevo cargo de representación popular. Y aunque todo indica que tiene asegurada una posición de lista, me parece que en los días más recientes, ha actuado con un alto sentido de responsabilidad política.
Comento lo anterior, porque hace un par de días tuve en mis manos, copia de una carta que fue enviada por el alcalde, a cada uno de los diputados integrantes del Congreso del Estado, en la cual reitera su solicitud de apoyo a los legisladores,, para conseguir la aprobación para refinanciar la multimillonaria deuda bancaria que arrastra el ayuntamiento, refinanciamiento que por cierto, fue aprobado por unanimidad, por los representantes de los 7 partidos políticos acreditados en el cabildo de Cuernavaca.
Seguramente para Morales Barud sería cómodo, nadar de a muertito y justificar su responsabilidad administrativa, con los pagos que se han hecho de intereses al millonario adeudo bancario, así como con el cumplimiento de responsabilidades que en administraciones anteriores se habían pasado por alto.
Sin embargo, aclara que con esa solicitud de autorización no se pretende, ni es posible incrementar la deuda heredada a su administración; lo que persigue, es mejorar las condiciones de plazo y tasa de interés, que permitan aumentar la capacidad de maniobra del ayuntamiento, para solventar las necesidades de obras y servicios públicos.
Recuerda que para varias entidades federativas y municipios del país, las legislaturas correspondientes están autorizando esa solución, a los graves montos de deuda que se tienen.
No hacerlo, estoy seguro, que si no se resuelve ese tema a la brevedad, en el corto plazo, el ayuntamiento se ahogará y quedará imposibilitado de cumplir con el mínimo indispensable de sus obligaciones. El problema, sin duda, explotará en las manos de quien suceda en el gobierno de la ciudad a Morales Barud.
Lo que deja claro el doctor Morales, en su misiva a los legisladores, es que en el caso de Cuernavaca, se no se trata de una decisión que reporte beneficio partidista para quien la plantea, no obstante que el cabildo se integra por miembros postulados por 7 partidos políticos, sino que se trata de una solución financiera en beneficio de la ciudadanía.
Lo que es un hecho, es que hoy más que nunca, los legisladores de las diferentes fracciones partidistas, están obligados a asegurar condiciones que permitan el rescate financiero del ayuntamiento de Cuernavaca, porque lo que hoy es un problema en condición de resolver, puede colapsar a la próxima administración, que podría ser de cualquiera de los distintos signos partidistas,
Precisamente por eso, el alcalde le recuerda a los diputados que factores como la caída del precio internacional del petróleo, la depreciación del peso mexicano, la tendencia a la alza de las tasas de interés internacionales y, consecuentemente, las que afectan los créditos bancarios, obligan a un análisis responsable de la solicitud de refinanciamiento planteada por el ayuntamiento.
Y más: La administración municipal 2013-2015 inició sus funciones con una calificación crediticia de tipo D, que significa incumplimiento total de obligaciones de pago de intereses y capital de su deuda. A la fecha, la calificadora internacional Standard & Poor’s ha otorgado a Cuernavaca una calificación BBB, que significa cumplimiento.
Es relevante destacar que la actual administración ha logrado pagar 200 millones de pesos, sólo por concepto de intereses, en los últimos 4 años, por el crédito de 600 millones de pesos que se tiene con el Banco del Bajío. En el rubro de capital, se han pagado solamente alrededor de 58 millones de pesos, lo que es una condición leonina que afecta no sólo al ayuntamiento, sino a todos los habitantes de la ciudad.
Por lo anterior, cada uno de los legisladores debe asumir el asunto con seriedad y responsabilidad, a fin de lograr el refinanciamiento en condiciones más favorables para el ayuntamiento y para los contribuyentes de Cuernavaca, no hacerlo, será un acto que más temprano que tarde los mismos ciudadanos les reclamarán.
