REFLEXIONANDO>>
AURORA ALBAVERA SOTELO>>
///VIERNES 13/MAYO/2022///
- Poner Orden Donde Hay Desorden…
- EL ORDENAMIENTO DE AMBULANTES,
- UN VERDADERO RETO PARA ANGUIANO.>>
Dicen que las costumbres se hacen leyes y más cuando hay apapache y consentimiento y con ello evitar amenazas, injurias, caprichos y hasta golpes, porque simplemente no se puede poner orden en donde hay desorden.
Pero no todo es igual, no todos son iguales, hay de todo y de todos, pero al fin mercado y éste es el más grande de Cuernavaca y donde concurren miles de personas por semana y más los fines de año.
Todo esto ha ocurrido porque hay muchos locatarios, como los bodegueros que aparte de estar fijos, sacan sus puestos para convertirse en ambulantes y “no hay poder humano que los ordene, los reubique o de plano que los quite.
Dicen que el director del Mercado ALM pasado, era ahijado del alcalde y éste podía hacer y deshacer, al grado que (dicen) vendió los espacios de las banquetas y parte de la calle del circuito del mercado Adolfo López Mateos.
Al llegar a la alcaldía, José Luis Uriostegui Salgado, nombró director al licenciado Luis Anguiano, hombre preparado, hombre cuernavaco, hombre serio, hombre con carácter, pero a la vez bondadoso y conocedor de la problemática, no solo del mercado sino del acontecer de Cuernavaca.
Luis Anguiano se ha tenido que enfrentar a la problemática no solo de los comerciantes, sino de los espacios, porque son comerciantes y los respetamos, pero el conocerse no es morirse.
Los comerciantes, ellos al interior de la nave han invadido los pasillos que con mucho trabajo caminan los consumidores y al circular por un pasillo, uno a otro se “trastean” y hasta con broncas y todo porque los pasillos están invadidos.
En el circuito pasa lo mismo, puestos por todos lados y si a eso le agregamos el “entre” que hay de “tamarindos” con comerciantes, la situación se pone peor, porque los agentes permiten hasta el doble fila y dejan a los que les conviene.
A la entrada de los andenes, hay carros uno tras otro, pero a esos no se les dice nada porque son carros de los agentes que están encargados de la vialidad del mismo mercado; pero no se ocurra a un civil poner su carro, porque los mismos agentes mandan traer la grúa para que se los lleven.
Sin embargo, Luis Anguiano, como profesionista y profesional que es, se enfrenta a la comprensión y descomprensión de los comerciantes, al grado que el mismo vende productos al grito de: “pásele, pásele, aquí es más barato”. Bien por el licenciado Luis Anguiano, a quien le deseamos lo mejor de lo mejor.