R E F L E X I O N A N D O.>>
Aurora Albavera Sotelo.>>
- Cansados de las Extorsiones, se Van.>>
- FABRICAS DE PUENTE DE IXTLA SON VICTIMAS DE LA DELINCUENCIA.>>
Unos ya se van, otros van a entrar, pero como ambos son gobierno, lo que pasa en el municipio de Puente de Ixtla les compete y uno y otro tienen que “defender” de las garras de la delincuencia no solo a las fábricas del lugar, sino a toda la ciudadanía del pueblo ixtleco.
Resulta que las quejas de los empresarios se adolecen por los gruopos delincuenciales que cada vez son un cáncer para ellos, pues son extorsionados con cantidades excelsas y ya se cansaron.
Afirman hasta los medios de comunicación, tanto ocales como nacionales que en el municipio de Puente de Ixtla se ha asentado un cártel con elementos que se dedican al cobra de piso, cobro que van desde las 70 mil hasta los 100 mil pesos dizque para que no les pase nada.
Ante la resistencia de se explotados, los empresarios se han negado a pagar, por lo que sus camiones (de la CocaCola) han sido quemados y el personal amenazado con acabar von sus vidas.
Ante la mirada desinteresada por lo que está pasando, tanto a nivel municipal como gubernamental, los empresarios decidieron cerrar su planta y tristemente se ve como los camiones abandonan el municipio, todos formaditos.
Como la planta ya cerró, posiblemente los delincuentes busquen otras empresas para hacerles lo mismo ante la complacencia de las autoridades.
Todo mundo sabe sobre los cárteles que se dedican al cobro de piso; se dedican a incendiar locales y lo peor, a asesinar a las personas que se niegan a “cooperar” con ellos y dicen que son colombianos.
Hoy, por desgracia, muchos trabajadores se han visto afectados y desde luego que sus familias también, por lo que urge que antes de que José Antonio Ortiz Guarneros, Coordinador de seguridad Pública en el Estado de Morelos, ataque el problema, anes de que haya víctimas mortales.
Si Ortiz Guarneros no puede con el “paquete”, seguramente que se lo dejará al nuevo encaerhado de la seguridad en Morelos, quien tendrá que rendirle cuentas no solos a la gobernadora electa, Margarita González Saravia, sino al pueblo morelense y en especial al pueblo ixtleco de Morelos.
