“POR LA LIBRE” DEL PROFESOR IGNACIO CORTES MORALES

“POR LA LIBRE” DEL PROFESOR IGNACIO CORTES MORALES>>

///SABADO 16/ABRIL/2022///

 

Por la libre 3299 del 15 de abril del 2022 Por Ignacio Cortés Morales.->>

 

  1.  1.- ¡Sino al que anduvo en la mar!>>
  2.  2.- Tú, Judas>>
  3. 3.- Mujeres adelante>>
  4.  4.- Herederos>>

 

 1.- Al que anduvo en la mar, al vencedor de la muerte, al que citó igualdad y equidad, al rebelde que expulso del templo a los mercaderes, al que venció las adversidades, al que se mantuvo firme ante las múltiples tentaciones, al que se le ofreció el mundo y se sostuvo en sus principios, al que habló de que es el hijo del hombre, el que nunca se dijo que era Dios, eso se lo endilgaron sus usurpadores ensotanados que se han enriquecido, unos, y hasta pederastas algunos, la mayoría impune, y de lo cual no es culpable el que anduvo en la mar, el auténtico, el lleno de vida, el que alcanza imposibles, el que tiene fe en la humanidad, el que se da por ella, deja sus enseñanzas, anda a pie y no se cansa. Sino al que anduvo en la mar, al que desafió al sistema, al que convocó a las multitudes y llegaron a escuchar su palabra de bienaventuranza, el sermón de la montaña, palabras que no se olvidan, que siguen retumbando, “bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia porque de ellos es el reino de los cielos” y puedo decir lo que es el reino del paraíso. No puede haber mejor paraíso que el reino de la justicia, que está en este mundo, el que nos enseñó el hijo del hombre, al que algunos mercenarios les parece bien que se escriba que él dijo que era el hijo de Dios, cuando que, amparado en que “la verdad os hará libres”, subrayó que es el hijo del hombre, uno como nosotros, pero tan grande que fue sorteando los obstáculos hasta ser una referencia en la historia de la humanidad, el que habla de justicia y da a cada quien lo que le corresponde, la que es de todos y para todos, la que se entrega a los que la merecen; a veces tarda, pero llega, como también el castigo al que infringe la ley, igual la moral que la legal; nadie escapa a su vida, a todo lo que se hace, porque “bienaventurados serán cuando os injurien y os persigan, y digan con mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa”, y la causa del que anda en la mar es la justicia; quien va en ella, quien la busca para los demás, cierto es, recibirá la crítica del injusto, del apátrida, del perverso, del mezquino, del mercenario, del atroz. Yo no, Antonio, no pediré nunca una escalera para subir a la cruz para quitarle los clavos, yo no creo en esa fe de los mayores; para ellos podría ser ésa su fe, la respeto, pero la mía no, la mía es la del Jesús alegre, el desafiante, el revolucionario, el que se enfrenta a los fariseos que los hay en todos lados, que sólo cambian de piel y de nombre, que hoy son como Pablo X González o Marko Cortés, o sus sirvientes, Alito y Chuchito, iguales todos, los de aquella época y los de la actual, pero no podrán salirse con la suya, pese a los traidores, los Judas del beso en la mejilla, del italiano que llega a las curules para ultimar los detalles de lo que parece un arreglo que ya se tuvo, y como se vivía en la impunidad de depositar en sus cuentas bancarias, se cree que es igual, pero hoy son descubiertos y son exhibidos; son los sepulcros blanqueados, los de siempre, y los que fueron derrotados, como también se dio el Cerro de las Campanas, en Querétaro, y la justicia siguió su camino, el que anduvo en la mar, el que salió adelante, el que emergió tan siempre que sigue dictando en conciencias de buena fe, las que justas son. Machado y su saeta al cantar, al que anduvo en la mar. No quiero ni necesito escaleras porque no creo ni en tu crucifixión ni en tu muerte, sino en tu vida permanente de lucha. 2.- Y los veremos el domingo exhibir sus 30 monedas votando contra los mexicanos. Aquí les esperan mil árboles de conciencia que impedirán gozar de lo recibido, Judas. 3.- Y las mujeres, lejos de irse a esconder salieron a dar la cara. Acompañaron a Jesús sin importar lo que les pudiera suceder. María, Magdalena, Verónica ni un paso atrás, con él siempre, con el bienamado, el que anduvo en la mar, el rebelde, el gran maestro. 4.- A los usurpadores les digo, los que visten y lucen el oro, los que viajan no en pollino sino en camionetas blindadas, los cómplices de los pederastas, pronto llegará su hora en que la justicia se siente entre nosotros y que sea para siempre. Nadie es impune siempre.

 

 

 

 

 

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