“La reactivación económica debe ser responsable y gradual, seguir estrictamente los protocolos de salud para garantizar el bienestar de la sociedad, es importante la cooperación de la población, el turismo, autoridades de todos los niveles y de los empresarios y trabajadores para no retroceder con nuestras acciones”, expresó.
En este sentido, Rodríguez González precisó que se mantendrán las actividades del semáforo naranja pero cambia el aforo al 70 por ciento en corporativos y oficinas del servicio privado con un retorno escalonado; además, plazas comerciales y jardines de evento, unidades deportivas, gimnasios y spa operarán con la misma capacidad.
Añadió que las actividades, en giros tales como: hoteles, restaurantes, cafeterías, cocinas económicas, en balnearios, construcción, fabricación de equipo de transporte, minería, peluquerías y barberías, cines, teatros, centros culturales y servicios religiosos, se conservan también al 70 por ciento de su capacidad, cuidando estrictamente los protocolos de higiene necesarios.
La titular de la SDEyT puntualizó que mercados y supermercados continúan sus actividades al 70 por ciento y sólo una persona por familia, al recordar que se deben mantener en todo momento el Escudo de la Salud completo.
En cuanto a movilidad y transporte con itinerario fijo, será del 85 por ciento la capacidad de aforo con máximo tres personas por unidad, aplicando debidamente las medidas de sanitización como lo es la sana distancia (metro y medio entre personas), alcohol en gel al 70 por ciento y cubrebocas obligatorio, tapando nariz, boca y barbilla.
Cecilia Rodríguez reiteró que conforme a los criterios para las poblaciones en situación de vulnerabilidad que tienen mayor riesgo de desarrollar una complicación o fallecer por COVID-19 en la reapertura de actividades económicas en los centros de trabajo, vigentes al momento de su aplicación, emitidos por el Gobierno federal, se podrán incluir extremando medidas sanitarias y conforme a los criterios aplicables.
Finalmente, la SDEyT hace un llamado a las unidades económicas a cumplir con los lineamientos técnicos específicos para la reapertura de las actividades, así como de otras medidas y protocolos sanitarios establecidos por las autoridades federales, estatales y de los centros de trabajo, a fin de tener una reactivación económica ordenada y responsable.