Por Javier Jaramillo Frikas
¿PASA, pasa? A ver…
Javier Jaramillo Frikas jarafrija@hotmail.com
Tantos años se ha escrito, hablado y visto del Caso PASA—Ayuntamiento—SIREC en relación todos con el servicio de recolección de basura en Cuernavaca, que el adelanto que nos ofrece el colega y viejo amigo Guillermo Cinta en el FB el día de hoy (ayer), que el tribunal colegiado responsable de seguir uno de los varios juicios que tienen las partes, ha determinado para las siguientes horas darle la razón a la empresa regiomontana en dos cosas: que les paguen 300 millones de pesos por daños y perjuicios y que les regresen el servicio. Parecería una réplica más de lo que mediáticamente ha sido litigado hace tiempo, pero todo indica que no, que algo sucede en esa sala judicial y se generará un conflicto social de no sencilla solución.
Además, este asunto ha tenido un tratamiento mediático a partir de la ruptura PASA—Ayuntamiento de Cuernavaca, presidido por Manuel Martínez Garrigós, que muchos millones de pesos ha costado. Si sacan cuentas de esos gastos, son impresionantes. Ello mismo ha llevado el tema de razones y elementos jurídicos, a tareas de desgaste de personajes que, incluso, han dado espacio a su carrera y proyecto político a partir de su inmersión en los temas judiciales. Ese es el punto central del andamiaje montado contra Martínez Garrigós, que luego se mezcló con otros asuntos donde no caminó solo como hoy lo hace defendiendo, como le gusta por cierto, sus argumentos.
Es preciso ante la inminencia de una sentencia o fallo conocer antecedentes y observar condiciones de viabilidad, además de si un municipio en crisis en las semanas que restan podrá solventar la exigencia de los juzgadores y algo más, las formas de generar los modelos que permitan una transición en el servicio que no lleva a una crisis de fuertes consecuencias sociales. Se tiene qué decir: si la justicia dicta una determinación, habrá que revisar con detalle el entorno socio económico de las centenas ya involucrados en este nuevo sistema del servicio de recolección. Quizá, lo más sano y obligado es que el municipio asuma —como históricamente nos acostumbró— el servicio de la basura, porque también vale la pena las formas perversas, corruptas y de falta de raíces morelenses, que hicieron personajes todavía metidos con sus intereses en PASA, para que estos lograran la concesión y extraordinarias condiciones. Aun así, dejaron unilateralmente, sin conciencia de consecuencias ambientales y de salud, hace cinco años, de prestar el servicio, buscando retornar un tema negro en la historia reciente de Cuernavaca: El Octubre Rojo, cuando contenedores, esquinas, aceras, plazas y parques se llenaron de hedores y roedores, ofreciendo una imagen deplorable de la ciudad.
¿Quién prestaba el servicio de la basura en ese tiempo del 2006? El Ayuntamiento, como siempre. ¿Por qué PASA? Simple: dinero. Los gestores de esta estrategia que casi les sale son el gobernador Sergio Estrada (a punto de irse, fuertemente señalado, sus jefes policiacos presos por vínculos con el crimen organizado) que instruye a su secretario general, Jesús Giles Sánchez, a operar con la empresa regiomontana PASA y Giles, ya fallecido hará unos tres años, sabía que las condiciones para sustituir a Adrián Rivera Pérez, en la presidencia de Cuernavaca, eran muy altas, mientras este no obstruía la diferencia seria entre Estrada y quien sería su sucesor, Marco Adame Castillo, y bajo la condición que no lastimaran a quien ocuparía su lugar, la hoy diputada Norma Alicia Popoca, fraguan aquel mal recordado Octubre Rojo que la ciudad se infectó seriamente.
La asunción de Adame y Giles sucede con sus trajes penetrados por la fetidez que los habitantes de esta ciudad, ya traíamos sin desearlo, claro. Era el olor de un Cuernavaca que anunciaba decadencia.
El asunto era simple: por incapacidad municipal había que concesionar el servicio público de recolección de basura y PASA los esperaba para que el municipio entregara su parque vehicular que funcionara y les colocara todas las condiciones para funcionar. Eran La Salvación. ¡Bendita Providencia! Llegado el gobernador Adame apechugo, no podía exhibir a su presidente municipal recién ungido. Aguantó vara. Ese negocio era de Estrada y lo operaban en el reducto que negociaron con el PAN: El Ayuntamiento de Cuernavaca.
En el camino, casi en la clandestinidad, confirman sus nupcias con PASA y ahí además de la dupla Estrada—Giles, ambos integran amigos e incondicionales, además de prestanombres, por supuesto. Y acomódelos como guste: Alejandro Villalobos, regidor de Obras Públicas y ex discotequero en quiebra (que o se fue de Cuernavaca, pero no ha sido visto hace años), los hermanos Ortiz Salinas, herederos en tercera generación de aquel buen Ministro de Hacienda en dos sexenios, don Antonio Ortiz Mena, el modesto ex director de Control Vehicular y todo un jinete de los negocios ahora, Víctor El Güero Mercado Salgado, el único ex agente de tránsito dueño de residencias lo mismo en Tabachines que en Vista Hermosa, un millonario verdadero. A este grupo en esta columna los bautizamos como Los 49’s, porque esa cantidad PASA les hizo dueños en una sociedad, acuerdo logrado tiempo atrás antes que planearan la estrategia del Octubre Rojo.
En fin, los comentarios del buen Memo Cinta, obligan a hacer la historia desde esta percepción.
Cada quien tendrá la suya, pero es un asalto más donde no sabemos si haya nocaut o falte para la decisión. Lo que sí, es que no hace muchos años los ayuntamientos tenían capacidad para brindar el servicio que es su obligación, y tenemos un dato preciso irrefutable: cuando PASA decide dejar tirado el servicio por falta de pago e incumple el contrato de concesión, Cuernavaca estuvo en un tris de vivir otra contingencia, pero camioneros con la ayuda del amigo Tito Barrera Ocampo —también como Jesús Giles, ya adelantados— lo evitaron.
De ahí vino la generación de condiciones que tienen al SIREC con el servicio, también endeudado el ayuntamiento con ellos y una perspectiva que va a llegar sin dificultad al primero de enero del año 2016, ya casi. Mientras se ve en chino si como anuncia el abogado Guillermo Pasquel (este siempre haciendo un trabajo impecable, mediático por naturaleza y conocido en su quehacer, se vende bien profesionalmente y se sirve de los medios con oficio aunque gasten millones) que a los que corrieron dejando el cantón tirado, PASA, aunque los jueces lo exijan, tengan con qué pagarles lo que dicen y algo más: los que prestan el servicio también han generado una infraestructura, han invertido, y les deben. Entonces, estemos atentos que bajo estas acciones, no sumen a Cuernavaca más en el descrédito que nos tiene jodidos a los morelenses.
Y a ver si PASA, pasa…