“Ojos Ciudadanos”>>
PERIODISTA JOSÉ MARTÍN PÉREZ RODRÍGUEZ>>
URGE QUE LEGISLADORES REVISEN LOS REQUISITOS PARA CONTRAER MATRIMONIO >>
El alcoholismo y la drogadicción son dos detonadores de la violencia intrafamiliar. Cada día es más común que elementos del Mando Coordinado Policía Morelos intervengan en la detención de un hombre bajo los efectos del alcohol o alguna droga al interior de un domicilio a petición de la mujer víctima.
En los requisitos para casarse se establece la presentación de un certificado médico que deberá de contener lo siguiente: se declara que el interesado no padece alguna enfermedad crónica o incurable que además sea contagiosa o hereditaria, así como ser física y mentalmente apto para contraer matrimonio.
El alcoholismo es considerado como una enfermedad.
En lo que respecta al concubinato no existe establecido éste requisito en la legislación.
Los legisladores deberían darse a la tarea de revisar lo referente a éste requisito y considero que es necesario que se adecúe a la realidad que vivimos, así que habría que agregarle el examen antidoping y la evaluación de un psicólogo y/o psiquiatra.
Además, otro detonante de violencia intrafamiliar es cuando una de las personas es bisexual y su pareja heterosexual.
Asi que otro requisito sería el manifiesto de los contrayentes sobre si son heterosexuales, bisexuales, transexuales, etcétera.
Cuando una pareja decide casarse lo hacen enamorados y la realidad es que no conocen bien a la persona con la que decidieron vivir legalmente.
Si uno de los contrayentes sabe que su pareja es drogadicto o alcohólico y está de acuerdo en casarse, ya sería bajo su responsabilidad, pero que sea la Oficialía del Registro Civil la encargada de proporcionar información sobre los riesgos de vivir con una persona alcohólica o drogadicta.
Cuando se casa una pareja de jóvenes, luego el pensamiento es “ya casados lo voy a cambiar o la voy a cambiar”. La realidad es que la gente no cambia.
Con la pandemia y el encierro forzado muchas parejas se conocieron a fondo.
Durante la pandemia los recursos económicos escasearon en muchos hogares y éste también es un factor que detona la violencia intrafamiliar.
¿Qué fue lo que motivó a éste columnista a escribir sobre éste tema?
En el municipio de Atlatlahucan, elementos que integran la estrategia de seguridad Mando Coordinado Policía Morelos detuvieron a un hombre por su presunta responsabilidad en los delitos de violencia familiar, lesiones, homicidio en grado de tentativa y/o lo que resulte.
La mañana de ayer martes, los oficiales recibieron un reporte vía radio que sobre la calle Odilón Franco del barrio de San Antonio en el poblado de San Miguel Tlaltetelco, una mujer requería el apoyo policial ya que su esposo la agredía físicamente.
Al arribar al lugar, los oficiales tuvieron a la vista a una mujer en estado de gestación, la cual se quejaba de un fuerte dolor en el vientre. En entrevista con la fémina, identificó a un hombre como su pareja sentimental, quien minutos antes la agredió de manera física y verbal, por lo que manifestó su deseo de proceder legalmente en su contra.
Por lo anterior, fue detenido Juan “N”, de 30 años de edad, siendo puesto a disposición del agente del Ministerio Público quien determinará su situación legal; asimismo, al lugar arribaron paramédicos quienes trasladaron a la parte afectada a un hospital para su atención médica.
Un hombre que golpea a una mujer embarazada en el vientre comete una de las peores bajezas a las cuales puede llegar el ser humano.
Por otra parte, en la legislación debería establecerse que la persona que incurra en provocar la violencia intrafamiliar deberá recibir un tratamiento psiquiátrico y de desintoxicación, pues luego sucede que después de cumplir con su pena corporal el sentimiento que les invade es la venganza, por lo que se pone en peligro de nueva cuenta a la víctima o las víctimas.
Las parejas jóvenes por falta de recursos económicos regularmente viven en casa de los padres de alguno de los contrayentes, entonces cuando se registra la violencia intrafamiliar intervienen los familiares, en ocasiones personas de la tercera edad o.discapacitados.
El tema es muy amplio y sería importante que los legisladores hicieran a un lado sus intereses económicos y políticos y pusieran por delante el interés social. La falta de acuerdos es evidente, ni siquiera hay consenso para el cambio en los órganos de Gobierno. Así de mal están. Cuando pensamos que no habría una Legislatura local peor, nos equivocamos.
