RICARDO ERICK MONROY SALGADO>>
LAS OFERTAS Y EL ENGAÑO>>
POR RICARDO ERICK MONROY SALGADO.>>
“¡Todo es un engaño!”, se quejaban muchos consumidores, mismos que echaban “pestes” contra los comerciantes establecidos, quienes gritaban “ de 500, lléveselo a 200 pesos”, cuando el artículo de por sí costaba 200 pesos.
La gente se va con la finta y trata de ahorrarse algunos pesos y, efectivamente, busca las ofertas, dizque por ser más baratas, cuando la realidad es otra.
Durante estas fiestas decembrinas los comerciantes hicieron de las suyas. Nosotros solo alcanzamos a ver dos inspectores de la PROFECO y estaban comiendo caldo Javier en el centro comercial.
Aunado a ello, los taxistas cometieron toda clase de atropellos; primero alterando las tarifas al cien por ciento: “súbase o déjelo”, decían. Si la gente Aceptaba eran casi 80 pesos en la dejada mínima.
Los choferes se daban el lujo de despreciar a los usuarios, dejándolos parados y lógico, buscaban un taxi que cobrara más barato.
Cabe decir que entre los comerciantes y los choferes se llevaron el premio; unos alterando los precios y alzándolos hasta ya no poder. Algunos alteraron las básculas dando kilos de hasta 80 gramos, sobre todo en los andenes del mercado Adolfo López Mateos y los establecidos en las banquetas del circuito del mismo mercado.
No hubo nadie que los frenara, ni siquiera los líderes de los comerciantes y los taxistas, mismos que a lo mejor metieron el diente igual que sus homólogos.
Por fortuna ya pasaron las fiestas y la única que falta es la del 2 de febrero, Día de la Candelaria, en donde abundarán los tamales y los carnavales, que no son de necesidad, pero si un atractivbo en los municipios para la derrama de economía. Ojalá y los alcaldes se pongan las pilas y sometan a los comerciantes en venta de todo, especialmente en bebidas alcohólicas.