Por Javier Jaramillo Frikas
¿A quién buscan hacer daño? Nos referimos a la nota del día de hoy, de los dos policías comisionados en Alpuyeca, municipio de Xochitepec, presuntamente ligados al crimen organizado y que tenían en sus planes delictivos ordenar y pagar el probable asesinato del político Manuel Martínez Garrigós. A las once de la mañana sale a hablar el comisionado de seguridad, Alberto Capella Ibarra, habrá de conocer su informe. Es un tema sumamente delicado en los rubros que presentan a los detenidos por la Unidad Antisecuestros de la Fiscalía General del Estado, arreglen, acomoden o digan la verdad de los hechos. Es un tema abierto en las redes que generan interrogantes con la carga ya habitual de miedo.
Si, cierto o no ─ya se verá en unas horas─ los presuntos tenían la instrucción de eliminar a Martínez Garrigós, son varias las líneas a revisar, la más grave, es que podría existir una lista elaborada con personajes incómodos para alguien o algunos, políticos, organizaciones criminales, digamos. De acuerdo a la realidad en cuanto a relaciones, debiera eximirse a personajes del poder mayor, porque una posibilidad es la posible búsqueda de la generación del caos que a quien menos conviene es al gobierno del Estado. Lo que diga el comisionado Capella será tomado con reserva, diga lo que diga, tendrá que ser contundente y actuar en consecuencia. Parece irreal ─aunque la ley así lo establece─ que entre organismos policiacos locales, unos detengan a otros, o nos regresamos en el tiempo al ataque de la policía preventiva en contra del entonces procurador Rodrigo Dorantes que causaron la muerte de dos o tres escoltas de este, en un asunto que ha sido enterrado por la dinámica criminal, no obstante que tiene que seguirse ventilando en los tribunales. Pocos, salvo los involucrados, recuerdan ese evento, gravísimo por cierto.
Simple es calificar a todos los integrantes del Mando Únicode la Policía en Morelos, como socios o empleados del crimen organizado, por estos dos oficiales y los cinco que mencionan más. Seguro que existen buenos elementos al servicio de la ley, tiene que haberlos. Sin embargo, el divorcio comunicacional entre el jefeCapella y los sectores de la sociedad morelense, está ahí y nadie lo puede negar. El estilo del señor Capella no cuadra con la idiosincrasia de esta sociedad y nada ha sido operado para cambiar el estado de las cosas. Las apuestas al olvido, tan comunes en la vida pública ─decir que en el quehacer político sería exagerado, arrogante, grosero, ante la ausencia de lo que era llamado un arte─, en este caso no funciona: o se habla con la verdad o la brecha gobierno—sociedad será imposible de acercar. Una cosa es como y lo que piensan que hacen bien los gobernantes y sus empleados, y otra, distante (usamos la gastada palabra percepción) lo que siente la gente. No permea, no llega, no aterriza, el aviso de avance oficial. Y vaya que el gobernador Graco Ramírez lo intenta personalmente, ante la poca eficacia de sus empleados en el ramo, de dar a conocer cuánto hace y considera son avances.
No penetra esa intención, sean maravillas o retórica, no entra.
En el tema. Las redes sociales van más a fondo, no vimos hasta el momento el medio de comunicación escrito o electrónico, que indique la intención, presunta o no, de eliminar al ex presidente de Cuernavaca Manuel Martínez Garrigós. Lo que había hasta esta tarde que cerraron la línea de información las autoridades, es que son policías del Mando Único, que hay otros cinco, que sostienen nexos con el crimen organizado, que trabajan en un poblado lastimado por la presencia criminal como es Alpuyeca ─de donde son originarios y vecinos varios de los implicados en el terrible asesinato de la presidenta de Temixco, Gisela Mota—y que contaban con 40 mil pesos para contratar los servicios de un sicario para ultimar a Martínez Garrigos. Hasta este momento, que ya es otro día, no ha sido desmentido.
¿Qué dirá Alberto Capella y los que le rodeen esta mañana? Él y la Fiscalía lo saben. Si encaran a la sociedad (no a los medios, ellos transmiten, con o sin manipulación, de acuerdo a la línea de trato que tengan sus jefes, pero propios reporteros que laboran por la necesidad en estos mismos órganos, colaboran en las redes sociales, y lo hacen con libertad plena), tendrán que ser bien convincentes, exactos, altamente precisos en los datos y sumamente responsables que no es una comparecencia más, de las que acostumbran, rutinaria, porque aquí dentro del frágil estado anímico de la sociedad, de la desconfianza hacia las autoridades triste y dolorosamente ganada por la guerra perdida ante la violencia (otra realidad que no es aceptada pero todos los días sufrida), con la rabia contenida por sus pérdidas familiares, cercanas o de conocidos, lo único que creerán es LA VERDAD sin maquillaje. Se terminó el plazo aunque en los cielos del poder no lo crean. Este asunto es tan importante de esclarecer, que de no ser así, entre las especies que surjan de la siembra, habrá alguna que lleve a la línea que a quien buscan dañar es al gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu.
¿Qué mejor manera de vertebrar una operación perversa en extremo, que provocar en una tierra ya ensangrentada el escándalo de la desaparición o crimen contra un personaje de controversia que hace unos cuatro, cinco años, era el referente local de la política y todos daban como gobernador siguiente? El que escribe no lo desea, nunca, ni con Manuel ni con nadie más. Sin embargo, cuando la desesperación llega, las mentes se obnubilan, el poder penetra a los enfermos, y cometen barbaridades.
Decían que había tres líneas del posible atentado contraMMG
1.- El añejo pleito con PASA, que para los que seguimos puntualmente el caso, los regios dueños originales, hace rato lo dejaron en los tribunales, y los socios 49’s, apenas como que entendieron que era una carga que echar a la basura, que finalmente no les salió caro y llevaban más que perder.
2.- Una disputa con alguna persona del sexo femenino, que podría derivar en una reacción pasional. Quién sabe.
3.- Un pleito tras un juego de frontón.
Cada una de estas posibilidades implicaría a personajes de la política que, el o los presuntos intelectuales del acto, harían a un lado en la contienda para el 2018 donde, por supuesto, no entraManuel.
Agregaríamos una cuarta posible a partir de los últimos meses y pongámosle:
5.- La batalla que protagoniza al romperse la alianza deMartínez Garrigos con los hermanos Julio y Roberto Yáñez Moreno, que no le han cumplido a cabalidad los acuerdos que hayan celebrado para hacer presidente de Cuernavaca al ex futbolista Cuauhtémoc Blanco, y que han sido ventilados en medios y redes sociales. ¿Si corren versiones que estos hermanos sostienen relaciones extrañas? No es por demás echar un vistazo. En temas tan graves, ir al fondo es lo único que salva la situación.
Algo delicado es que estamos ya hablando de la posibilidad de la sociedad Crimen—Poder, por ello mismo y con el conocimiento décadas atrás del mandatario Graco Ramírez, mantenemos como posibilidad que es un objetivo político, porque no se conoce un indicio siquiera que sostenga una cercanía con los criminales que, sin embargo, se mueven, comen, aniquilan y viven en Morelos. ¿Quién los protege? Hoy el comisionado Alberto Capella no lo va a decir. El tema es otro. Quizá otro día.
Y lo más importante para cerrar y dejarle puntos suspensivos:
¿Existe la probabilidad que él o los que desearan provocar el caos general, cuenten con UNA LISTA de posibles ejecutados?
El Estado arde hace rato, parecía un tanto lejano el infierno, pero se calienta el terreno, ya quema…