Por Javier Jaramillo Frikas
La función ilegal que el Ayuntamiento de Cuernavaca le ha permitido al diputado local plurinominal del PSD, Julio Yáñez Moreno, provocó la primera contingencia en la recolección de basura que hasta hoy, luego de dos mil veinte días transcurrió sin incidente alguno. Los trabajadores del Sistema Integral de Recolección de Basura de Cuernavaca no soportaron la falta de sus salarios durante más de tres meses y llegaron al límite. Es importante señalar que desde antes de asumir la presidencia de la capital Cuauhtémoc Blanco Bravo, el único con facultades para negociar la deuda con la empresa recolectora ha sido Julio Yáñez, impedido por su cargo de elección popular para tareas ejecutivas municipales.
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Lo que tuvo que hacerse, negociar la salida del Sirec saldando o programando los pagos, a partir que las autoridades de Cuernavaca fueron declaradas oficialmente por el Instituto Electoral Estatal —hoy llamado Impepac, que es lo mismo— lo intentaron Julio Yáñez y la empresa con él comprometida la noche vieja del 2015, cuando el 80 por ciento de los trabajadores de Sirec bajo las órdenes de Daniel Miranda Mojica, ya estaban contratados por la nueva empresa, entre ellos cuatro de sus operadores principales, con camiones listos, lo que generó un problema serio a la ciudadanía el primer día de este 2016. Vía licitación tras separar al Sirec, era lo que dictaba la razón, pero Julio Yáñez lo ensució desde el inicio. Los acuerdos celebrados por Yáñez con el empresario Miranda no fueron cumplidos por el diputado investido como máxima autoridad de Cuernavaca violando flagrantemente la ley. Es necesario conocer detalles que llevan a esta crisis que hoy reaparece luego del Octubre Rojo del 2006, esa ocasión en una estrategia del saliente gobernador Sergio Estrada Cajigal Ramírez y el nuevo alcalde Jesús Giles Sánchez, para ensuciar la llegada del también panista Marco Adame Castillo y favorecer el arribo con equipo y terrenos del Ayuntamiento, de la empresa regiomontana PASA, que legó el 49 por ciento a favor de prestanombres de Estrada y los demás. La ciudad fue un caos y puso en riesgo a los habitantes, convirtiéndose en un tema grave de Salud Pública.
Se ventila un juicio en la última instancia de justicia federal del Ayuntamiento con PASA, con el Sirec en una tercería como afectado directo, que cumple plazo antes que finalice el mes de marzo. Bajo esas condiciones, El Grupo que realmente gobierna Cuernavaca, encabezada por Estrada Cajigal, el diputado Javier Bolaños, Víctor El Güero Mercado Salgado y otros, si la justicia los favorece como tenedores del 49 por ciento, se desharían de los hermanos Julio y Roberto Yáñez y fortalecerían su entramado en la búsqueda del gobierno estatal en el 2018. Se ha establecido que las casas que habitan en el fraccionamiento Tabachines el alcalde Cuauhtémoc Blanco y su asesor y nombrado Secretario Técnico con mega facultades, el español José Manuel Sanz, son propiedad de los cuñados del ex gobernador Estrada, con la posibilidad que el auténtico dueño sea el mismo Sergio.
Pero es un tema aparentemente aparte que, sin embargo, está dentro del círculo de intereses por la recolección de la basura. Este grupo denominado en esta columna como Los 49’s, tiene muchos negocios en puerta partiendo del Ayuntamiento. Es claro. Cierto también y por razones naturales tanto de mercado como en las decisiones de la autoridad municipal, el modelo del Sirec puede estar agotado, no es por la fuerza como debe tener la concesión, pero existe un adeudo importante fácil de comprobar por el nuevo ayuntamiento, y lo tienen que revisar de manera transparente. Lo que en este momento es un inicio de contingencia, cuenta con diversas soluciones, la principal que el Ayuntamiento asuma la negociación, que se instale una mesa de trabajo donde participe el Cabildo, funcionarios municipales, el empresario y todo aquel que pruebe tener que estar ahí. Es la vía inmediata donde por ley, el diputado Julio Yáñez de esta manera no contamina a un ayuntamiento y una ciudad que considera de su propiedad, tras el contrato firmado con Cuauhtémoc Blanco para que encabezara la propuesta del PSD en Cuernavaca. Ese documento ata a Blanco en la toma de decisiones y por ello, sus contratantes, ensucian el proceso de un ayuntamiento con 47 días de gestión accidentada. La mayor expectativa era conservar su registro y acomodar a las principales piezas de la familia, pero su triunfo electoral, legítimo del PSD, los llevó a ganar la elección, no a decidir, los Yáñez, por todos y cada uno de los cuernavacenses, tal como lo han hecho abiertamente.
Que Sirec se vaya. Que el diputado Julio Yánez deje de ser el principal funcionario de facto del Ayuntamiento. Que camine la ciudad con Cuauhtémoc Blanco. Que se saque a Cuernavaca del retraso de las malas gestiones. Todo es válido y quizá necesario. Pero a cielo abierto, con la transparencia como sello, y ahí la responsabilidad es de todos los niveles del gobierno, el federal que tejió para hacerle viable el tránsito de gobernabilidad a Blanco sin que este se logre hasta este momento; el estatal para que asuma su rol de garantizar la tranquilidad de la población y evitar males públicos mayores, también individuales, porque en los corrillos de banquetas y callejones, se menciona a personajes ligados con las nuevas autoridades municipales que podrían enlodar a esta capital y al Estado entero.
La liga ya dio de sí. Los trabajadores es la parte, nadie les consulta y no les pagan. Al llegar el hambre y con ella la desesperación, al molestarse con razón el ciudadano, al evadirse la autoridad en sus tres niveles, subrayamos, el coctel que bien podría ser un bálsamo, será una bebida envenenada que a todos hará daño.
Así, si las continuas reuniones del diputado Julio Yáñez con el empresario actual han llevado al punto de quiebre por la falta de palabra del dueño del PSD –y por cómo piensa y actúa— propietario del Ayuntamiento y de la ciudad, que se renueven las condiciones y que cada cual vaya al sitio que le corresponda: la empresa recolectora tras acuerdos con el Ayuntamiento, a buscar nuevos horizontes, el legislador a hacer leyes desde el Congreso y que Cuernavaca no pague las consecuencias en temas que ni le consultan, por personajes de ambiciones desmedidas pero con una ausencia total, pobre y absoluta de Visión de Estado y Altura de Miras.
A ponerle la lupa a todos y cada uno de ellos, y que todos se enteren. Ya estuvo de acuerdos en lo oscuro que, para colmo, no aterrizan ninguno. Que Cuauhtémoc y su Cabildo tengan las condiciones para gobernar, bien, y que sacuda el alcalde a todo el lastre que carga, ya por su venía, por ignorancia, por presión de compromisos. Si va a ser el presidente municipal de Cuernavaca en los hechos, esta es su oportunidad.
De inicio, la mesa de negociación en los temas trascendentes, este de la basura lo es, porque si en el momento adecuado no supieron o quisieron darle solución, hoy no queda otra que encararlo con Razones y Argumentos.