PERIODISTA AURORA ALBAVERA SOTELO.>>
LA CAPITAL SE CONVIRTIÓ EN UN CAOS POR LOS BLOQUEOS DE CALLES Y AVENIDAS POR LA FALTA DE AGUA POTABLE. ES LO HABITUAL.>>
Y de repente, lo que antes era habitual, hoy se volvió a repetir por la falta de capacidad de los directivos del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca, así como su jefe “supremo”, quien pese a repetir la misma historia no ha podido cambiarla y solo da paliativos que no convences a la ciudadanía.
Hoy nuevamente se volvió a vivir lo que antes era habitual: la falta de agua potable en las colonias y desde luego, el respetable no esperó muchos y salió a las calles en señal de protesta y así con esa energía que califica a la sociedad, taparon calles y avenidas, volviendo todo un caos a la población y al transporte.
Los autos particulares podían meterse por donde pudieron,; los transportistas del servicio público, con trabajos libraron los bloqueos y no porque no podían, sino porque la gente que iba a bordo, pedía que los llevara a su destino.
Uno de los pasajeros dijo: “yo pague porque me llevaran al Seguro Social y el chofer trató de desviarse y llevarnos por otro camino más lejos; “nosotros no pagamos para eso, pero bueno, era comprensible por los bloques en Cuernavaca.
Todo mundo sabe que el agua es vital no solo para vivir, sino para otros menjurjes como es el baño, la regadera y otros y sin agua no se vive y si este vital líquido hace falta por muchos días, quiere decir que el ayuntamiento del “repetible” nos está matando de sed.
Se podría decir que la población que bloqueó las calles y avenidas tendría la culpa, pero no, porque está historia se ha repetido miles de veces y solo porque esté el ahora “repetible” haga falta agua sino en otras administraciones ha pasado lo mismo, pero también vale decir que todas las administraciones municipales han endeudado al SAPAC y al mismo ayuntamiento, y como eso no tiene remedio, pues el día de mañana se volverá a repetir la historia.
Aquí una pregunta: y los “representantes populares”. ¡Si te ví, ya no me acuerdo”, dicen los que ahora son diputados, mismos que ni siquiera al volteado la cara para ver a sus disque representantes y solo cuando levantan el dedo, afirman que son representantes del pueblo y la sociedad, aunque ésta ni los conozca.