Ojos Ciudadanos Por Martín Pérez ojosciudadanosmorelos@gmail.com
Desde el pasado cinco de enero pasado, se encuentran tomadas las oficinas sede del ayuntamiento de Temixco, por parte de un grupo de simpatizantes de Juana Ocampo Domínguez, madre de quien fuese la presidenta municipal, Gisela Mota Ocampo.
La solicitud de destitución de la alcaldesa suplente, Irma Camacho García, presentada precisamente por este grupo encabezado por Juana Ocampo, se le dio trámite en la Junta Política y de Gobierno del Congreso local y ahora se encuentra en la cancha de la Comisión de Gobernación y Gran Jurado, que preside el diputado Julio Espín Navarrete.
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Los diputados de la Comisión de Gobernación y Gran Jurado ya escucharon la versión de los dos grupos, pero ninguno de ellos se ha dado una vuelta por las calles del municipio de Temixco para que sepan cuál es el sentir de la sociedad en general. Así que se prevé que tomen una decisión desde el escritorio.
Si se aplica la ley, no hay vuelta de hoja, dado que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dio su fallo a favor de que Irma Camacho García tome el poder en sus manos y por el momento está reconocida legalmente como alcaldesa, aunque no despacha en la sede del ayuntamiento, ¿quién sabe en donde ha instalado su oficina?
En caso de que la Comisión de Gobernación y Gran Jurado dictaminara que existen elementos para inhabilitar a Irma Camacho García, porque no renunció 90 días antes de la elección al cargo de directora de Educación del ayuntamiento de Temixco, entonces el dictamen sería dado a conocer al pleno para que ahí se tome una determinación.
Si las dos terceras partes del pleno de la LIII Legislatura local, o sea 20 de 30 diputados, determinara la inhabilitación de Irma Camacho, esta tendría la posibilidad de interponer un recurso ante la justicia federal, o sea que el asunto va para largo.
Sería importante que el diputado Julio Espín Navarrete pidiera a las personas que se encuentran en poder de la sede del ayuntamiento de Temixco que dejen de presionar a los diputados locales en la decisión que tomarán y que permitan que se restablezca el estado de derecho y la gobernabilidad a esta localidad.
La cuestión es que Julio Espín también obedece a quien tiene los hilos de la política morelense en sus manos, por esa razón no toma ese tipo de decisiones que favorecerían a la sociedad en su conjunto, por lo que con su forma de actuar favorece al grupo de personas que son las que han provocado precisamente la ingobernabilidad.
Claro que Julio Espín no es el único que decide en la Comisión de Gobernación y Gran Jurado, por esa razón ahí van los nombres de los diputados locales que la integran: secretarios: Hortencia Figueroa Peralta, Francisco Moreno Merino y José Manuel Tablas Pimentel; vocales: Jesús Escamilla Casarrubias, Javier Estrada González, Edith Beltrán Carillo, Edwin Brito Brito, Efraín Esaú Mondragón Corrales, Jaime Álvarez Cisneros, Julio Yáñez Moreno, Norma Alicia Popoca Sotelo, Manuel Nava Amores, Aristeo Rodríguez Barrera y Anacleto Pedraza Flores.
Pese a la importancia del caso Temixco, ha sido mínimo el número de diputados que ha escuchado personalmente a las dos partes en conflicto.
¿Qué otra cosa tendría que pasar en Temixco para que los diputados actúen más rápidamente?
Cuentan que la selva se empezó a incendiar, entonces los animales tuvieron una reunión y determinaron que la tortuga con su concha podría atravesar el fuego sin sufrir daños en su integridad física, además de que era de sangre fría y podría evadir el peligro sin problema alguno, así que le dijeron “tortuga, te toca ir a pedir ayuda para que vengan los bomberos a sofocar el fuego”. La tortuga aceptó. Los minutos pasaron y el fuego empezó a devorar árboles, plantas y todo a su paso, los animales se fueron replegando poco a poco hasta quedar acorralados por las llamas. Entonces se dieron cuenta que la tortuga estaba junto a ellos. El león –como jefe– le reclamó a la tortuga de que no había ido por ayuda y que ahora todos los animales peligraban, la tortuga que tenía la cabeza y las patas ocultas porque se sentía en peligro, entonces sacó la cabeza y les contestó que si seguían gritándole y reclamándole así de plano no iba a ir, que le hicieran como quisieran. Al final, los animales perdieron su hábitat natural.
Van más de dos meses en que el fuego consume la selva de Temixco y las tortugas no se mueven para llevar la ayuda.
Hasta aquí llegó la tinta por hoy.
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