TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano
Si la ecuación a la que se sujetará la distribución de candidaturas en los diferentes partidos políticos es cumplida a cabalidad, entonces los jóvenes y las mujeres serán mayoría en la contienda electoral. De acuerdo a la legislación que sancionará la equidad genero edad, los candidatos serán un adulto, una mujer un joven.
Frente a lo anterior, creo que el problema para los partidos, será conseguir suficientes mujeres y jóvenes, con el talento necesario y la formación política adecuada, para ir a la contienda con posibilidades reales de triunfo.
Y aunque todos los signos partidistas enfrentarán el mismo problema, en el Revolucionario Institucional, el asunto se agudiza frente al seguro agandaye de los mismos de siempre, de los que brincan de delegado federal o servidor público a representante popular y al revés, pero también de los que se sienten poseedores de la factura del tricolor y por eso, se creen con derecho a imponer candidatos e imponerse como tales. Los ejemplos a la mano, Amado Orihuela Trejo y Marisela Sánchez Cortés.
Peor aún, el hecho de que los mismos de siempre, no se conforman con arrebatar y traficar con candidaturas. No, además imponen a hijos, sobrinos, ahijados y hasta a sus amantes, aunque con ello vaya de por medio la derrota del partido. Administran el fracaso electoral, con la repartición de plurinominales, sin tomar en cuenta ni a jóvenes, ni a mujeres, ni a nadie y nada más, que la satisfacción de sus intereses, personales y de grupo.
Así las cosas, ante la rudísima y complicada realidad que enfrenta, el PRI, sus dirigentes formales, es decir César Camacho Quiroz, en el nivel nacional, como Rodolfo Becerril Straffon, en el estatal, tendrán que ir al encuentro de jóvenes que, a pesar de serlo, posean el talento y la formación político partidista, para convertirse en candidatos ganadores.
Supongo que en ese segmento tendrá que entrar, por ejemplo, Diego Gómez Henríquez, quien trae la política en la sangre (es bisnieto del político coahuilense, fundador de lo que hoy es el PRI, Miguel Henríquez Guzmán) y, aunque creo que no llega a los 28 años de edad, ya ha sido integrante del Comité Directivo Estatal. En el 2004-2005, fungió como Secretario de Relaciones Públicas del Comité Directivo Estatal del Frente Juvenil Revolucionario y, años después, ocupó la Secretaría de Finanzas del Comité Estatal, además de que ha sido Consejero Político Estatal.
Así, a pesar de su juventud, estoy seguro que Diego Gómez dispone de la formación política y partidista, para contender por una diputación federal, si tomamos en cuenta la ecuación aquella que indica que las candidaturas responderán a la distribución de un adulto, una mujer y un joven, en el entendido de que se considera joven a aquel o aquella persona que no haya cumplido los 30 años el día de la elección.
El trámite de la edad, la formación y la capacitación política ofrecida por su partido, el PRI, ya lo brincó. El agregado, el plus, como dicen los gringos, es que a Diego Gómez lo están apoyando, lo tomaron como proyecto, importantes personajes de la política nacional.
Precisamente por lo anterior, un día sí y otro también, el joven político y exitoso empresario, acude a la Ciudad de México, lo mismo a la sede nacional del PRI, que a las Cámaras, de Senadores y de los Diputados Federales, lo mismo que es citado, recibido e impulsado por funcionarios del gobierno federal, abanderado por el presidente Enrique Peña Nieto.