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Herencia Maldita
El que no esté seguro de su memoria debe abstenerse de mentir.
Michel de Montaigne (1533-1592), escritor y filósofo francés.
La calificación social a Jorge Morales Barud no sólo en Cuernavaca, sometido a escrutinio cada seis meses por un grupo de interés que mide las famas públicas, se tiene que centrar en su aceptación como servidor público y en su desempeño como munícipe de Cuernavaca.
Mejor calificado que los jefes de Los Pinos y Palacio de Gobierno de Morelos, en ese orden, en tiempos difíciles para gobernar y no se diga para ganar el aplauso de una sociedad cada vez más ofendida por partidos, candidatos y militantes, pero también por gobernantes y funcionarios de los tres niveles, particularmente en ámbitos contrarios a la seguridad y honestidad, no se había dado en los 10 trienios últimos un caso para el araña: siendo presidente municipal cualquiera de sus antecesores de Morales Barud, con mayor presupuesto y sin deuda como herencia maldita para los cuernavaquenses todos, cohabitando ahora mismo con un régimen estatal absolutista y abusivo, ninguno de esos nueve ha merecido el reconocimiento de la comunidad en su conjunto, acaso Alfonso Sandoval Camuñas [1994-1997] y Sergio Estrada-Cajigal [1997-2000], La Docena Dorada de Cuernavaca.
Con méritos académicos que cualquiera presumiría y con dotes de administrar políticamente las coyunturas políticas de la gobernanza municipal, muchas veces patrocinadas desde la pública clandestinidad, lo que no cualquiera hace porque simplemente no sabe cómo, el munícipe de Cuernavaca no deja de ser blanco de toda suerte de estrategias políticas de desgaste, que le hacen lo que los aires del centro a El Morelotes.
Como los vulgares delincuentes que tienen todo el tiempo para planear su siguiente golpe, los adversarios de Jorge Morales siguen empeñados en golpetear su imagen de rectitud y eficacia, con montajes que sólo los delata cómicos. Rectitud, porque no tiene señalamiento directo de peculado, malversación de fondos o enriquecimiento ilícito, como cuelga la etiqueta en el pretérito inmediato, y sí de austeridad, disciplina en el gasto y cumplimiento del pago de la deuda que no es de él, pero que profesionalmente ha ido solventando conforme las posibilidades del ayuntamiento.
Recurrir con el adivinador de La Lagunilla sería tan ocioso como estúpido, si de leer de dónde proviene la advertencia de dos regidoras electas que por su uso político trastocan su dignidad, abandonando su calidad de damas por una perversidad masculina de poder, para con fundamento jurídico de la ley pero sin pruebas fehacientes, señalar los excesos en el manejo del tesoro público municipal, excesos que si de verdad existen, serán sólo de parte de quien le heredó la silla, la cual, por cierto, fue oportunamente quemada para evitar contaminarse.
Tirar la piedra y esconder la mano es juego político propio de niños con retraso mental.
letraschiquitas.- Llegó la carta de dimisión del zar anticrimen Rodrigo Dorantes a Matamoros 10, y lo hicieron noticia. Será la Comisión Permanente la que decida su curso, puesto que aún no hay terna para la sustitución***. Entre tanto, la abogada cuernavaquense Rocío Carrillo es la propuesta para fiscal general de parte del Consejo Estatal de Abogados***. Afirmar que Cuauhtémoc Blanco “integró su equipo de transición” es hacerlo pasar más allá de su tesis rectora de comer frutas y verduras. La mentira de que “soy ciudadano como tú” y de que “yo no te voy a robar” quedaron aplastadas por la incorporación de personas de probada mala reputación en su equipo de entrega-recepción, impuestas en ausencia física y política del ex futbolista y aún cómico de Televisa***. Enrique Peña se equivocó al decir que hay países peores que México, no siendo capaz de afirmar que presidentes peores que él no los hay en América, pero que Juan Pablo Adame –el hijo del ex góber sonriente Marco Adame, que permitió cobardemente que Morelos haya sido convertido en tiradero de cadáveres, sin ningún detenido en sus seis años de torpe gobernanza- lo critique por un exabrupto más, ciertamente reprobable, es tanto como hablar mal de sus propias enfermedades, vistas en otros***. De gobernabilidad, contrapesos, agenda e independencia cameral, habló Rodolfo Becerril Straffon respecto de la próxima bancada cameral priísta, como un mensaje claro al poder Ejecutivo. -Los actores políticos del Congreso van a tener un espacio decoroso y digno para trabajar como un cuerpo colegiado en una circunstancia muy particular de la entidad, anticipó.
