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Graco: El “bueno” para la grande y el “malo” para Morelos
Gerardo Suárez Dorantes
El Estado de Morelos sangra. Tal parece que para el gobierno de Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, los asesinatos registrados en los últimos años en diferentes regiones de los 33 municipios de la entidad son ya normales. Quizá porque esto sucede en casi todo el territorio nacional. Lo cierto, es que la sociedad vive una de sus peores crisis económicas; no hay dinero, la gente lo padece a diario y su situación es caótica. La situación social es cada vez más grave y aumenta la molestia entre la gente contra sus representantes populares; diputados y senadores aseguran que sí hay ingobernabilidad en la tierra de Emiliano Zapata… Y se acerca el proceso electoral.
LA CRISIS SE AGUDIZA.- Lo cierto, lo real es que la inconformidad social aumenta a pasos agigantados y no hay forma de como parlarla por del desinterés y nulo tacto político. Es cómo sí se tratara de una bola de nieve, que aumenta conforme pasan los días por la forma y las mentiras constantes y permanentes en las que se sigue manejando el gobernador. Pregunta: ¿No habrá nadie que le diga al mandatario que sus infundios ya no tienen eco? ¿Consideran aún que la gente les cree?
Es inconcebible lo que está sucediendo y para los hombres del poder, para aquellos que andan protegidos con guardaespaldas como Graco, Elena, Jorge Messeguer, Rodrigo Gayosso, entre muchos otros quienes perciben sueldos onerosos y recursos extras ofensivos la cosa está normal, las cosas caminan de lo mejor y el desarrollo del estado va en aumento todos los días. Obvio, es una realidad distinta la que viven miles y miles de morelenses que no tienen trabajo y quienes sí lo tienen, gozan de salarios paupérrimos y en la mayoría sin prestaciones. Y qué decir de la inseguridad en todas sus modalidades. Y pese a todo ello, no pasa nada malo en Morelos que vive para el gobierno, un estado en abundancia y pleno desarrollo económico.
LAS ACCIONES AUMENTARÁN.- En estos momentos, en los que tal parece hay un “stand by” y los integrantes del Frente Amplio Morelense están a la espera de recibir órdenes, el oriundo de Tabasco se ha “soltado el pelo” y sigue utilizando los medios donde tiene convenios publicitarios para difamar por todo y contra todo a quienes considera son los organizadores del movimiento social más importante de las últimas décadas en Morelos y que tienen a Graco en el banquillo de los acusados como son: el Obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro; el rector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez; Javier Sicilia Zardaín, vocero del Frente Amplio Morelense; Gerardo Becerra Chávez, de la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos; Dagoberto Rivera Jaimes, de la Federación Auténtica del Transporte entre otros.
Empero, los integrantes del Frente Amplio Morelense en lugar de disminuirse y verse debilitados conforme avanzan los días se fortalecen, bajo una tónica: cada vez más ciudadanos inconformes al sistema corrupto del PRD se unen y adhieren al movimiento de una manera genuina. Por lo tanto, ahora ya no es que quieran los del FAM que tienen entre sus hombros la confianza de cientos de miles de morelenses que exigen la salida de Graco Luis del gobierno de Morelos. Por ello, en los siguientes días, se estarán dando a conocer acciones radicales para frenar el apetito voraz del Ejecutivo e integrantes de su gabinete por seguir manejando el presupuesto millonario del Estado sin distribuirlo de manera equitativa entre los poderes y las diferentes dependencias. Las deudas del estado sigue sin tratarlas de reconocer, como los más de 100 millones de pesos que le debe a la UAEM y de la cual constan documentos que se firmaron durante la marcha por la dignidad hace algunos meses, entre otras peticiones establecidas en trece puntos a través de un pliego petitorio.
MORELOS, UN ESTADO INGOBERNABLE.- Para los senadores del PRI, Lisbeth Hernández Lecona; Rabindranath Salazar Solorio, de MORENA; y Fidel Demédicis Hidalgo, del PRD, los movimientos sociales y los conflictos permanentes sin la atención adecuada, además de los frentes que abrió el mandatario con transportistas, trabajadores sindicalizados, abogados, campesinos y demás sectores de la población; las fosas de Tetelcingo y ahora las de Jojutla y Chamilpa, aunado a la falta de crecimiento económico y la inseguridad el estado, tienen un mismo origen como es la falta de gobernabilidad que incluso, impiden que Graco visite las colonias y pueblos de los municipios de Morelos.
Ante ello, consideró que es necesario que se analice fríamente la petición que hicieron los senadores de varias grupos parlamentarios la posible desaparición de poderes en el estado, por parte del Frente Amplio Morelense y darle atención a las demandas de la ciudadanía que lo único que demanda es vivir en paz y con armonía. Algo que no se tiene en este gobierno de las izquierdas.
Y pese a este malestar generalizado y la crisis de inseguridad, económica, política y social el mandatario asegura que “la iglesia, un rector y el poeta confabulan contra el progreso de Morelos… Y antes lo hicieron Cuauhtémoc Blanco, Fidel Demédicis, Agustín Alonso, y muchos otros más a los que considera como retrógradas.
Empero, vuelve a mentir: Ha dicho reiteradamente que no dejará la gubernatura y que la concluirá hasta el final de su mandato que son seis años; pero al mismo tiempo, adelanta que se mantiene intacta su intención de ser candidato presidencial –pese a estar en el último lugar de la preferencia electoral- para la contienda del 2018, al asegurar que su popularidad creció de un 7 a un 30 por ciento. Quiere ser el “bueno” para la grande cuando en Morelos ha sido reprobado y por tanto, es de los peores gobernadores en la historia del estado y penúltimo “malo” de la república mexicana.
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