Ojos Ciudadanos Por Martín Pérez ojosciudadanosmorelos@gmail.com
Gobierno del estado no ha transparentado obras que ha ejecutado en Cuernavaca; ¿por qué razón sería diferente en la obra de remodelación de la plaza de armas?
Mucha razón tiene el dirigente de la Confederación de Comerciantes del Centro Histórico de Cuernavaca, Mario Lara López, en el sentido de que las autoridades estatales no han dado a conocer el proyecto de remodelación de la plaza de armas “General Emiliano Zapata Salazar” y que ya están a punto de iniciar los trabajos.
Para Mario Lara López están prendidos los focos rojos, porque hay que recordar la forma que iniciaron los trabajos en la calle Guerrero, en donde utilizaron al cuerpo antimotines del Mando Único para reprimir las manifestaciones de los comerciantes que se oponían. No hubo una concertación previa con los que serían afectados. Esto puso de nueva cuenta a Morelos en la nota roja nacional.
Mario Lara representa a los comerciantes de las plazas Lido y Degollado, así como a los comerciantes callejeros que se ubican en el primer cuadro de la capital morelense.
El dirigente reporta que han registrado pérdidas por unos 80 millones de pesos desde que iniciaron los trabajos de remozamiento, remodelación, cambio de redes de agua, drenaje y energía eléctrica en la calle de Guerrero y no tienen para cuando terminar los trabajos, así que tienen el temor fundado que la obra de remodelación de la plaza de armas se prolongue durante varios meses y que decaiga la actividad económica, lo que daría como consecuencia el cierre de negocios al por mayor.
Como ha sido la costumbre de la administración estatal en las obras que ha realizado en los callejones de Correos y en el que se ubica a un costado del Palacio de Cortés, así como en las calles Virginia Fábregas, Leandro Valle y Guerrero, así como la remodelación del parque Cuauhtémoc frente a la vieja estación del ferrocarril, en todas no han colocado ninguna lona en donde se informe al pueblo sobre el monto de la inversión, el tiempo de inicio y conclusión de la obra, así como la designación de un director responsable de obra, que es uno de los requisitos que se encuentran establecidos en el Reglamento de Construcción del municipio de Cuernavaca.
En todas estas obras, el ciudadano común y corriente no ha tenido la oportunidad de conocer el proyecto, bueno ni siquiera una proyección computarizada de cómo quedará la obra, para que uno tenga la información correcta sobre el objetivo al que se pretende llegar.
Todo mundo recuerda el video, que se difundió en redes sociales, de la reinauguración del parque Cuauhtémoc, en donde un ciudadano cuestiona al mandatario estatal sobre el costo que tuvo la obra y éste contesta: nueve millones de pesos, a lo que el ciudadano responde: el metro cuadrado de pasto vale 20 pesos y los juegos mecánicos son de mala calidad, el gobernador le replica “se te cayó la credencial del PRI”, se da media vuelta y lo deja con la palabra en la boca.
Si un simple parque costó nueve millones de pesos, hay que imaginar el costo de la obra de remodelación del zócalo de la ciudad.
Se desconoce si alguno de los diputados locales por Cuernavaca, hayan pedido se realice una auditoria especial a la obra de remodelación del parque Cuauhtémoc, dada la sospecha de que se inflaron los costos.
También hay que revisar quiénes serán los constructores y de dónde son los que realicen tan importante obra. Las empresas locales se quejan de que sólo migajas les han dado y que la mayoría de las obras se concursan por invitación directa a tres empresas, las cuales son foráneas.
Retomando la declaración de Mario Lara, pidieron por escrito la copia del acuerdo entre el gobierno del estado y el ayuntamiento capitalino, en donde el segundo le cedió la posesión del zócalo al primero, de esta manera quieren saber los términos en los que se firmó y saber si el gobierno del estado cuenta con atribuciones legales para realizar la obra de remodelación. El convenio fenece el día último del año.
Punto y aparte, son los dos mil 806 millones de pesos de un crédito que le fue autorizado por el Congreso del estado al titular del Poder Ejecutivo estatal para la realización de diversas obras de beneficio colectivo.
Por otra parte, los ciudadanos estamos en espera del dictamen de la Entidad Superior de Auditoria y Fiscalización del Congreso local, en relación a la auditoria especial que se practica a la aplicación de esos dos mil 806 millones de pesos.
Parte de esos recursos se utilizaron para la construcción del estadio de fútbol en Zacatepec, el cual por cierto carece de estacionamiento para unos seis mil vehículos, como debe ser de acuerdo a los estándares internacionales, por cada cuatro asientos, debe existir un cajón de estacionamiento.
Hay que recordar que del crédito de los dos mil 806 millones de pesos se iban a tomar 500 millones de pesos para la construcción de una nueva sede del Congreso del estado, obra que evidentemente no se ha realizado.
En este punto, por denuncia en varios medios de comunicación, se echó abajo la compra de un terreno ubicado frente a los andenes del mercado “Adolfo López Mateos”, que fue pactado con sobre precio.
Un informe parcial de la Entidad Superior de Auditoria y Fiscalización, que pone en evidencia infinidad de irregularidades en la aplicación de los recursos de los dos mil 806 millones, es la prueba principal de una denuncia presentada por integrantes de la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos que está en proceso de integración en la PGR.
Parte de esos recursos fueron para pagar conciertos de artistas como Emmanuel y Mijares en Jardines de México.
A la fecha, no hay otro predio que esté destinado para la construcción de la nueva sede del Poder Legislativo, bueno esa es la información que tenemos los ciudadanos comunes y corrientes hasta el momento, pues no hay transparencia en la aplicación de los recursos.
¿Usted como ciudadano considera que es necesario llevar a cabo ésta obra?
Este columnista retoma algunas propuestas de organizaciones de la sociedad civil de obras que son necesarias para la capital morelense, como son: una central camionera; la construcción de la Ciudad Judicial junto al penal de Atlacholoaya (el predio ya fue adquirido) que descentralizaría todo el sector judicial hacia aquella localidad y ayudaría a desahogar el pesado tráfico vehicular del centro de la capital morelense; un paso a desnivel en el entronque de las avenidas Plan de Ayala y Teopanzolco; una central de abastos; la construcción de puentes al poniente de la ciudad para mejorar la comunicación de esa zona de la capital y del aeropuerto “Mariano Matamoros”; y, la rehabilitación de la red de agua potable del primer cuadro de la capital.
Algunas promesas de campaña del mandatario estatal fueron: que escucharía y daría respuesta a las demandas más sentidas de la población, además de que encabezaría una administración transparente y que daría preferencia a las empresas morelenses como proveedores de bienes y servicios de la administración estatal.
La falta de transparencia en la realización de obras públicas en la capital del estado ha sido una constante en la administración de Graco Ramírez.
Hasta aquí llegó la tinta por hoy.
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