Foca trastornada

Foca trastornada

Desde fines de octubre de 2013, un grupo de profesionales de la psicología y la psiquiatría, empezaron el estudio del perfil psicológico del señor Graco Ramírez y, luego de concienzudas deliberaciones, el 13 de septiembre del mismo año, concluyeron el análisis con la preocupante conclusión de que se trata de un trastornado con poder.

Y aunque entonces fuimos muchos los que pensamos que se trataba de un excelente estudio, aunque un tanto exagerado, a un mes y días de que el señor Ramírez llegue a la mitad de su (des) gobierno, creemos también que la costosísima evaluación psicológica, se quedó corta en su conclusión.

Hoy, a casi 3 años de que arrancó la destrucción y saqueo de Morelos, las acciones, las agresiones, las difamaciones y el desdén de Graco por todo lo que tiene que ver con nuestra entidad y con quienes aquí habitamos, lo exhibe de cuerpo entero como un sujeto trastornado.

En el colmo del servilismo y la agachonería convenenciera que distingue al (des) gobernador Ramírez, ha dicho y hecho muchas estupideces en agravio de los morelenses, por ejemplo colocar a Morelos, como el municipio más grande de Guerrero. Entonces se inclinaba y/o se arrodillaba a gusto y complacencia de Ángel Aguirre Rivero, el exgobernador del vecino estado.

El perredista más priísta, ha aplaudido a rabiar, como foca trastornada las decisiones del gobierno federal de Enrique Peña Nieto. El señor Graco Ramírez es un sujeto conchudo, desvergonzado, exponente magistral de la política de la bicicleta, que se agacha con los de arriba y patea a los de abajo.

A Graco le han gritado en su cara sus errores; lo han cuestionado públicamente por mal gobernador y por servir a los intereses del crimen organizado.

Al argumento y pruebas del daño que causa a los morelenses, el gobernador Ramírez responde a su estilo: descalifica, difama y agrede. Se te calló tu credencial del PRI, dijo con una risita de imbécil en el rostro, a quien le cuestionó la pésima calidad de los materiales y el altísimo costo de un parque en la colonia la Estación de Cuernavaca.

En el colmo del pendejismo (1)  el gobernador Graco Ramírez lanzó un rudo agravio al periodismo, local y nacional, cada uno desde la trinchera a nuestro alcance, para evadir la rabiosa censura oficial. Desde su cuenta de twiter acusó:

Las plumas a modo solo basta que estén en la nomina (sic) para que aplaudan como focas. Cuando no hay nomina (recontra sic) fabrican todos los días calumnias.

Al estúpido comentario, inyectado por Graco con una altísima dosis de inquina para con los periodistas, lo mismo a los que les paga para que aplaudan como focas, que a quienes rechazamos la componenda, a cambio de hacerlo y de aceptar el pisoteo de la dignidad, hubo respuestas claras y contundentes, pero también que exhiben al gobernadorcito.

Al posteo de Eolo Pacheco en Facebook, de la descalificación de Graco, hubo muchísimas respuestas. Reroducimos sólo tres:

Juan Carlos Rodriguez Ruiz Gobernador por demás estúpido; su óptica es que sólo hay dos tipos de periodistas, los que aceptan dinero y los que inventan noticias, entonces sólo hay dos tipos de políticos, los rateros y los asesinos este es de los dos…

Miguel Angel Quiroz si así piensa, lo lógico es que hable con López Flores quien es el ártifice de la política de comunicación social que premia y castiga, y que sobre todo ha hecho del Diario de Morelos un libelo sin credibilidad y que solo sirve para favorecer a una familia con millones de pesos.

Carolina Alvarado No. El gober no compra plumas, compra periódicos completos: Morelos Habla, por supuesto El Diario de Morelos y su favorito (porque es como él vulgar y vacuo) El Extra. Efectivamente Graquito pintó su raya con los periodistas y ni los ve, ni los oye, ni los lee. Eso no es respeto, es desprecio, característica de todos los tiranos.

Represión y persecución

Y aunque naturalmente lo niega, el enloquecido gobernador Graco Ramírez es un sujeto represor, proclive a perseguir a quienes lo cuestionan: con las máximas aquellas que dictan: si no estás conmigo estás contra mí o si no eres mi amigo eres mi enemigo, no dudó en ordenar el cierre de dos periódicos, La Jornada y El Regional, que se han mantenido de pie y en la lucha por la libertad editorial, la pluralidad y la objetividad.

Además, el periodista Jaime Luis Brito, subdirector de la Jornada, fue amenazado vía redes sociales, por uno de los gatos preferidos; por el atacador favorito de Graco Ramírez. El asunto motivó la protesta de algunos comunicadores. Obvio, las focas de Graco no se enteran de lo que pasa a su alrededor, siempre que no se les dicte desde la oficina de Jorge López Flores.

La hazaña más reciente de Graco Ramírez y su recua de operadores de comunicación social, fue el cierre del radio periódico Metrópoli, que se transmitía en tres ediciones, bajo la conducción de los periodistas Jaime Luis Brito, Alberto Millán Toledo, Oswaldo Salazar y Jorge Espindola, a través de la frecuencia de la Súper Z, propiedad del ingeniero Jorge Fernández quien, bajo la tutela de ese grupo de comunicadores, conoció las miles del poder.

Hoy, sin ese servicio noticioso, libres para actuar en donde mejor convenga a su vocación por la objetividad y la pluralidad, ese grupo de profesionistas deben navegar en busca de puerto seguro y aprovechar las herramientas que hoy ofrece la súper carretera de la información que, además, no cobra peaje, ni derecho de piso.

En el tema de las amenazas y la persecución, este reportero ha sido blanco permanente, especialmente de parte de los gatos de Graco, los personales; así como de su hijastro, el modoso Rodrigo Gayosso Cepeda y, naturalmente, de su jefe de policía, el tijuanense más traicionero y malagradecido, Alberto Capella Ibarra. O le bajas o te vas arrepentir, me han advertido.

Motivo de la recurrente persecución e intimidación de patrullas de la policía del Mando Único, para ver que llegue bien a su casa, me decían cuando cuestionaba si algo se ofrecía, siempre al filo de la media noche, a mi regreso de las juntas de AA, es por lo que decidí cambiar domicilio particular sobre la carretera federal Cuernavaca-México.

(1) Real Academia Española / Pendejo.-  m. coloq. Hombre cobarde y pusilánime. m. coloq. Hombre tonto, estúpido.