TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano
Fiscalía
El gobernador del Estado, el hoy presidenciable según él, Graco Ramírez Garrido Abreu, está empezando el principio del fin de su (des) gobierno que, el próximo 1 de octubre llega exactamente a la mitad y, a partir de entonces inicia la cuenta regresiva, ese ejercicio de retirar hojas al calendario y, a la par, se multiplicará el conocimiento de asuntos de escándalo en los que él y su familia de han involucrado.
Mientras tanto, el señor de Tabasco comparte con los diputados a la LIII Legislatura, le responsabilidad de seleccionar, al o a la nueva Fiscal General del Estado, alejado de la tentación de volverse a burlar de los morelenses e imponer a un sujeto improvisado y que se ha comportado más como su enemigo, que como su aliado, como es el caso del loquillo que despacha como comisionado de Seguridad Pública Estatal, Jesús Alberto Capella Ibarra quien, por cierto, ya se toma atribuciones que no le corresponden.
Y precisamente sobre el tema de la selección del nuevo Fiscal General, me llama la atención que algunos integrantes del Foro Morelense, han expresado abiertamente su aspiración de ser incluidos en la terna, que deberá enviar el gobernador Ramírez al Congreso del Estado, a fin de que ahí se resuelva quién debe encabezar las tareas de persecución del delito en la entidad.
De entre quienes han expresado su aspiración de encabezar la Fiscalía General del Estado, he visto que la abogada María del Rocío Carrillo Pérez se reúne un día sí y otro también, lo mismo con grupos de abogados que con representantes de agrupaciones de profesionistas, empresarios y prestadores de servicios que son víctimas del delito.
Así por ejemplo, integrantes del Consejo Estatal de Abogados han expresado su reconocimiento y apoyo, a la oportunidad de que la licenciada Carrillo Pérez sea incluida en la terna de la que el Congreso del Estado seleccionará al nuevo titular de la Fiscalía.
También integrantes del Foro de Abogados de la Región Sur, reconocen que Carrillo Pérez es una abogada con experiencia y talento, para asumir la conducción de la fiscalía, pues se trata de una institución que conoce desde hace muchos años, pues entre 1985 y 1987, sus primeros empleos fueron precisamente dentro de lo que era la Procuraduría General de Justicia del Estado, primero como Secretaria Particular del Director General de la Policía Judicial y; después, como jefa del Departamento de Amparos y Aprehensiones de la Dirección General de la Policía Judicial.
Quienes conocen a María del Rocío Carrillo, desde sus años de estudiante, saben que se trata de una mujer valiente y comprometida con las encomiendas institucionales y/o laborales que le han sido encomendadas, por lo que confían en que su llegada a la titularidad de la Fiscalía, serviría para poner orden en la institución y combatir las irregularidades que ahí se cometen.
Dentro de su experiencia laboral, se debe destacar el trabajo que realizó en la Secretaria de Gobernación, como analista especializado de la Dirección de Seguridad del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), lo que le valió adquirir importantes conocimientos de utilidad en el cargo al que aspira.
En reciente reunión con abogados, en la que por cierto, el diputado federal Matías Nazario Morales, expresó su beneplácito ante la posibilidad de que sea ungida Fiscal, se recordó que entre 1988 y 1993, Rocío Carrillo trabajó en la Procuraduría General de Justicia, en cuyo lapso fue agente del ministerio público del fuero común, agente del ministerio público auxiliar del Procurador General de Justicia del Estado, jefe de departamento de Orientación Legal, Directora de Orientación Legal y Participación Ciudadana y secretaria auxiliar del Procurador, además de Directora de Servicios Periciales.
Por lo anterior y por la experiencia que adquirió durante casi una década de trabajo en el Consejo de la Judicatura Federal, para grupos de abogados, empresarios y organismos cúpula del sector privado, la licenciada María del Rocío Carrillo Pérez, es una de las morelenses que mayor éxito garantiza en el delicado encargo.