ENTREGAN LA PRESEA “JAIME ARAU GRANDA” AL CONTADOR PEDRO VARGAS RICO

Con Gran Mérito ENTREGAN LA PRESEA “JAIME ARAU GRANDA”  AL CONTADOR PEDRO VARGAS RICO

Nota de AURORITA ABARCA SOTELO

Durante un gran evento, efectuado el día miércoles en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, con gran mérito le fue entregada la Presea  “JAIME ARAU GRANDA”  al Contador  Pedro Vargas Rico, quien agradeció  al Colegio de Contadores Públicos de Morelos por haber enviado a la Federación de Colegios  la propuesta de su nombre y haberle hecho tan grande distinción, “sé que muchos otros amigos de otros colegios también son merecedores de esta distinción, por eso mi gratitud es mucho más grande”, dijo Vargas Rico.

Durante la entrega de la Presea “Jaime Arau Granda” al mérito Gremial que otorga la Federación de Colegios y Asociaciones de Profesionales del Estado de Morelos,  Vargas Rico expresó que  “Morelos, México y en general todo el mundo, está viviendo momentos difíciles en su economía, momentos en que es necesario retomar y hacer nuestra  labor como ciudadanos y profesionistas, respaldando las acciones legales para que el país, el Estado prosperen.

“En estos tiempos difíciles, se hace necesario que el campesino, el obrero, la ama de casa, el estudiante, el maestro, el político, el profesionista y todos juntos reaprendamos el poder del servicio y desde el lugar en donde la vida nos ponga, estemos dispuestos a disfrutar de la tarea que tenemos encomendada.

“Porque no se vale utilizar al pueblo o la labor que desempeñamos para sacar el mejor provecho para nuestro bienestar, a costa de los demás, sino el de sacar el mayor provecho para beneficio de nuestros semejantes”, aseguró el galardonado con la Presea “Jaime Arau Granda”, contador  Pedro Vargas Rico.

Teniendo como marco la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, en donde se llevó a cabo dicho evento, el rector de la Máxima casa de Estudios, doctor Alejandro vera Jiménez  dijo que hoy el mundo, el país y nuestro Estado de Morelos, se hallan inmersos en una época que habría iniciado en el siglo XIX, significada por una aceleración y expansiva explotación del hombre por el hombre , por una voraz e insaciable explotación de los recursos planetarios, por una mercantilización y cosificación de las relaciones con vivenciales, en las que todo se convierte, en las que todo se convierte en intercambio utilitario y en rentabilidad para los muy pocos que viven en una depredadora riqueza, mientras miles de millones de personas se debaten entre la vida y la muerte, en condiciones de hambre, miseria, desigualdad, marginación e inseguridad extrema.

Dos grandes guerras mundiales, una tercera llamada fría, bipolar y amagada con la hecatombe nuclear, cientos de masacres étnicas y religiosas, tanto como de intervenciones militares hegemónicas, y las innumerables olas de criminalidad, son el resultado más visible de una violencia frenética inacabable que no deja de destruirnos y herirnos en lo más profundo de nuestra condición humana, condición hoy más que nunca sumida en la incertidumbre y en la desvalorización de los referentes que nos construyen como personas dignas.

“Parecería menor pero no lo es de ningún modo, esa violencia social a la que refleja en nuestro país, en los casi 10 millones de jóvenes que no tienen ninguna oportunidad de continuar sus  estudios ni tampoco de insertarse en labores productivas y a quienes los hemos estereotipado como “ninis”, otra forma usual de etiquetar la lacerante realidad a fin de normalizarla como  parte de nuestra cotidianidad.

No es mi intención abrumarlos con una perspectiva sin salidas, sino compartir con ustedes esa lacerante realidad en la que podemos incidir para transformarla como universitarios y como  ciudadanos conscientes, críticos y propositivos. Muchos de ustedes se han formado en esta máxima casa de estudios, así como en otras instituciones educativas, pero todos como profesionales tenemos una deuda, una responsabilidad y un compromiso histórico y personal con la sociedad a la que nos debemos  y a la que está orientada nuestra diaria labor”, terminó diciendo el rector Alejandro vera Jiménez.

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