FIESTAS Y TRADICIONES DEL “CUERNAVACA DE MIS RECUERDOS”
EL KIOSCO EN EL CORAZON DE CUERNAVACA. SIGLO XIX
Por Mario Alejandro García Salgado
La ciudad de Cuernavaca, es reconocida y conocida mundialmente, por su clima templado y que a pulso se ha ganado el nombre de la “Ciudad de la Eterna Primavera”. Con este clima, la han visitado millones y millones de personas de casi todo el mundo, especialmente de los Estados Unidos de Norteamérica, mismos que se le ve paseando por lo que ahora es llamado Centro Histórico de la capital del Estado de Morelos.
En esta página, pretendemos irles dando fragmentos de la historia del “Cuernavaca de mis Recuerdos” y aunque tengo escasos 24 años, me apoyare el documentos antiquísimos y otros datos tomados de aquí y de allá. Quizá algunas personas que visitaron Cuernavaca, conozcan estas historias; o bien, que los papás de los papás hayan platicado sobre lo que en antaño era el corazón de Cuernavaca.
Hay hablaremos del año de 1897 (esperando no tergiversar la historia ni los centros históricos de nuestra bella ciudad. Y empezamos así:
Al oriente del Jardín Juárez, de nuestro Zócalo, y al norte del Jardín Morelos, entre los dos jardines encontramos (de este viejo libro que recopiló historia) una esquina que ha sido siempre importante en la vida comercial de Cuernavaca. Desde hace tiempo, más de sesenta años, se le conoce como La Universal pero aunque aparentemente igual, ha tenido grandes cambios a través de los años.
Es una casa que todavía conserva elementos de construcción desde tiempos coloniales y que durante siglos quizá no sufrió modificaciones y estamos también hablando del final del siglo XIX y por la pintura en forma de almohadillado que fue colocada en todos los edificios públicos y en los más notables de la ciudad cuando llegó el ferrocarril y al advertir que el KIOSCO también ha sido remozado, (este kiosco ha sufrido hasta cambios, pero más adelante hablaremos de ello), se puede señalar la fecha cercana a 1897. Nuestra esquina se llamaba entonces La Castrana.
Se acerca el final del siglo y para estar a tono con los tiempos esta famosa esquina se llama ahora El Fin de Siglo, y junto con La Luz del Día, que quedaba enfrente en el Mercado Colón y Los Dos Mundos al principiar la bajada de Salazar (Salazar es una de las principales calles de Cuernavaca, de ayer y de hoy y muy ampliamente conocida) La Gran barata al sur del mercado, y de la Viuda de Balcázar en el portal del mismo nombre, donde hoy se encuentra la oficina de Correos, así como el Gran Almacén de Don José Díaz fueron las principales grandes tiendas de aquella época en Cuernavaca.
En estos primeros años del siglo se aprecia bien la antigüedad de esta construcción con grandes muros y ventanas pequeñas, con su característico alero y su techo de teja y sobre todo el hermoso gran balcón de esquina, típico de la Colonia, que en Cuernavaca tuvo varios ejemplos y que por desgracia todos han desaparecido quedando únicamente el del Hotel España Colón junto al Teatro de la Ciudad, en la esquina de la avenida Morelos y la calle de Rayón que, aunado a lo que queda de original en el edificio, es una verdadera joya que se debe de proteger. Ahora la tienda de la esquina es El Progreso. Y efectivamente, se observa (en la foto) una casa de dos plantas; con una ventana y dos balcones y el letrero denominado El Progreso. Y en verdad son unos hermosos recuerdos del “Cuernavaca de mis Recuerdos”.