Cuando converso con amigos y otros no tanto sobre la elección del año 2018, casi todos coinciden en que esa fecha está por demás lejana a nuestro presente. Sin embargo por la situación de gravedad que vive Morelos y nuestro país, será a partir de la primera semana del año que entra cuando observemos a múltiples suspirantes a la gubernatura, presidencia de la república y uno que otro a algún municipio importante de nuestro Morelos.
Para aquellos que buscan blindarse políticamente, porque traen la cola sucia de tanto dinero que se han robado de sus estados, este enero que viene es la señal de salida para empezar a buscar en serio una posición para el 2018. Nuestro (des) gobernador será uno de los primeros que alce la mano para buscar “lo que sea”, con tal de quitarse de encima a múltiples críticos que lo han señalado como proclive a los dineros mal habidos, sobre todo porque de unas semanas para acá se empieza a saber que las uñas de muchos cercanos funcionarios a su hijastro están muy largas y han atraído hacia sí cantidades millonarias vía licitaciones “a modo” de contratos de obra pública federal por centenas de millones de pesos.
El penoso y vergonzoso asunto de Jerónimo Bernal, ex director del “Fideicomiso del lago de Tequesquitengo” al cual se le confió contratos de obra pública por ciento veinte millones de pesos, se une a la denuncia que la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos, dio a conocer la semana pasada y en donde otro empresario joven o junior ladrón –como se les empieza a conocer en el argot Cuernavacense–también fue beneficiado con obras públicas de recursos federales por una cantidad cercana a los quinientos millones de pesos.
Así es, la novel empresa “Corporativo Veltormart S.A. de C.V.” de la cual uno de los mejores amigos de Rodrigo Gayosso –ahora poderoso hombre de horca y cuchillo- es el principal accionista y apoderado general, recibió esta inmensa cantidad de recursos económicos a través de lo que parecen ser licitaciones amañadas en donde la Secretaría de Obras Públicas deberá de dar cuentas a la ciudadanía más temprano que tarde y dejar claro si hubo o no moches o si las empresas son reales, o solo son empresas fantasmas que finalmente sub contratan las obras llevándose pingües ganancias sin hacer absolutamente nada.
El 2018 empieza electoralmente en la primera quincena del 2017. Los partidos políticos lo saben y los personajes que aspiran a una candidatura independiente también lo vislumbran de esa manera, de ahí que el año que entra será una verdadera tortura para quien todavía gobierna Morelos, para quienes son poder en los municipios y para aquellos que vergonzantemente son diputados locales en la LIII Legislatura del Estado. La tunda que van a empezar a recibir de parte de quienes aspiran, será tremenda. No exagero en afirmar que Graco saldrá por piernas al ver la magnitud de lo que se le viene encima. El señalamiento negativo a quienes detentan el poder será muy fuerte. La gente está harta de ellos y este será el momento de desquitar su enojo.
La apresurada aprobación del presupuesto del 2017 por parte de los dóciles diputados a Graco lleva su razón de ser. Los “representantes populares” negociaron por última vez con quien seguramente ya no será gobernador el año que entra y en esa lógica, el precio de su voto podría haberse elevado en forma formidable. Los diputados, sobre todo aquellos que aspiran a otro puesto de elección popular o a su reelección, saben que la aprobación del presupuesto a Graco les daría una buena ganancia. Hay quien dice que económica, y hay quien sostiene que será por el hecho de que la ciudadanía los verá como promotores del desarrollo y la modernidad para Morelos. ¿Usted que piensa amable lector?
El martes 15 de noviembre los diputados le entregaron un cheque en blanco a Graco. Lo aprobado ahí le dará al tabasqueño más recursos con los cuales pueda hacer frente a su trasnochada candidatura a la presidencia y a Morelos le dará un futuro negro económico. Esta LIII legislatura pasará a la historia como las más negra que se haya tenido Morelos.
JABONAZO
“Asfaltos Prisma S.A. de C.V.” Avenida Aeropuerto 1001, Temixco, Morelos. Esta empresa es la beneficiaria de contratos por decenas de millones de pesos en obra pública federal, entre ellos la reencarpetación del “Circuito del Lago de Tequesquitengo”. Lo raro es que en esa dirección se encuentra: “Fonda y Antojitos Rubí” ¿Se habrán equivocado de dirección o será otra empresa rara?