EL DOMINGO.>> DEDICADO A LA IGLESIA CATÓLICA.>

 

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DEDICADO A LA IGLESIA CATÓLICA.>

“QUE GRANDE ES TU FE”.

            Son Marcos  nos presenta do milagros extraordinarios, puestos en relación entre sí: una mujer sanada y una niña resucitada. En los dos casos se trata de mujeres, en los dos aparece el mismo número: doce años de la niña y doce años de enfermedad de la mujer. Las dos pierden lentamente la vida. Ni la ciencia ni la religión había ofrecido solución, pero  Jesús tiene poder para devolverles la vida; la clave está en tocarlo con fe o ser tocados por Él.

              Jairo, representante de la religión oficial, reconoce su importancia ante la enfermedad y la muerte de su hija; no encuentra solución, ni siquiera en su religión; sabiendo esto, entiende que Jesús tiene poder para salvar a su hija, por eso hará todo lo que pueda para traerlo a su casa. La mujer que padecía  flujos de sangre ha hecho todo lo que estuvo a su alcance, pero no h logrado sanar; los médicos no han podido quitarle el mal. Pero ella sabe que Jesús tiene poder para para sanarla y hará todo lo que pueda para llegar hasta Él.

               En ambos casos hay mucha gente. La mujer está entre la multitud que apretujaba a Jesús; la niña ya muerta está reodeada de muchos que lloran y hacen alboroto. Pero “mucho” cede el paso a “uno”; el único modo de estar ante Jesús, para ser sanado de la  enfermedad y rescatados de la muerte es acercarse con fe. La mujer sabía que con sólo tocar l borde del manto de Jesús sería sanada. Y así fue, Jesús tocó a la niña y la  devolvió vid a su padre.

             El número doce y la mención de las mujeres nos permiten entender los dos milagros como una parábola de pueblo de Dios. Y la proclamación es directa: más allá de todo recurso legítimo (ciencia y religión), asegurándonos de llegar con fe hasta Jesús y de tocar su  humanidad. Mejor dicho,, de dejarnos tocarnos por él, Jesús tiene poder para frenar toda vida que muere que muere lejos de Él y transformarla en una vida plena y valiosa, que se prolongará hasta la eternidad.

            Que también nosotros podamos escuchar de Jesús “Qué grande es tu fe!”

 

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