E N T É R A T E . >>
///SABADO 23 DE JULIO/2022///
Por Marcel Yina GAYEN.
- Confirman Hay una Nueva Droga…
- DUERMEN A LAS VICTIMAS Y SE LAS LLEVAN.
CASO CONTADO POR LA VICTIMA>>
Algo espantoso le pasó a una mujer, como de 55 años de edad, quien fue víctima de un secuestro exprés por varios sujetos y lo que ella denuncia, fue espantoso donde sus captores le hicieron de todo, y ella veía y sentía, pero no podía hablar, no podía gritar ni menearse.
Lo que le pasó a esta mujer no fue en Morelos, pero sí dentro de la República Mexicana y por su importancia es digno de mencionarse para que las mujeres tengan cuidado.
Resulta que esta mujer, (no vamos a poner su nombre por respeto), fue a un mercado sobre ruedas que se ubica a borde de carretera, y cuando andaba comprando, vio que un carro grande negro la seguía y ella, mejor se fue para otro lado y no le dio tanta importancia.
Había mucha gente, platica, cuando vio a dos tipos que venían de frente y al pasar junto de ella, uno de ellos, le entrelazó los brazos, mientras que el otro le aplicaba un piquete en el cuello que la hizo paralizarse casi de inmediato.
Un poquito antes, dice que la saludo una mujer vigilante.
Los sujetos la llevaron en vilo y la subieron al carro grande y negro y la llevaron por allí cerca; había un portón despintado y entraron.
Allí, los sujetos la violaron por todas partes, le mordieron todo su cuerpo hasta arrancarle algunos pedazos de carne de sus pechos y la siguieron violando hasta que se cansaron. Pasó el tiempo y se hizo de noche.
“No podía gritar, no podía hablar, no podía menearme. Estaba paralizada” narró en su denuncia.
Por fin sonó un teléfono y los sujetos se fueron y antes de irse, uno de ellos le dijo: “te salvó un ángel”.
“Como pude salí del lugar y arrastrándome me fui hasta encontrar a dos mujeres que me auxiliaron: ¿Qué le pasó, mire cómo viene?, me decían, pero la droga que me inyectaron todavía tenía efecto, por lo que no podía hablar y casi sin poderme menear. Una de ellas dijo: “no se preocupe, ahorita vamos por una patrulla”, y así lo hicieron.
Vino la patrulla, me subieron y me llevaron a un hospital donde las enfermeras me querían lavar y una de ella dijo que no, porque se borrarían las evidencias de lo que me hicieron.
Pasó largo, pero muy largo rato y empecé a mover los labios y empecé a balbucear y conté lo que me pasó y concluyeron diciendo que me habían inyectado una droga que me adormeció, pero no impidió que yo viera y sintiera todo lo que me estaban haciendo.
Finalmente se contó que es la modernidad que los psicópatas utilizan para privar de la libertad a sus víctimas y llevarlas a lugares apartados para hacerles sus bajezas.
Por todo lo anterior, está pobre mujer manda un mensaje para que las demás mujeres se cuiden y que cuando vean algo sospechoso, concurran con algún policía y vayan a donde hay mucha gente y griten porque de lo contrario podrían ser víctimas de los delincuentes, como le pasó a ella.