Durante la infancia uno puede vivir los momento mas felices, a pesar de la pobreza

CIENCE TECHNOLOGY AND LIFE

DURING ONE’S CHILDHOOD ONE CAN LIVE THE HAPPIEST MOMENTS, INSPITE OF POVERTY

By CEV-G

Ricky was an observant eight-year-old, in spite of his Japanese eyes, he never missed an event. He watched how the red, blue, and yellowish flames of the fire warmed their overworked hands. But most of all it warmed their hearts. He had survived another day of trials and tribulations, and found solace being with his mothers’ sons and daughters. SHARING the bread he had kneaded with his grandfather at the bakery gave him a sense of satisfaction. Nine-year-old Angel invariable shared the honey he had not sold during his vending ventures. * Tata Jose, shared his skills at making the fire, gathering the lemon leaves for the tea. Many children were sitting around the fire waiting their turn to be served a Mexican mug with steaming tea. Not all the present children cooperated. ‘Tranzas’ was one of the brothers who never pitched in. He was next to the oldest, rough, beady eyes like a snake, a trickster, a cheater, an expert at inflicting pain; he was always dirty as if he had just crawled out of a gutter. The things he carried to hurt the living were: plenty of ammunition, spikey rocks, a sling shot hanging from his neck, a sharpened soda cap, a long piece of chain around his waist, and plenty of stolen marbles to bet against other children’s. Fear, lies, gossip, and double meaning bad words were always used to attack or debilitate other kids. Tranzas often threaten to tell your peers, teachers or patents things that you were afraid of, for instance: “If you don’t give me your candy, I’ll tell your teacher that your feet stink., If you don’t sell me your food, I’ll tell mom that you didn’t wipe your but hole., If you don’t give me your money I’ll tell your friends that you are queer.” Tranzas did not work, did not do any chores as a child. On the other hand, Ricky was one of the younger siblings. He and Angel handed over the hard earned money to their mother. All the rest of the siblings had a peculiar way of surviving; they kissed don Chava’s hand upon arrival. All except Ricky, he never kissed the hand of the kids’ dad. Furthermore Ricky was not even considered a son. Yet, it was Ricky who always looked after the wellbeing of Don Chava. That complicated kid, waited at the river’s edge when Don Chava was drunk. While, the mechanic was snorting and cursing, his eldest son Tranzas, would crawl and steal the money from the drunkard’s pockets. Ricky was 8 years old, but knew better than to steal from a man. Nonetheless he questioned God’s sense of justice.

Especially when they were sitting around the fire ready to eat. During that time Tranzas would move around the fire, buying the food from his siblings. If they were too hungry to sell what he demanded, he would resort to instilling fear in their hearts. He would squeeze next to you and demanded your food in exchange for the money he had previously stolen from his drunkard father. But, even if you unwillingly sold him your food, the money that he paid would disappear during the night. I can recall one night that Angel, was very hungry. Tranzas, forced him to sell his food. Angel in turn hid his money into the cracks of the stone fence of the house. In the middle of the night Tranzas was screaming at the wall, complaining that a scorpion had stung him. Mother quickly tried to apply a tourniquet to prevent the venom from advancing, but Tranzas refused to open his clenched fist. Finally, involuntarily his hand opened and dropped the money he had taken from Angel’s hidden place in the wall. Tranzas immediately pick up the money and put it in his mouth. Later on when they arrived with the kid to the doctor’s clinic, the doctor said that Tranzas suffered from lead and copper poisoning not scorpions’ venom. But Ricky was not convinced that the venom was other than the scorpions. So he went to the fence to see what had harmed Tranzas. He discovered a stiff, stretched out, dead scorpion. ¿Was it Transas’s blood that had poison the scorpion or the other way around?

               So after so many bad experiences during his childhood, Ricky was convinced that those were the happiest years of his life. Yet several questions hunted him throughout his life: Does a kid like Tranzas, stop being bad when he becomes an adult? Or, Does God play favorites and protect the wicked? Lingering in his tormented mind were those questions; especially during the time he spent in Viet Nam. Furthermore were the words his Tata had said. “All the bad deeds you do in life you pay for – in this life…there’s no hell nor heaven…in life Ricky in life”

Years later as an adult, Tranzas used to beat up his wife; he forced her to work at the ISSTE as a cashier. After his own daughter grew up he got her to work with a bunch of corrupt people at the State’s chief of police office PGJ, now FISCALIA.

 

CIENCIA TECNOLOGIA Y VIDA

DURANTE LA INFANCIA UNO PUEDE VIVIR LOS MOMENTOS MÁS FELICES, A PESAR DE LA POBREZA

CEV-G

Ricky era un niño observador, ocho años de edad, y a pesar de sus ojos japoneses, ningún evento opaco su percepción. Observó cómo las llamas rojas, azules y amarillas del fuego calentaban las manos excesivamente trabajadas. Pero la mayor parte de la obscuridad de la noche era la que les calentaba el corazón. Ya había sobrevivido otro día más de pruebas, y todos estaban juntos – en casa. Compartir el pan que había amasado con su abuelo en la panadería le daba una sensación de satisfacción. Ángel, nueve años de edad invariable compartía la miel que no había vendido durante sus aventuradas vendimias. * Tata José, compartió sus habilidades en hacer el fuego, y recogiendo las hojas de limón para el té. Muchos niños estaban sentados alrededor del fuego esperando su turno para ser servidos un jarro mexicano con té humeante. Pero, no todos los niños presentes cooperaban. ‘Tranzas’ fue uno de los hermanos que nunca coopero.  Él era uno de los hijos primogénitos, áspero, ojos pequeños y brillantes como una serpiente, un embaucador, un tramposo, un experto en infligir dolor.; él siempre estaba sucio, como si acabara de salir arrastrándose de una de las barrancas de Cuernavaca. Las cosas que él acarreaba para causar  daño en la vida fueron: un montón de munición, rocas puntiagudas, una resortera, una honda que colgaba de su cuello, una ficha de refresco afilada, un largo trozo de cadena alrededor de su cintura, y un montón de canicas robadas para apostar contra otros niños. El miedo, mentiras, chismes, y el doble sentido del albur fueron siempre utilizadas para atacar o debilitar a otros niños. Tranzas a menudo amenazaba con decirle a sus compañeros, profesores o padres, cosas que atemorizaban a uno, por ejemplo: “Si no me das tu dulce, le diré a tu profesor que te apestan las patas, Si no lo haces- si no me vendes tu comida, le diré a mamá que tú no te limpias la cola., Si no me das tu dinero  lo diré a tus amigos que eres maricon.” Tranzas nunca actuó para el bien común de los hermanos. Por otro lado, Ricky fue uno de los hermanos más pequeños. Él y Ángel entregaban a su madre el dinero que duramente habían  ganado. Todo el resto de los hermanos tenían una manera muy  peculiar de sobrevivir; le besaban la mano a don Chava cuando él llegaba. Todos excepto Ricky, él nunca besó la mano del padre de los niños. Además Ricky ni siquiera fue considerado un hijo. Sin embargo, fue Ricky quien siempre cuidó el bienestar de Don Chava. Ese chico melancólico, y complicado, esperaba a la orilla del río cuando Don Chava llegaba borracho. Mientras, el mecánico roncaba y maldecía, su hijo mayor Tranzas, se arrastraba y robaba el dinero de los bolsillos del borracho. Ricky tenía 8 años, pero sabía que no debía robar a ningún hombre. No obstante cuestionó el sentido de justicia de Dios. Especialmente cuando estaban sentados alrededor del fuego listos para comer. Durante ese tiempo Tranzas se movía alrededor de la fogata, comprando de la comida de sus hermanos. Si era demasiada el hambre de los hermanos y hermanas  para venderle lo que Tranzas exigía; el que recurriría a infundir miedo en sus corazones. Él se apretaba a tu lado y exigía tu comida a cambio del dinero que había robado previamente de su padre borracho. Pero, incluso si involuntariamente le vendías tu comida, el dinero que te daba  desaparecería durante la noche. Recuerdo una noche que Ángel, tenía mucha hambre. Tranzas, le obligó a vender su comida. Ángel a su vez ocultó su dinero en las grietas de la cerca de piedra de la casa. A media noche Tranzas estaba gritando, recargado en la pared, quejándose de que un escorpión le había picado. Su madre intentó rápidamente aplicar un torniquete para evitar que el veneno avanzara, pero Tranzas se negaba a abrir su puño. Por último, involuntariamente su mano se abrió y dejó caer el dinero que había sacado del lugar en donde Ángel lo había ocultado. Tranzas recogió inmediatamente el dinero y se lo metió a la boca. Más tarde, cuando llegaron con el niño a la clínica del médico, el doctor dijo que Tranzas sufría de envenenamiento  de  cobre no envenenamiento de escorpión. Pero Ricky no estaba convencido de que el veneno era distinto al de los escorpiones. Así que se fue a la barda para ver qué había pasado con Tranzas. Descubrió un, tendido, tieso escorpión muerto. ¿Era la sangre de Transas que había envenenado al  escorpión o al revés?

Así que después de tantas malas experiencias durante su infancia, Ricky estaba convencido de que esos fueron los años más felices de su vida. El haber compartido el pan, los anhelos, las esperanzas y la superación.  Sin embargo, varias preguntas le atormentaron  durante toda su vida: ¿Un chico como Tranzas, deja de ser malo cuando se convierte en un adulto? O, ¿Juega Dios favoritos y proteger a los malvados? Persistieron tales preguntas durante Viet Nam. Y sin embargo fueron las palabras que su Tata quien había dicho. “Todas las cosas malas que la gente hace  en la vida se  pagan – en esta vida… no hay infierno ni el cielo… en la vida de Ricky en la vida”

Años más tarde, en la edad adulta, Tranzas en varias ocasiones  golpeaba a su esposa; y la obligó a trabajar en el ISSTE como cajera. Después de que su propia hija creció. A ella también la puso a trabajar con un montón de gente corrupta en LA PROCURADURIA; ACTUALMENTE LA FISCALIA.

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