Pedro Martínez Serrano
Hace años escuché que la mentira puede viajar mil años, pero la verdad en un segundo la alcanza. Nada más cierto. Aunque en nuestra entidad, el señor Graco Ramírez Garrido Abreu, se empeña en sujetar su actuación como gobernador, al dictado del propagandista nazi de Joseph Goebbels, que decía que una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad.
Precisamente por lo anterior, es que el señor Ramírez contabiliza ya dos años de engaños, mentiras que cada día son menos quienes le creen, especialmente las que tienen que ver con la inseguridad, que golpea con rudeza en los 33 municipios de la entidad, tanto como el rezago económico en que se refunde a Morelos en la estadística nacional.
Y mientras se multiplican las víctimas del delito a lo largo y ancho del estado, el gobernador y sus empleados, especialmente el secretario de gobierno, Jorge Messeguer Guillén, insisten en el intento estúpido de maquillar la rudísima realidad en que vivimos, que no es otra que la que contabiliza el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Precisamente en su reporte de septiembre, al cierre de agosto, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica indica que en lo que va del año, en Morelos se han registrado 595 homicidios, 88 secuestros y el robo con violencia de 784 vehículos automotores. Esos indicadores oficiales, no percepción; son parte de los hechos que hilvanados con muchos otros acontecimientos violentos, dibujan el panorama de inseguridad que ha llevado a gobiernos europeos y de Estados Unidos y Canadá, a enviar las alertas de seguridad a sus nacionales, para que no visiten nuestra entidad.
Frente a esa realidad, el gobernador Graco Ramírez se empeña en mentir, en repetir mentiras, con las que pretende convencernos de que no pasa nada, cuando en los hechos el estado de desmorona y el terror de la ciudadanía se agudiza, con el recurrente abuso y atropello policiaco que, por instrucciones del jefe estatal de policía, Alberto Capella Ibarra, busca abultar la estadística de aprehensiones de criminales.
El jefe del Ejecutivo Estatal se ha dedicado a repetir mentiras, la más recurrente durante su campaña, que subrayó en su toma de protesta, aquella que más le ha pesado, la que tiene que ver con la afirmación de que en 18 meses resolvería el problema de la inseguridad. Nada ha hecho. Por el contrario, la violencia se ha recrudecido y la inseguridad es preocupación permanente de todas las familias.
Pero no sólo en el tema de la seguridad ha fallado y, obvio, mentido el señor Ramírez, en el apartado del desarrollo económico, Morelos ha avanzado rápidamente en la estadística nacional, sólo que para atrás, hasta colocarse en los últimos lugares, aunque su secretario (i) responsable del sector, Julio Mitre Cendejas pase por alto lo que ocurre en cuanto al cierre de empresas, porque para él los changarros no cuentan; la pequeña y mediana empresa representan un asunto menor.
Así en medio de engaños, Graco Ramírez llega a dos años de gobierno y todo apunta a que las cosas pasarán de mal a peor, en especial por el empeño del tabasqueño de mantenerse enfrentado con todos los sectores sociales, en especial con sus adversarios políticos.
Lo lamentable del caso es que mientras nuestra entidad se cae a pedazos, desde el Congreso del Estado los diputados integrantes de la actual legislatura, juegan la parte y se dedican a complacer los caprichos de Graco, a cambio de favores y gratificaciones.
