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POR AURORA ALBAVERA SOTELO.>>
- EN EL ABANDONO LOS PELIGROS QUE CORRE LA
- POBLACION EN CUERNAVACA.>>
Hace poco más de un mes, los transeúntes, los vecinos, los comerciantes de la zona se espantaron porque de repente una barda de un comercio, en pleno zócalo de Cuernavaca, se vino abajo, por fortuna no lesionó a nadie, pero el susto nadie se los quita.
Antes de esto, la gente se alarmó porque el piso de la Plaza de Armas, de frente a Palacio de Gobierno, se empezó a levantar; las autoridades “corrieron” (sic) para ver este fenómeno y hasta aquí quedo.
En la entrada principal del Seguro Social de Plan de Ayala, a un lado del enrejado, el piso también se empezó a levantar y las autoridades del IMSS solo pusieron cinta preventiva para que la gente no se acercara a ver qué es que ocurría y ocurre hasta la fecha.
La incapacidad del presidente municipal, José Luis Uriostegui Salgado y su séquito de colaboradores, especialmente de Protección Civil no han hecho nada; salvo el gobernador Cuauthémoc Blanco ordenó investigar lo de la Plaza de Armas y para decirle al público que están trabajando, ya mandó cercar toda la plaza con láminas de madera.
En plan sarcástico, la gente empezó a preguntarse: “y ahora hasta cuándo sabremos lo que verdaderamente pasó, porque la remoción o remodelación del Palacio de Cortés se llevó cerca de cinco años, lo de la Plaza de Armas cuánto tiempo estará cerrada?
Otro grave peligro que corre la ciudadanía es que el lado norte de la Latino Americana, ubicada entre las calles de Morelos y Degollado está sentida, ya que con uno de los temblores, solo remodelaron y hasta allí.
Lo grave de todo esto, es que ni el presidente municipal Uriostegui salgado ni Protección Civil municipal se dan por enterados y si lo hacen, muestran un desinterés que la larga podría traer graves consecuencias.
La barda de un comercio que se cayó, de la calle Matamoros, frente al Bancomer constituye un grave peligro, ojalá y el alcalde no se arrepienta luego de que pase una desgracia.
Un grito a tiempo, salva vidas.