TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano
Cártel de PASA
Hace unos días, el pasado 2 de agosto se cumplieron 5 años, de que un grupo de morelenses comprometidos con la ciudad, empresarios y trabajadores, aceptaron un reto alto y complicado, pero además el compromiso de responder a la exigencia de los cuernavacenses de tener una ciudad limpia y alejada de los riesgos de una contingencia.
También desde entonces, los empresarios agrupados en el Sistema Integral de Recolección de Cuernavaca (Sirec), se convirtieron en blanco de ataques, orquestados por esbirros de la representación en Morelos de Promotora Ambiental Sociedad Anónima (PASA), primero de parte de Sergio Urzúa, entonces director de la empresa en Cuernavaca; más tarde, pagados por Guillermo Pasquel Hernández, el abogado que al amparo de recursos leguleyos ha mantenido vivo un pleito que nació muerto, perdido para la empresa que representa.
Aún contracorriente y con limitadísimos recursos, las empresas integrantes del SIREC, han mantenido el servicio de limpia en Cuernavaca; en ningún momento han caído en la tentación de motivar una contingencia en agravio de la ciudadanía, como instrumento de presión para agilizar el pago del millonario adeudo del ayuntamiento con ellos.
Ejemplo de lo anterior, es que a la fecha, de acuerdo a informes deslizados al reportero en la Tesorería Municipal, el ayuntamiento adeuda el pago de 5 meses de servicio al SIREC, organismo concentrador de las empresas Toochster (28 rutas de recolección omiciliaria); Esa Contenedores (Centro Histórico, Mercados, Escuelas Públicas, desde kínder, hasta universidad); Pineda Contrucciones (Roo Loof ALM, Centro de Trasferencia y maquinaria) y; Autotransportes Maquimir (traslado al destino final).
Con todo y lo anterior, el servicio no se ha suspendido en ningún momento, lo que habla de la responsabilidad social del grupo de empresarios, que decidieron apostar a favor de los cuernavacenses y, así, evitaron la pretendida contingencia motivada por la Promotora Ambiental, avalada por sus socios en Cuernavaca, encabezados por el ex gobernador Sergio Estrada y dentro de la que incluyó a sus empleados Oscar Sergio Hernández, el pederasta Javier Bolaños Aguilar, (el difundo) Jesús Gilez Sánchez, Roque González Cerezo y el ahora millonario (y antes atarantado office boy en oficinas de tránsito), Víctor Mercado Salgado, entre otros que, en conjunto se agenciaron el 40 por ciento de la acciones de operación del servicio que se concesionó en condiciones de vergonzosa ventaja y atraco a las propiedades dcel municipio.
Esos mismos que encabeza el corrupto, tramposo y relacionado con criminales del mundo del narcotráfico, Sergio Estrada, hoy se frotan las manos, ante la proximidad del término del contrato de la prestación del servicio de limpia (el mejor calificado, por encima del alumbrado, agua potable, seguridad, aseo urbano, obras públicas, parques, panteones y mercados), en espera del asalto de la concesión.
Y, aunque PASA abandonó la plaza, dejó tirado el servicio y se fue de la ciudad como los sirvientes mal pagados y maltratados, con el argumento de que se les tenía un adeudo de un mes y, sólo por eso, se colocaban en condiciones de incapacidad de prestar el servicio.
El tamaño del problema que genera al ayuntamiento, concesionar un servicio, cualquiera que éste sea, es que los beneficiarios de la concesión, como ocurrió con PASA, ocupan el servicio como instrumento político y de manipulación. PASA llegó al extremo de pretender arrodillar a la ciudad y a su autoridad y, concesión en mano, ponerse en contra del municipio, como ocurrió con el expresidente municipal Manuel Martínez Garrigos.
Lo anterior acredita que concesionar los los servicios, le provoca más problemas que beneficios a los ayuntamientos.
Sobre el particular, mi amigo el periodista Javier Jaramillo Frikas (hoy Director General del Periódico Morelos Habla), escribió el 10 de enero de 2013:
1.- La Prueba Reina:
El 2 de agosto del 2010, Sergio Urzúa, director de PASA —que prestaba el servicio— apareció entrevistado en el estudio de Televisa en el horario estelar. Ahí fue claro y contundente: PASA deja de brindar el servicio en Cuernavaca por la falta de pago. El contrato hecho con la administración de Jesús Giles Sánchez con Alejandro Villalobos, regidor de Obras Públicas y Roque González Cerezo, síndico procurador como principales operadores, especificaba claramente que la empresa responsable de la recolección de la basura, debe contar con un fondo de emergencia por 80 millones de pesos que garanticen la prestación del servicio por cualquier emergencia. Según lo saben en PASA y en el ayuntamiento en su oportunidad, el adeudo no llegaba ni al 30 por ciento del fondo. Existen oficios enviados por el entonces secretario general del ayuntamiento, Rodrigo Gayosso Cepeda, en el que le avisa a PASA que puede pasar a cobrar parte o el total del adeudo. Nunca fueron y dejaron la plaza abandonada. Ante la posibilidad del retorno de un Octubre Rojo del 2006, como pudieron buscaron solucionar al problema. Esas mismas condiciones permitieron que empresarios del transporte se adentraran en el negocio y hoy a dos años y cuatro meses, tengan infraestructura incluso para competir en otros sitios sin el rebombo de un consorcio pero con la eficacia de la experiencia forzada.