TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano
Bien intencionado
El presidente municipal electo de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo, es un ídolo de la afición futbolera. Se lo merece. Es el segundo máximo goleador del América, con 152 tantos y tercero de la selección Mexicana.
Lo suyo es el futbol, no la oratoria, como tampoco la política, pero es bien intencionado, me parece que habla con la verdad y, sobre todo, que no es un ratero, como la mayoría de quienes hacen política para hacer dinero, como hoy ocurre con el señor Graco Ramírez y la pandilla con la que saquea a placer el tesoro de los morelenses.
Sin embargo, creo que como a muchos habitantes de la ciudad, me preocupa, que los rufianes que lo convirtieron en candidato, los mismos que ahora tienen en venta la ciudad, como los cargos de su administración, los hermanos Roberto Carlos y Julio Yáñez Moreno, desvíen las buenas intenciones del joven presidente municipal electo y, al final, ni cachos buenos, como dicen coloquialmente, ni los pellejos dejen de nuestra muy querida Cuernavaca.
Y es que mientras que por un lado, en el equipo de transición, se alcanza a identificar a algún buen activo, experto en el tema que le fue asignado, como es el caso del ex diputado local, Carlos de la Rosa Segura, la verdad, la mayoría de los que vuelan como aves de rapiña a su alrededor, lo único que hacen es andar buscando dinero, pero para ellos.
Loe hermanitos Yáñez, por ejemplo, pidieron un par de automóviles de lujo, de esos alemanes que les llaman Mercedes Benz, a cambio de asignar un millonario contrato de obras, a una empresa cuyos representantes conozco. El amable enlace, el portador de la petición del favorcito, fue el Jorge Sánchez Becerril, enlace en el equipo de transición en Secretaría de Obras y Servicios Públicos.
Por si lo anterior no fuera suficiente, que la rapiña de Cuernavaca, personificada por los hermanitos Yáñez Moreno e integrantes de su cártel, empiecen a saquear la ciudad desde antes de tomar posición, ahora entraron en complicidad con el diputado federal del PAN, el veracruzano corrupto y presunto pederasta, Javier Bolaños Aguilar ante quien sentaron a Cuauhtémoc, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez y Francisco Salinas Sánchez, alcaldes electos de Cuernavaca, Jojutla y Zacatepec, con el cuento de que será el conducto para asignarles recursos millonarios que urgen, como en los 33 municipios de la entidad y los del resto del país.
Lo que en realidad motivó la reunión, fue la propuesta, la oferta del veracruzano pederasta, Javier Bolaños Aguilar, de asignar recursos a aquellos municipios, que serán gobernados por el Partido Socialdemócrata, a cambio del apoyo de sus respectivos cabildos al tema de la concesión del servicio de alumbrado público, en cuyo negocio Bolaños se vendió con los empresarios regiomontanos que quieren venir a Morelos, a adueñarse de millones de pesos mensuales a cambio de espejitos.
Hoy, desde su posición en la legislatura federal, Bolaños Aguilar pretende convertirse en el gran benefactor, cuando en realidad lo que busca, es lo mismo que los Yáñez Moreno… ¡Ver que se roban! Lamentable que lo bien intencionado, que no buen hombre (que no sea un pendejo), corra el riesgo de perderlo el señor Blanco Bravo, por la voracidad de unos cuantos malvivientes que lo rodean.
Por cierto, si comete errores para hablar, eso es lo de menos, no va a participar en un concurso de oratoria, lo demás, es la pasión, la entrega y voluntad con que aspira a gobernar nuestra ciudad, cualidades que ojalá no pierda, ni se deje engañar.
