TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano
Becerril en aprietos
Pedro Martínez Serrano
El presidente del Partido Revolucionario Institucional en Morelos, Rodolfo Becerril Straffon, se encuentra en serios aprietos y, aunque su apuesta es a que el tiempo resuelva lo que él ha sido incapaz de enfrentar, el reloj electoral se agota y el momento de dar la cara se aproxima vertiginosamente, especialmente en cuanto a la integración de los ayuntamientos refiere.
La asignación de regidurías, acusa provocar más complicaciones que las candidaturas mismas a alcaldes y diputados, pues en la mayoría de los casos, cuando menos la primera posición tiene boleto seguro para entrar al ayuntamiento, lo que no ocurre con quienes contienden por presiudencias municipales y sindicaturas, que tienen que ganar la elección, no hay de otra para ellos, sólo así entran.
De acuerdo a lo que me deslizó una fuente cercanísima a las decisiones del priísmo en Morelos, el doctor Becerril Straffon, quien por cierto aseguran que va en la lista de los plurinominales para una diputación federal, como presidente del Directivo Estatal, tiene mano para meter un candidato a regidor en cada uno de los 33 ayuntamientos.
Por lo anterior, los aprietos que enfrenta en esa toma de decisiones, pues son muchos los que hoy se sienten con merecimientos, especialmente aquellos a los que se identifica como huérfanos del rivapalacismo, aquel grupo de morelenses que creció al amparo del ex gobernadorAntonio Riva Palacio López que sólo por estar etiquetados así se sienten con el derecho de ser incluidos en los cabildos.
En un segmento aparte, están aquellos que han estado con él, con el doctor Becerril en las buenas y en las malas, creo que más malas que buenas, pero que se han conducido con lealtad y compromiso a él y a sus proyectos, lo que me hizo recordar un apunte del propio dirigente estatal priísta, en su libro editado por la Fundación Colosio, Antonio Riva Palacio López / Morelense ejemplar, en su capítulo VII. DON ANTONIO, EL POLÍTICO, donde Rodolfo Becerril Straffon, en su página 94 recuerda:
Corría el año de 1987. El fungía como presidente del Senado cuando se supo la noticia de que sería el candidato de su partido al gobierno de Morelos. Yo no tenía en esos años un trato personal cercano con él. No obstante, seguía con interés su desempeño público. Como morelense me sentía orgulloso de que un paisano ocupara tan relevantes posiciones en la política nacional. En Cuernavaca solo le conocía por su prestigio como abogado litigante. Acudí a felicitarlo a las oficinas de Xicotencatl. Al iniciar su campaña como gobernador pronuncia un discurso que enaltece lo morelense: “Morelos ha sido uno de los escenarios más importantes y más dramáticos en las luchas armadas y decisivas por el triunfo de la revolución y la justicia.
Más adelanta, recuerda que sin ser de su equipo, sin siquiera tener trato personal con él, el político morelense Antonio Riva Palacio López le dio la oportunidad de trabajar a su lado.
Hoy, casi 3 décadas después, el dirigente estatal del priísmo, enfrenta la responsabilidad de dar oportunidad a quienes han crecido a su lado, a quienes se han formado en la construcción de sus proyectos o, también, se encuentra ante la posibilidad de desplazarlos y entregar los espacios a terceros, con lo que enfrentará el cuestionamiento la duda perniciosa de que la asignación de regidurías no respondió a merecimientos, sino más bien a componendas.
En Cuernavaca, por ejemplo, se multiplica el rumor de que las posiciones las reservó ya para darlas a conocer en el último momento, a personas que posiblemente no cumplan con el requisito fundamental de abonar al triunfo priísta, como es el caso de Carlos Hernández Adán, quien sustenta su popularidad en la propiedad de la escuela Loyola, cuyos egresados, creo que lejos de guardar buenos recueros de él, son los primeros que votarán en contra de todo lo que él represente.
Me dicen que otra carta asegurada y negociada, es la integración a la fórmula que contenderá por el ayuntamiento de Cuernavaca, es la licenciada Angélica de la Torre Núñez, cuyo mérito principal es ser hija del abogado Alfredo de la Torre, secretario de gobierno en el gobierno de Antonio Riva Palacio y compañero de gabinete de Becerril.
Becerril está en aprietos y de la responsabilidad con que decida y cumpla a los suyos, dependerá el éxito de su partido en varios municipios.