POR AURORA ALBAVERA SOTELO, corresponsal de “Mundo Magazzine”
“>Si no pagas, te vamos a embargar y posiblemente vayas a ir a la cárcel<”, sentencian algunos prestamistas a las personas que han tenido la desgracia de caer en sus redes y por la necesidad económica, se ven en la “oportunidad” de solicitar dinero prestado, pero que al paso del tiempo les es imposible pagarlo.
Todos los casos son distintos, de acuerdo a la política que manejen las casas prestadoras de dinero; el siguiente relato es parte de lo que están viviendo diversos trabajadores del ayuntamiento de Temixco.
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Empezando el año 2015, una casa prestadora de dinero se presentó ante la administración municipal, encabezada por el doctor Miguel Ángel Colín, y ofrecieron préstamos a diestra y siniestra, por lo que muchos empleados decidieron solicitar dinero.
Para que la casa prestadora de dinero, se “garantizara” su dinero y el pago, hablaron con el tesorero y con el encargado de recursos humanos de la comuna y decidieron, entre todos, “descontar” el pago mediante nómina, y así lo hicieron.
El primero y segundo pago fue excelente, la casa prestadora de dinero echaba las campanas al vuelo, porque su gerente o la persona encargada de hacer esa transacción se había anotado un éxito, pues habían prestado varios miles de pesos y estaban “asegurados” los pagos.
El gerente o la persona encargada de hacer esa operación conjuntamente con los directivos de la comuna municipal, de la noche a la mañana renunciaron a su cargo, o simplemente “despareció”.
Desde entonces la casa prestadora de dinero, dejo de cobrar a los trabajadores municipales y “mañosamente” dejaron correr el tiempo hasta juntarse varios abonos y como son “usureros”, empezaron a cobrar rédito sobre rédito.
Ahora, el departamento jurídico, a través de sus empleadas habla a los domicilios que dieron los empleados para que les prestaran el dinero, y éstas en forma amenazante, pretenden cobrar, argumentando que “ese es el domicilio que dio” y por lo tanto, lo vamos a embargar, en caso de que se siga negando a contestar y a pagar, pues de tres mil a cuatro mil que pidió, ya se acumularon cerca de 13 a 15 mil pesos.
Los trabajadores deudores argumentan, a nosotros nos prestaron y nos dijeron que nos iban a descontar mediante nómina y así lo hicieron los primeros pagos. “Nosotros no tenemos la culpa de que el gerente de la casa prestadora se haya ido o renunciado y que éste nunca más se presentó a cobrar”. El ayuntamiento encabezado por el ex edil no nos descontó y reiteraron que “nosotros no tenemos la culpa”.
Hoy, ya cambió la administración, ya hay nueva presidenta municipal y las amenazas de embargo se han incrementado, pero nosotros, en primer lugar nunca nos negamos a pagar y si la comuna y casa prestadora no siguieron cobrando, no es culpa de nosotros. Tampoco de que el gerente de ese entonces de la casa prestadora se haya ido, dejando embaucada a dicha casa.
Exigimos justicia, porque no es posible que por culpa de otros, nos estén amenazando con embargarnos los pocos bienes que tenemos o que nos quieran meter a la cárcel y todo porque no nos descontaron por nómina y porque el gerente se haya ido sin dar explicaciones a nadie, comentaron algunos trabajadores.
