PERIODISTA MARTÍN PÉREZ RODRÍGUEZ>>
Martín Pérez>>
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LIII Legislatura tapete del Poder Ejecutivo>>
La LIII Legislatura local pasará a la historia como una de las peores en la historia del Estado de Morelos. El pueblo mostró en las urnas, el pasado primero de julio, el rechazo a los legisladores locales que pretendieron unos reelegirse y otros ser electos para el Senado de la República y la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
No hubo uno solo de los diputados locales que se salvara, tal vez pagando justos por pecadores en el caso de Alberto Mojica Linares –quien buscó la diputación federal por el primer distrito electoral por el PAN–, pues durante su gestión se opuso con voto y voz a la mayoría de las decisiones que han afectado y lastimado a la sociedad morelense.
La LIII Legislatura local se significó por acatar los deseos del titular del Poder Ejecutivo estatal y no hubo equilibrio de Poderes, ni oposición, pese a que esto afectase a la sociedad en general.
Muchas iniciativas de reformas o adiciones a leyes, así como solicitudes de créditos llegaron unos minutos antes de iniciar las sesiones o en su defecto cuando la sesión ya había comenzado, por lo que se dieron el lujo de cambiar el orden del día que ya había sido aprobado con anticipación para meter en la agenda –regularmente en la nochecita y ya sin reporteros– puntos que le interesaban mucho al titular del Poder Ejecutivo estatal. Los diputados aprobaban los documentos sin haberlos leído bien o apenas haberles dado un vistazo, pues ya sabían de que se trataban.
Algunos diputados locales cambiaron radicalmente de vida, pues cambiaron de auto, de casa y de vieja. Ojalá les dure un poco más su felicidad, porque dicen “acabándose el presupuesto, se acaba el amor”. En el pecado llevarán la penitencia.
Ante el fracaso electoral, los integrantes de la LIII Legislatura con el tiempo regresarán al nivel de vida que llevaron durante muchos años.
El peor insulto que los diputados locales hicieron al pueblo de Morelos, fue entregarle al legislador Francisco Alejandro Moreno Merino la medalla y reconocimiento “Antonio Díaz Soto y Gama”, durante la sesión solemne que conmemoraba el Día del Abogado. Precisamente, hubo señalamientos en su contra por su actuación al frente de la Mesa Directiva durante el primer año de esta administración, lo que derivó en que fuera aprobada una auditoria especial, de la cual el pueblo no sabe el resultado final y por ende se desconoce el monto del presunto desvío de recursos.
Al último hicieron muchas travesuras, entre ellas autorizar pensiones a integrantes del gabinete de Graco Ramírez y autorizar cambios en el Presupuesto de Egresos del Gobierno del Estado por 509 millones 817 mil pesos, afectando fondos y fideicomisos, de los cuales daré a conocer ha detalle en próximas entregas.
El próximo primero de septiembre, tomarán protesta los 20 integrantes de la LIV Legislatura local, con lo que se tiene la esperanza de que primero el proceso de entrega–recepción se haga de manera transparente y apegado a la legalidad; y, segundo, lo más importante es que ahora si sea auditada la administración de Francisco Alejandro Moreno Merino y se finquen responsabilidades en contra de quien resulte responsable.
Una de las tareas importantes que enfrentarán los nuevos diputados locales, en su mayoría mujeres y emanados de Morena, será el auditar los créditos que le fueron autorizados al gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu, por los integrantes de la LIII Legislatura, y un rubro especial es lo referente a la construcción del nuevo inmueble sede del Poder Legislativo, el cual no ha sido terminado y presenta fallas en lo ya realizado, además que falta el equipamiento de la red de internet y telefonía, así como de las oficinas en general y el elevador. Los diputados locales no vigilaron la adecuada aplicación de los recursos, así que aquí cabe el dicho de “tanta culpa tiene el que mata la vaca, como el que le jala la pata”, así que también se les podrán fincar responsabilidades por omisión.
Hasta aquí llegó la tinta por hoy.
