EL DOMINGO.>>
“Ni la tinaja de harina se vació, ni la vasija de aceite se agotó”.>>
Este domingo destacan las viudas en el ámbito de la confianza en Dios. En Israel, las viudas representan a los más necesitados, ya que dependían completamente de sus padres y maridos. Al quedar viudas, perdían todo sustento y dependían de la generosidad de familiares y vecinos.
Las dos viudas mencionadas este domingo están empobrecidas por circunstancias ajenas. La de Sarepta, por la sequía en tiempos del profeta Elías, y la de tiempos de Jesús, por la codicia de los escribas. Ambas decidieron dar no de lo que les sobraba, sino de lo poco que tenían para vivir, demostraron su confianza en Dios. La viuda de Serepta creyó en la palabra de Elías, y la viuda del templo confiaba en que Dios la cuidaría.
La generosidad de la viuda del evengalio, basada en su fe, contrasta con los escribas, que son ostentosos y codiciosos. Dios nos enseña a confiar en Él y no en las riquezas. Si buscamos primero el Reino de Dios y su justicia. Él nos proveerá todo lo demás. La viuda de Serepta lo confirma: ni la tinaja de harina se vació ni la vasija de aceite se agotó. Confiemos en Dios y sigamos sus indicaciones.