COLUMNA MAGAZZINE.
Manuel García y García.>>
///JUEVES 15/Septiembre/2022.>>
- *.- Los Decesos por el Paredón
- *.- Muchos Lugares de Riesgo
- *.- Autoridades ya Advirtieron
- *.- Dónde Vivirán?
Tuvo que haber una desgracia con dos personas muertas para que se reaccionará al respecto. La noticia corrió como reguero de pólvora: “un paredón se derrumbó y hay personas atrapadas”, era el comentario de la población, ya que este accidente fue a medio día e inmediatamente se encendieron los focos rojos parta que los cuerpos de socorro acudieran a prestar ayuda junto con elementos del Ejército, de la Guarda Nacional, de la policía municipal. El accidente era grave, muy grave, por desgracia existen otros lugares en donde la vida de los habitantes del lugar corre en un hilo; exponen la vida a cada momento y más ahora que la tierra está humeda. En el Cerro de la Corona en Jiutepec, se les ha dicho del peligro en que viven a cada momento familias enteras y la respuesta es sencilla: ¿a sonde van a ir a vivir?, y sin embargo, está su vida de por medio; en la mina cinco, también en Chipitla, sobre la calle de Puebla, existe otro peligro latente que en cualquier momento nos daría una sorpresa. En la subida a Chalma existe otro lugar en donde cuando se ha ido a verificar el lugar, se vé cómo los hijos de arena se desprenden de la pared que en cualquier momento podría causar un accidente grave y de funestas consecuencias. Sabedores de que ya las autoridades les han avisado, les han advertido y les han dicho que sus vidas corren peligro, ellos argumentan que “no tenemos a donde ir, no tenemos dónde vivir” y así corren los días, los años y en cada época de lluvias, los habitantes del lugar viven con el “Jesús en la boca”. Son enormes piedras las que3 caen, e incluso en el Cerro de la Corona, un ciudadano sale de su casa y le dije a otro, ¡>>mira a viene tu vecino, pero con todo y casa!<<, lo que ocasiono un poco de risa, pero la verdad es que está latente el derrumbe de paredones, de minas, de rocas por lo que los vecinos tienen que desalojar a la fuerza y a la brevedad, por lo menos en lo que pasa la época de lluvias y que el Colegio de Arquitectos en conjunto con Protección Civil digan si los habitantes del lugar pueden vivir en el lugar, dice el dicho que “bajo advertencia no hay engaño”
