Ojos Ciudadanos Por Martín Pérez ojosciudadanosmorelos@gmail.com
Al momento de escribir esta entrega el calor es sofocante, esto es parte de los efectos del cambio climático. Hace unos días, bajó la temperatura. El clima nos lleva de un extremo a otro.
Esto nos debe hacer reflexionar como habitantes de este planeta.
Esta situación apenas empieza a ponerse fea, entre menos cuidemos el medio ambiente, las repercusiones serán peores.
Es muy importante cuidar el agua, separar los desechos orgánicos de los inorgánicos, no tirar basura a las barrancas y urge cuidar nuestros bosques, que son los lugares donde se recargan los mantos acuíferos.
Medio litro de agua se vende en cinco pesos en las tiendas, de seguir la situación el agua será el detonante de guerras entre naciones.
Debemos de cambiar aquello de que nos fijamos sólo en lo que dejan de hacer las autoridades de los tres niveles en cuanto al medio ambiente, nosotros y nuestras familias tenemos que hacer algo al respecto.
Hay que hacer cosas muy fáciles como checar todas las instalaciones de agua en nuestras viviendas y de ser el caso reparar las fugas lo más rápidamente posible, porque el agua se agota, gota por gota.
Es necesario que sepamos exigir, pero también es necesario ponernos al corriente en nuestros pagos con los sistemas operadores de agua en los municipios. Por cierto, las tarifas que se pagan son inferiores al costo real, por esa razón los ayuntamientos tienen que subsidiar a los sistemas de agua mes tras mes para pagar el consumo de energía eléctrica. Lo ideal es que se ajustaran a la realidad las tarifas del agua, pero los gobernantes en turno no quieren someterse a la crítica social.
Llegará el momento, en que ciudades completas queden abandonadas, porque la carencia de agua provocará la migración de la población, Hay que ver lo que sucede actualmente por la guerra que se vive en Siria, la gente huye hacia Europa y ahí las naciones no han podido controlar el flujo de migrantes, mucha gente muere en el intento por llegar a otro continente, las familias se disgregan y se crean cinturones de miseria alrededor de los grandes centros urbanos.
Usted qué haría en el caso de que lleguen miles de personas de un día a otro a su ciudad en busca de agua. Usted y su familia podrían morir a manos de esas personas desesperadas, podrían sacarlo de su casa o de menos perder su empleo, porque se abarataría la mano de obra. No hay que pensar “a mí no me va a pasar”.
Hasta aquí llegó la tinta por hoy.
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