Ojos Ciudadanos Por Martín Pérez ojosciudadanosmorelos@gmail.com
El siguiente tema de la agenda común entre el gobernador del estado, Graco Ramírez Garrido Abreu, y el alcalde capitalino, Cuauhtémoc Blanco Bravo, será el proyecto de remodelación de la plaza de armas de Cuernavaca.
El primero de enero, terminó el convenio mediante el cual el ayuntamiento capitalino cedía en comodato el zócalo de la ciudad al gobierno estatal, el cual se firmó porque se iban a llevar a cabo diversas obras con presupuesto de la Secretaría de Turismo federal y del gobierno estatal, que administraría Graco Ramírez Garrido Abreu. De esta manera, el ayuntamiento capitalino recobró el zócalo de la ciudad.
Como se sabe el primer encuentro Graco Ramírez–Cuauhtémoc Blanco se dio en un ambiente hostil, luego de que el titular del Poder Ejecutivo decretase que tomaba en sus manos la seguridad de la capital del estado y de otros 14 municipios derivado de la situación que prevalecía luego del asesinato de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota Ocampo.
El ambiente al interior del Cabildo de Cuernavaca todavía es de confrontación, entre el G-9 y el G-8. Este es un ingrediente fundamental, pues el Cabildo de la ciudad tiene que autorizar al alcalde firmar el convenio de comodato de la plaza de armas al gobierno del estado.
Durante la administración estatal, no se han socializado las obras en el primer cuadro de la ciudad capital antes de llevarlas a cabo, es más la Secretaría de Obras Públicas estatal ha omitido colocar lonas en donde se señale el inicio y final de los trabajos, así como el monto y la empresa que ejecuta la obra.
Los Colegios de Arquitectos e Ingenieros de Cuernavaca, de Ingenieros Civiles del estado, de Arquitectos de Cuernavaca y de Arquitectos del estado han externado su preocupación porque en las obras estatales no se ha determinado a un director responsable.
Integrantes de la Coalición de Comerciantes de las Plazas Lido y Degollado advirten que no permitirán que el gobierno del estado avance con las obras en el centro de Cuernavaca, principalmente en la plaza de armas.
Mario Lara López, dirigente de esa agrupación, señala que pedirán formalmente a las autoridades gubernamentales que no se avance en el proyecto de remodelación del centro, hasta en tanto no les definan la situación de los vendedores ambulantes.
El tema de los comerciantes callejeros apostado en el zócalo de la ciudad, debe ser tratado con pinzas, dado que son representados por la Federación Nuevo Grupo Sindical (FNGS), además de que hay muchos intereses en juego.
Por ejemplo, algunos vendedores no justifican su estancia en el lugar, la mercancía que presentan es muy poca o no tiene el movimiento que se requiere para que sobrevivieran con esa actividad, entonces cuál es la razón por la cual permanecen en el lugar. Esto se lo dejo de tarea al grupo de inteligencia del Mando Único.
Desde que tomó el Poder Ejecutivo estatal en sus manos la administración de la plaza de armas, se han mantenido el número de comerciantes semifijos y se ha metido orden. Es más, los comerciantes de los sombreros quitaron sus paraguas y fueron limitados a un pasillo, porque estorbaban el paso peatonal.
Habrá que ver la reacción que tenga el líder de la FNGS, Bulmaro Hernández Juárez, cuando a sus representados los traten de quitar y el lugar que les sea designado para su reubicación no les guste o no les parezca bien.
Hay que recordar, que a fines del año pasado, se creó el Consejo Consultivo Ciudadano de la Ecozona de Cuernavaca, encabezado por Ángel Adame Jiménez. En este Consejo están representados diversos sectores sociales y representantes de dependencias de los tres niveles de gobierno, así que sería importante y obvio que el proyecto de remodelación de la plaza de armas sea analizado precisamente en el seno del Consejo, para que este a su vez lo socialice.
Es un hecho que el gobierno estatal no puede realizar las obras sin contar con la autorización del ayuntamiento capitalino, lo que pone en riesgo el proyecto y por ende la inversión autorizada de parte de la Federación.
Es el momento también para que la sociedad en su conjunto decida si las obras de remodelación de la plaza de armas de Cuernavaca son necesarias o no, o tal vez sólo se requiere darles mantenimiento y en especial mejorar el alumbrado público y la limpieza.
Hasta aquí llegó la tinta por hoy.
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