TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano
El PRI de siempre
Dicen los clásicos: que alguien me explique, porque lo que ocurre al interior y por la disputa de la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Morelos, es de risa, es un mal chiste, contando por un pésimo comediante, en este caso el doctor Rodolfo Becerril Straffon, el mejor exponente del golpe bajo y la traición dentro del tricolor. El más rudo golpeador mediático de sus correligionarios, en especial de aquellos que lo han desplazado de las posiciones de representación popular que presuntamente le correspondían.
Lo anterior viene a tema, porque el lunes anterior se echaron campanas a vuelo, para difundir la alianza de Maricela Sánchez Cortés, Amado Orihuela Trejo y ¡¡¡Juan Salgado Brito!!! por el PRI en nuestra entidad y, según los reportes periodísticos, anunciaron que trabajarán unidos rumbo al 2018.
En el meloso y cursilón brindis navideño, chorreante de elogios mutuos, dijeron que se trató de una reunión de amigos fraternos, de políticos que han sabido superar pequeños desencuentros, para anteponer los intereses del Revolucionario Institucional.
Nada más falso, nada más hipócrita y, aunque algunos de los asistentes son mis amigos, me decepciona que hoy se digan unidos, cuando ayer se golpearon con todo; se exhibieron tal cual son, buitres de nómina que no buscan ningún beneficio para su partido, que no se traduzca en beneficios personales y de pandilla. Nada más.
Más allá de los pellejos del moribundo instituto que sigue saqueando Rodolfo Becerril, es lamentable que ahora, priístas que en algún momento han dado la cara por su partido, como es el caso de Maricela Sánchez Córtés, se le quiera reconocer o no, se permita que ahora el traicionero, desleal y servil a los enemigos del PRI, Juan Salgado Brito vuelva a hablar como militante de la institución que le permitió usar zapatos caros, comer con tenedor y cuchara y vivir en la abundancia, para luego renegar y despotricar; jugar la contra a sus candidatos, sólo porque el abanderado no volvió a ser él, para volver a perder.
Hay quienes me dicen que el doctor Salgado Brito es muy amigo de Miguel Ángel Osorio Chong, el secretario de Gobernación, ante quien vigorizó su amistad, haciendo lo que mejor le sale: traicionar, golpear a quien le ayuda y, en este caso, jugar la contra a Andrés Manuel López Obrador, con quien ayer se hincaba e inclinaba y hoy ofende.
Los priístas deben actuar con dignidad y hacer a un lado a sujetos vivales y oportunistas, como el ex presidente municipal de Cuernavaca que hoy, luego de irse mentando madres y maldiciendo a sus ahora amigos fraternos, pretende volver por la puerta grande, porque es amigo de Miguel Ángel Osorio quien, muy sencillo, si lo quiere tanto, que lo mande a Hidalgo o lo mantenga cobrando como aviador en la Secretaría de Gobernación, pero que no venga a tirar basura a Morelos.
En el caso del señor Amado Orihuela Trejo, creo que es una persona que no tiene calidad moral para andar exigiendo posiciones o respeto a su militancia. Muy sencillo, como candidato a gobernador fue vergonzosamente derrotado y, para colmo, no gana ni la casilla de su casa. En las recientes elecciones de junio 7, fue incapaz de ganar la presidencia municipal de su pueblo, Mazatepec.
Así las cosas, creo que el ingeniero Orihuela debe asumir que ni en su casa lo quieren y formarse de nueva cuenta, en busca de oportunidades partidistas que ya se le dieron y no aprovechó.
Si a alguien se debe reconocer que ha permanecido al lado del tricolor, en los buenos y en los malos momentos., es a Maricela Sánchez Cortés quien, dudo que pretenda imponer a alguien en la dirigencia, por una sencilla razón: su hija, la ex diputada federal Maricela Velázquez despacha en el comité nacional del tricolor como Secretaria de Gestión y. desde ahí, se enfilará sin problema a una candidatura para el 2018.
A mí me parece que quienes están haciendo bien las cosas. sin buscar el reflector facilón y cumpliendo a cabalidad su responsabilidad como representantes populares, uno en el Congreso de la Unión y el otro en Morelos, son los diputados Matías Nazario Morales y Francisco Alejandro Moreno Merino.