TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano
Morelos del nunca jamás
A pesar de que veo cómo se desmorona el Estado y conozco al gobernador Graco Ramírez como un sujeto cínico, mentiroso, estafador y manipulador, no deja de sorprenderme la conchudez con que actúa, frente a una realidad lacerante que vivimos, en la que aparecen fosas cargadas de decenas de cadáveres; ejecutan a personas casi a la luz del día y en pleno Centro Histórico de Cuernavaca; un Estado en el que se saquea cínicamente y sin dimensionar proporciones pero, en contraste, el señor Ramírez sigue sonriente ─no sé si se ríe, si se burla los morelenses y/o de felicidad, por las carretillas de dinero que amasa─, evadido de la realidad, como si se tratara del País del nunca Jamás, el Morelos del nunca jamás, en donde todo se sustenta en sólo tener pensamientos felices.
Y aunque el señor gobernador, como llaman los clásicos zalameros y oportunistas, a vivales como el que desgobierna Morelos, me parece un fiel doctrinario de Joseph Goebbels, aquel al que se le atribuye la frase estandarte de los simuladores: una mentira dicha mil veces se convierte en verdad y que, como él, como Graco ahora, fue un trastornado narcisista de la personalidad que le hacía buscar adictivamente el reconocimiento y el elogio.
Esa evasión de la realidad, evita que el gobernador Graco Ramírez y su hijastro, el delicadito y ahora bien portado solo por hoy, Rodrigo Gayosso Cepeda, no se den cuenta que el final, está golpeando con rudeza a las puertas del Palacio de Gobierno, ese bunker cerrado a los morelenses de a pie, para beneplácito de advenedizos, comodinos y ladrones que ocupan sus oficinas para hacer negocios y cobrar comisiones altísimas que tienen a Morelos, a nuestro Estado, en bancarrota.
La gravedad de lo que hoy ocurre en Morelos, ha trascendido nuestras frontera; se conoce ya más allá de Tres Marías y, aunque el gobierno federal mantiene arreglos cómplices con Graco Ramírez la sociedad empuja la salida del gobernador, porque el Estado está a punto de reventar.
Una muestra clara de lo que se avecina, es la marcha a que se convoca para el 18 de noviembre, en demanda de que se incoe juicio político en contra de Graco, a quien la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos (CMMC), tiene hincado ante la Procuraduría General de la República, con un par de demandas interpuestas en su contra.
En esas demandas se enuncia una larga cadena de abusos y desfalcos en que han incurrido el gobernador Ramírez, su hijastro Rodrigo, además de familiares y cómplices a los que mantiene enchufados en la nómina gubernamental.
Pero además de lo anterior, vale la pena destacar el rudísimo cuestionamiento que, vía redes sociales, hizo el padre Alejandro Solalinde Guerra, al gobernador Ramírez, de cuyo tema da cuenta la Revista Proceso:
Exige Solalinde a Graco identificar cadáveres de fosas
CUERNAVACA, Mor. (proceso.com.mx).- El padre Alejandro Solalinde Guerra, director del albergue Hermanos en el Camino, cuestionó duramente al gobernador Graco Ramírez por las dos fosas clandestinas de la Fiscalía General de Justicia morelense, en las que se habían inhumado ilegalmente 150 cadáveres.
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A través de su cuenta de Twitter, el presbítero le exigió al tabasqueño que “Haga pública la identificación de los cadáveres encontrados en la fosa para buscar ahí a lxs desaparecidx (sic) en su gobierno @gracoramírez”, escribió en los primeros minutos de este sábado, luego de tuitear un enlace sobre la noticia de las fosas ilegales de la Fiscalía, que Proceso ha dado seguimiento desde el miércoles pasado.
Se preguntó entonces, “es Morelos más seguro con @gracoramirez en el gobierno?”, a lo que el tabasqueño respondió: “Si, y ahí están las cifras. Se reducen delitos de alto impacto y 100 mil jóvenes tienen beca para ir a la escuela”.
Enseguida, el padre reviró: “ahí están ONG’s percibiendo todo lo contrario”. El debate siguió. Dijo Graco: “hay pluralidad en Ongs. Y no son pocas las que reconocen los avances. No se trata de actos de fé (sic), son datos validados”.
Solalinde volvió a la carga: “Hay muchxs ciudadanxs (sic) que han perdido la Fe en tu gobierno, exigen justicia con sus desaparecidxs (sic) donde solo aparecen fosas”. A lo que Graco respondió con una invitación a Solalinde, “lo invito a reunirse con Fiscal Gral del Estado y comprobar que cada uno de los cadaveres (sic) están documentados”.
Yo “Te invito a reunirte con las familias de desaparecidxs y les respondas con documentos cada caso concreto”, contestó el padre.
Graco no pudo mantener el paso, así que quiso salir con una de sus conocidas frases fáciles: “desde que asumí el gobierno me he reunido con las víctimas Se hizo Ley y esta reparándose daño y se editó una memoria”. Respondió el presbítero: “Queremos identificación de desaparecidxs (sic). No memorias impresas, sé preciso Gobernador”.
La última respuesta de Graco fue: “La memoria es para no olvidar el pasado. Hoy en Morelos estamos. Cambiando con inversión social y respeto derechos”.
Luego Solalinde Guerra tuiteó una noticia en la que las madres de desaparecidos que exigen exhumar los 150 cuerpos de las fosas clandestinas de la Fiscalía de Morelos, con el texto: “Ahí te hablan @gracoramirez tienes que escucharlxs”. Pero ya no tuvo respuesta del mandatario, que en ese momento anunciaba que se encontraba en camino a la asunción de Agustín Basave en el liderazgo nacional del PRD.
El pasado miércoles, la familia Hernández Hernández denunció que la Fiscalía General de Justicia de Morelos tenía dos fosas clandestinas ilegales en las que había colocado 150 cadáveres, al menos, entre ellos el de su hijo Oliver Wenceslao, quien a pesar de estar plenamente identificado fue colocado desde marzo de 2014, y pasó ahí 11 meses, hasta que la familia se enteró y obligó a la dependencia a entregarles el cuerpo.
Proceso publicó en su portal un video perturbador, en el que elementos de la Fiscalía exhumaron los cadáveres utilizando una retroexcavadora.
El pasado jueves, el gobierno del estado admitió la ilegalidad de las fosas, aunque el viernes advirtió que no eran clandestinas, sino fosas comunes.
No obstante, las fosas se encuentran en un predio ejidal que no cuenta con ninguno de los servicios requeridos por la ley de panteones, sanitaria y del Registro Civil.