TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano
Ignorancia y desaseo
Con la postulación de Cuauhtémoc Blanco, como candidato a la presidencia municipal de Cuernavaca, los hermanos Julio y Roberto Yáñez Moreno buscaban no más, algo así como un reintegro, una mínima cuota de votos que les permitiera seguir medrando, a costa de la concesión que poseen del Partido Socialdemócrata en Morelos. Nunca imaginaron lo que la suerte les entregaría, aunque tampoco lo entienden.
Además del triunfo de su candidato en la jornada comicial del 7 de junio, los hermanos Yáñez Moreno y su operador siniestro, Juan José Alcalá Ortega, creen haber recibido la escritura de propiedad de Cuernavaca. No entienden que la administración de la ciudad está sujeta a leyes y reglamentos, pero especialmente a formas dictadas por el talento político.
Los ambiciosos y corruptos hermanos, asesorados por el fanfarrón y oportunista Alcalá Ortega, tejieron una red en la que enredaron al español José Manuel Sanz Rivera, representante del futbolista que ¿gobernara Cuernavaca? a partir del 1 de enero.
Aliados con el señor Sanz, muy conocido por cierto en juzgados y tribunales, por su proclividad a demandar a sus representados e involucrarse en pleitos de borrachos, en los que le gusta golpear ancianos, se embarcaron en la loca aventura de poner en venta a Cuernavaca. Como si se tratara de un bien de su propiedad, los Yáñez, Alcalá Ortega y Sanz Rivera, andan desatados, quieren sacar dinero de todo y por todo.
Ignorantes de que las decisiones al interior del ayuntamiento son colegiadas y se toman en el seno del Cabildo, los señores Yáñez, Alcalá y Sánz, prometen, ofrecen y subastan, lo que no es suyo, lo que no podrán consumar, porque los regidores de los diferentes partidos, incluidas las dos del Socialdemócrata, lo van a evitar.
El tema que tiene preocupados y ocupados a los hacedores y manejadores de Cuauhtémoc, es el de la concesión del servicio de recolección, limpia y destino final de la basura, el cual tienen comprometido con la representación de la Promotora Ambiental en Cuernavaca (PACSA), que encabeza el ex gobernador Sergio Estrada Cajigal quien, por cierto, entregó fuertes cantidades de dinero para patrocinar la campaña del futbolista, especialmente cuando las encuestas lo empezaron a colocar en puntero.
Y aún a contracorriente, con un litigio que ha mantenido al ayuntamiento de Cuernavaca, secuestrado en la incertidumbre jurídica a consecuencia del rabioso litigio de los empleados de Estrada, el abogado Guillermo Pasquel y su gato legislativo, el veracruzano Javier Bolaños Aguilar, el cártel de PASA está operando para retomar la concesión y seguir sangrando el tesoro municipal.
Lo mismo los propietarios de Cuernavaca, los ingenuos Yáñez, Alcalá y Sanz, se exhiben como una pandilla de improvisados y avorazados, que Sergio Estrada, pues parecen ignorar que los tiempos legales no le favorecen a PASA, por lo que el suyo, es un asunto condenado a perderse, pero si no fuera así, olvidan que en el entramado legal en el que han metido al ayuntamiento de la ciudad Guillermo Pasquel y sus amos, existe ya un tercero perjudicado, en este caso el grupo SIREC, que aglutina a las empresas que prestan los servicios de limpia, recolección y destino final de la basura.
No sólo eso, el Sistema Integral de Recolección de Cuernavaca (SIREC), ha mantenido el servicio, aún con marcados pasivos a consecuencia del recurrente adeudo de hasta 5 meses por el pago de servicio de parte del ayuntamiento, en ningún momento ha olvidado su responsabilidad social con los habitantes de la ciudad. En contraste, PASA, cuando decidió abandonar el servicio y, con ello, motivar una contingencia como la que se registró en octubre de 2006, para generar el argumento de la asignación de la concesión, con la que se benefició al panismo de cúpula en la entidad.
Hoy, a medida que se aproxima el momento de sacar a placear a Cuauhtémoc y, de paso, que empiece a conocer la ciudad, así como los problemas que enfrentará, la presión aumenta de parte del Cártel de PASA y su cabecilla, Sergio Estrada, que ya exige certidumbre para su inversión y cumplimiento a los compromisos pactados a cambio de hasta dos millones de pesos que habría entregado a los hermanos Yáñez Moreno, para la movilización del 7 de junio.
Incluso, me aseguran que quien se encargó de enlazar a los Yáñez y a José Manuel Sanz, con los empresarios de PASA, concretamente con su accionista mayoritario en Cuernavaca, Sergio Estrada, fue precisamente el candidato del PRI a síndico procurador, José Luis Borbolla que, a su vez, se encargó también de entregar el dinero en apoyo a la campaña del futbolista Blanco Bravo.
