¿Independientes?

TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano

 

¿Independientes?

 

Motivados por el éxito ajeno y tratando de hacer suya la suerte de personas de otros estados, aquí se impulsa una agrupación que, denominada Transformando Morelos, busca de manera tramposa dos cosas: convertir en candidato al gobierno estatal, al desprestigiado representante de la CTM, Vinicio Limón Rivera y; además, dar rostro ciudadano a aspiraciones de políticos que, sin oportunidad, ni trascendencia en los partidos de su militancia, intentan saltar a cargos de elección popular como Independientes.

Y en su paquete de objetivos y buenos propósitos, Transformando Morelos busca adueñarse del derecho a postular candidatos independientes lo que de sí, constituye un contrasentido, pues al someter su participación a la voluntad o condicionamiento de terceros, en este caso del señor Vinicio Limón, se convierte en una candidatura casi con los mismos ingredientes y convencionalismos, de las que surgen de los partidos políticos, sujetas a componendas, sometimiento e incluso, el pago de las mismas, como se dice que sucede, en todos los partidos.

La intención del señor Limón de convertirse en la Teresa de Calcuta, de los ciudadanos con aspiraciones políticas, fue motivada, supongo por esa naturaleza ventajosa, servil y traicionera, muy propia del representante sindical, por lo que sucedió en Nuevo León y en Jalisco.

En el primero de los casos, en Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, un priísta disfrazado de independiente, tejió las alianzas necesarias, lo mismo con grupos políticos, que empresariales y grupos de poder para, apoyado por una sólida y bien armada estructura electoral, lanzarse en busca de la gubernatura y ganarla.

Ese triunfo no fue una ocurrencia de un Bronco solitario, fue el resultado del tejido de intereses, en el que confluyen poderosísimos empresarios, pero también políticos panistas, entre ellos Ernesto Ruffo y José Guadalupe Osuna Millán, ambos exgobernadores de Baja California.

Los panistas se encargaron no más, de poner en contacto a Jaime Rodríguez Calderón El Bronco y a quienes sus intereses representan, con Guillermo Rentería, el mexicalense y genio del mundo del marketing político que, entre sus haberes, tiene el triunfo de exgobernadores en Baja California, incluido José Guadalupe Osuna Millán quien derrotó en las urnas, nada menos que a Jorge Hank Rhon, el hijo del profesor de Atlacomulco, Carlos Hank (qepd).

Fue precisamente Memo Rentería quien se encargó de fabricar la imagen y de bautizar al Bronco; para hacerlo tomó en cuenta el gusto de los neoleoneses por la mentada de madre y el desparpajo. Ese perfil bravucón y dicharachero, es muy distinto a la verdadera personalidad de un Jaime Rodríguez que al interior del PRI, como militante, fue de obediente e institucional; es decir, sometido y agachón.

La gloria del triunfo electoral, El Bronco la comparte con Pedro Kumamoto, un joven jalisciense que, como candidato independiente, se llevó la curul del Distrito 10, desplegando una intensísima campaña, apoyado sólo en las redes sociales y en el contacto directo del contendiente con el votante.

Precisamente motivado por esos triunfos, ahora en Morelos el cetemista Vinicio Limón Rivera, busca hacer suya la estrategia de Jaime Roríguez en Nuevo León y, con referencias a Pedro Kumamoto, busca motivar la participación de jóvenes ilusos que, por tener unos cuantos like en su Facebook, se sienten líderes en la operación de redes sociales.

En esa aventura electorera, en la que se embarca Limón rumbo al 18, no pierde oportunidad de hacer referencia al triunfo de Cuauhtémoc Blanco Bravo, para ponerlo como ejemplo del hartazgo con los partidos, y del perfil ciudadano del elector que sufragó a su favor.

Olvida que el futbolista fue registrado por un partido, el de los vividores que se frotan las manos ante el saqueo del erario municipal que proyectan, los hermanos Roberto y Julio Yáñez Moreno, hoy asesorados por el aventurero y oportunista presupustivoro Juan José Alcalá.

La diferencia en el triunfo de Blanco Bravo, se quiera o no reconocer, la hizo la estructura electoral de que dispone en Cuernavaca el expresidente municipal, Manuel Martínez Garrigós, lo que deja perfectamente en claro que en Morelos, como en el resto del país, está lejano ese momento democrático en el que los ciudadanos asciendan al poder por la vía electoral.

Así las cosas, de nada servirá al priísta, traicionero y corre-ve-y-dile del gobierno de Graco Ramírez, pero priísta, Vinicio Limón, calzarse botas, enjaretarse pantalones vaqueros y andar mentando madres y pendejeando gente. La candidatura y el triunfo de los candidatos independientes, es mucho más que eso, es el resultado de una estrategia política perfectamente diseñada y la suma de inteligencias a las que el cetemista es ajeno y distante.

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