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Inutilidad de Gabinetes
Sólo hay una regla para todos los políticos del mundo: no digas en el poder lo que decías en la oposición.
John Galsworthy (1867-1933) Escritor inglés.
Después de la discusión con Jorge Messeguer en Casa Morelos, pasadas las nueve de la noche del D7 y tras la derrota parcial del PRD en las urnas, Graco Ramírez debió hacer cambios en sus gabinetes, pero prefirió viajar.
A Graco Ramírez, como a ningún otro, se le hizo viejo su joven régimen. Instrumento de poder, los cambios de primero y segundo niveles sirven hasta para hacer deporte, pero no hizo lo necesario para que sus años uno y dos de gobierno igualaran al sexto y séptimo de cualquier sexenio.
En el imaginario colectivo existe la percepción de que, apenas a la mitad, el sexenio ha terminado, entrado ya en el séptimo año, cuando florece todo cuanto se hizo mal en los seis años y empiezan las acusaciones y persecuciones políticas.
Después del placentero viaje a París, desmentido que la inversión de Saint Gobain sea producto de una gestoría institucional, debió aceptar la renuncia a su jefe de Gabinete, si éste conoce la liturgia política de poner a evaluación su continuidad, pasado el D7, pero no lo hizo.
No ha hecho cambios en sus gabinetes ni siquiera para ejercer aquel instrumento de poder que sirve para señalar que alguno no funciona, y que debe ser cambiado, acaso como siempre sucede, para que todo siga igual, oxigenado pero intocado el superior jerárquico.
Se atravesó la fuga asistida de Joaquín El Chapo Guzmán y se guardó los cambios, pensando que bien podría ser el reemplazo perfecto en Bucareli, señalando errores y soluciones de la crisis de seguridad, aunque todos sepamos de qué pie cojea. Es su juego político y él sabe cómo jugarlo, aunque esté equivocado. ¿Graco Ramírez secretario de Gobernación? Un chiste tan mal contado que primero provoca la risa.
¿A qué hora modifica y no sólo nombres y apellidos, la inutilidad de sus equipos compacto y cercano de trabajo? A dos meses de cumplir tres años –y todavía faltan tres-, sus gabinetes legal y ampliado han servido de muy poco a Morelos, pero pormenorizando nombres y apellidos los señalamientos de simulación y corrupción son el otro deporte favorito de la opinión pública, y con sobrada razón.
Los ceses de viejos funcionarios que no funcionaron sino para sus intereses, anticipado por homopolíticus desde el lunes 8 de junio, y los nombramientos de los nuevos funcionarios que se han aplazado tres semanas –desde el viaje a París hasta la fuga de El Chapo, abierta la coyuntura política del oportunismo político en pos de Palacio de Cobián-, no pueden esperar más. Si las próximas horas no reacciona Graco Ramírez a su reprobación en las urnas, pasados un mes 15 días, y cumplimenta su compromiso firmado de crear un Gobierno de Coalición, pluralizando y ciudadanizando sus gabinetes, la endeble Agenda Política simplemente será sustituida por una Agenda Ciudadana que contendrá lo que es urgente y prioritario, genuino y efectivo, sobre lo mucho que falta, pero sobre todo, lo poco que sobra en Morelos.
letraschiquitas.- Éstos días el jefe de Policía ha estado muy activo en lo suyo: reunirse con grupos y aparecer en medios. Alberto Capella sabe vender su trabajo, aunque éste sea deficitario en lo realmente importante: dar protección y seguridad a la sociedad***. Para “dar a conocer los avances en seguridad”, se reunió con aglutinados a la Canacar, en tanto era informado de un cuerpo de hombre sin cabeza echado al río Amacuzac y uno más desmembrado al interior de bolsas negras, éste en Tlaltizapán, y de la colocación de una lona en Xochitepec, donde un grupo criminal acusa a otro. En Cuernavaca fueron asesinados dos jóvenes y en Temixco un hombre de un balazo en la cabeza***. Ayer, el viejo líder campesino morelense Félix Rodríguez puso un ejemplo elocuente: con Lauro Ortega [1982-1988] se cosechaban 60 mil toneladas de arroz, de la mejor calidad incluso superando al chino, y con Graco Ramírez no pasan de 10 mil, padeciendo la entrada de gramínea importada y de muy baja calidad***. El acto de autoridad del ayuntamiento de Cuernavaca para con unos 17 comerciantes semifijos pertenecientes a una etnia indígena que no respetaron medidas de puestos ni colindancias, fue sólo eso: un acto de autoridad, vigilado por la Defensoría del Pueblo***. “No existe ningún bloqueo”, tuiteó Graco Ramírez, y tanto la acción como las imágenes lo desmintieron. Hoy ciudadanos tomaron el acceso a la autopista México-Cuernavaca en protesta al Paso Express, que busca ampliar el libramiento de Cuernavaca.