TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano
Atlacholoaya
Los morelenses vivimos en una entidad sin rumbo, en donde los criminales actúan con absoluta impunidad y los responsables de perseguir y castigar, los complacen y les sirven; el gobierno estatal navega a la deriva, con el timón extraviado en la soberbia y la voracidad de su titular, Graco Ramírez quien, rendido a la frivolidad y el protagonismo, asume desplantes monárquicos y complacencias maritales con cargo al erario, pero también repta ante el gobierno federal y busca luces complacientes, para mostrarse como lo que no es, para engañar y tejerse una imagen que no corresponde con su verdadero y reducido perfil.
Atrapado en la telaraña de mentiras en que ha sostenido su (des) gobierno, y los frágiles alfileres con que soporta la administración del dinero de los morelenses, el señor de Tabasco, Graco se empieza a ahogar con el pestilente y amargo reflujo generado a quienes se hartan, a quienes tragan sin control.
Así las cosas, creo que los espacios disponibles en Atlacholoaya, los lugares en ese centro carcelario, no van a alcanzar para cuando empiecen a caer todos los que se han enriquecido hasta enloquecer, con el dinero de los morelenses que, a cambio de su voto por Graco, se les han entregado servicios que no son los que se ofrecen y se les han negado derechos fundamentales, como el de la salud.
Y precisamente es en el sector salud, en donde los albañales de la corrupción apestan y desbordan, a consecuencia de la voracidad de todos sus directivos, incluida la titular, Vesta Loise Richardson López Collada, igual que sus subalternos Ángela Patricia Mora González, Directora General; Andrik Ruiz de Chávez Arista, Director de Administración; Hilario Ortiz Gómez, Subdirector de Recursos Financieros; Rogelio Mauricio Castillo Ledoux, Subdirector de Recursos Humanos; Miguel Ángel Brito Gómez, Subdirector de Recursos Materiales y; Rodolfo Manuel Mejía López, jefe del Departamento de Adquisiciones.
Todos los anteriores han contribuido para provocar un desvío multimillonario en los Servicios de Salud de Morelos, por medio del pago de servicios que no se prestaron, la compra de materiales de ínfima calidad, con los que se expone la vida de los usuarios de los servicios en hospitales de la entidad, la contratación de médicos especialistas, supuestamente para realizar trasplantes que no se hacen y más, muchísimas más cínicas e ingeniosas formas de sangrar el erario.
De acuerdo a un abultadísimo expediente, elaborado por la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos, que coordinan, Gerardo Becerra Chávez de Ita, Eduardo Maigre de la Peña y Jorge Ikeda Rodríguez, hay abusos tan burdos y bajos, que exhiben, por ejemplo, que una tal Nancy González Bretón, empleada de los Servicios de Salud, hizo compras directas en la papelería propiedad de su madre, por 9 millones de pesos.
Con el aval y la complicidad del príncipe heredero al trono, Rodrigo Gayosso Cepeda, el hijastro cómodo de Graco, responsable también de la red de corrupción que se mueve en el (des) gobierno del Estado, la misma Vesta Richardson empujó el pago millonario de servicios no prestados a la empresa Servicios y Soluciones Médicas de Morelos (SERSOM), en la que comparten sociedad su hijastro César Franck S. Girón y Arturo López Arroyo.
Como lo que pasa en salud, sucede también en cada una de las secretarías del gobierno estatal lo cual, según me deslizaron la versión, es investigado por enviados del gobierno federal, interesado en documentar el abusivo desvío de recursos, que servirá para poner tras las rejas a Graco, Gayosso y quienes han sido sus cómplices.