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Candidatos de Graco
La dictadura, devoción fetichista por un hombre, es una cosa efímera, un estado de la sociedad en el que no puede expresarse los propios pensamientos, en el que los hijos denuncian a sus padres a la policía; un estado semejante no puede durar mucho tiempo.
Winston Churchill (1874-1965) Político británico.
Libre de militancias, Juan Carlos Salgado Ponce sería el candidato independiente de Graco Ramírez a la Gubernatura de Morelos en 2018, si la intención de llevarlo a París fue la de hacerlo jefe de Gabinete, como aquí se arguyó.
Como le respondió usando otras palabras Graco Ramírez a Jorge Messeguer, aquella noche del D7 en Chimalacatlán 16: “así es la política, hay cosas que no salen como se planean”, echaría mano del hijo de Juan Salgado Brito para intentar dejar sucesor propio, porque candidata, candidato, del PRD, su partido, el “jefe nato” del partido, no tiene.
Pero si “hay cosas que no salen como se planean”, porque sencillamente “así es la política”, el candidato del Partido de la Revolución Democrática sería Fidel Demédicis, hoy senador de la República y antigraquista por excelencia, a menos que Lucía Meza asista a San Lázaro bajo la potestad política de Graco Ramírez -con la etiqueta universitaria de ser la golpeadora de Palacio de Gobierno-, a quien ha combatido en veces, y en veces no, según el clima de ambos.
Y Rodrigo Gayosso, ¿qué? Después del D7 en que fue derrotado primero el candidato de su partido a Cuernavaca y tras de éste su papá, él en la cadena de la derrota, se le ha visto en restoranes donde antes no entraba ni por equivocación, y conversa amigablemente con personajes que detrás del baño de humildad –electoral, no personal- no lo haría jamás en caso de haber ganado.
Si el hijo de Graco aspira a la candidatura, antes que ninguna otra cosa de su táctica hacia la sucesión, tendrá que arreglar lo de su Constancia de Residencia, obtenida irregularmente en el ayuntamiento al que perteneció, con la cual logró la obtención de su mica electoral cinco años atrás, sin hacer trámite ni fila, como obsequio de Dagoberto Santos.
La figura política de moda, Cuauhtémoc Blanco, ahijado de votos del jefe de Palacio de Gobierno, de avalarse el fraude electoral del D7 en Cuernavaca en el Tribunal federal, sería la otra opción doméstica para 2018, siguiendo el pensamiento errático del fenómeno de las urnas, cuando con ayuda de otras militancias, entre éstas de distinguidos priístas, apenas pudo obtener poco más de 39 mil votos contra un concierto de 315 mil 766 votos potenciales, aun con el apoyo operativo de Yassir Vázquez, quien decidió no quedarse en Cuernavaca en el gabinete blanquista, sino probar fortuna en la tierra de Tribilín, al lado de su mentor Juan Sabines, cónsul de Orlando.
De Rosalina Mazari, militante del PRI, se puede decir poco, pero eso poco es mucho: su cercana relación con la primera dama y la secretaria de Salud, Elena Cepeda y Vesta Richardson, la colocan en una posición de privilegio, pero sólo con el grupo de poder, porque cualquiera le ganaría a Valentina Rodríguez en la zona sur, como lo hizo la priísta, quien acaba de mostrar su graquismo e incongruencia, una vez más: criticó en voz alta la posibilidad de votar sin pensar la peñista Ley Anticorrupción, para al final votar a favor.
Nada sorpresivo sería la constitución de la alianza PRD-PAN, como en Oaxaca y Puebla, para que Graco Ramírez amplíe su mandato siendo el poder tras el trono seis años más, como desea, después de 2018. Hace tiempo que el PAN dejó de criticar ferozmente la crisis de seguridad y los actos de corrupción del poder Ejecutivo de turno, corriéndose a la izquierda. Hasta Marco Adame y la Sagrada Familia sabe que la contra natura es ideológica, no política ni electoral ni patrimonialista. Tanto así, que Graco apadrinó no sólo con votos el D7 a un azul por fuera, éstos días amarillo graquista por dentro.
letraschiquitas.- El D7 no fue la Primavera árabe ni el Referéndum griego, pero la fuente del revanchismo político contra la Diócesis de Cuernavaca y la Comunidad Universitaria fueron sus resultados electorales, y el obispo Ramón Castro y el rector Alejandro Vera fueron factorcitos para mandar al cuarto lugar al candidato de casa. En ambos casos se nota intrusión gubernativa***. Eclesial o político, uno ya no sabe, el obispo Ramón dará misa informe por su segundo año al frente del gobierno católico de Morelos, en un jardín alberca. Si la Diócesis no autoriza las misas en jardines, sólo la de El Cuauh, ¿por qué esa falta de sentido y de lógica? Dirán que es una misa donde nadie se matrimonia ni de bautiza ni se confirma***. Si Ramón Castro pide que se esclarezca el robo de arte sacro, es que lo hubo, como también del dinero de la Feria de Tepalcingo; todo un caso para el zar anticrimen Rodrigo Dorantes, con el cual podría o no ampliar su mandato en la avenida a Zapata, si lo resuelve a o no, al gusto de la casa***. El primer gran encuentro entre Cuauhtémoc Blanco y Jorge Morales Barud se malogró, debido a que el ahijado de votos mandó un representante, puesto que otras prioridades le impidieron asistir; el refrendo o diferendo del Tribunal federal se daría en agosto-septiembre***. Actores panistas y perredistas, ex funcionarios del régimen actual, y si la Policía política lo quiere comprobar, sólo habrá que ver la filmación hecha desde el dron, participaron en la protesta universitaria de hoy, no contra las/os diputadas/os, sino contra Lucía Meza y Javier Bolaños en específico, como lo hicieron notar en consignas y discursos***. Buen mensaje, aunque deslizado por una indiscreción de uno de los participantes, el encuentro entre Maricela Velázquez y las/os inminentes diputadas/os locales del PRI, Mario Chávez –el nieto de Don Lauro Ortega-, Leticia Beltrán, Aristeo Rodríguez, Alberto Martínez, Beatriz Visera y Paco Moreno , que dieron tema: una larga lista de actores derrotados por la diputada federal el D7.