TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano
Paco Moreno
El diputado local electo Francisco Alejandro Moreno Merino, es un político pragmático. Conoce perfectamente el lugar y el momento en que debe estar; es polémico y controvertido pero, sobre todo, es el morelense mejor ubicado en los centros de poder en el país.
Entra y sale de las principales oficinas de Los Pinos; puede hablar y habla, con el presidente Enrique Peña Nieto, de quien nadie duda de la amistad que los une. Es amigo personal y ha colaborado en diferentes oportunidades con Manlio Fabio Beltrones Rivera, lo mismo que con Emilio Gamboa Patrón, líderes de los diputados federales y los senadores priístas, respectivamente. Tiene también comunicación permanente con el líder nacional del tricolor, César Camacho.
Paco Moreno propone: ¡se feliz!, porque seguramente lo es. Y lo es por razones de verdadero peso político, como estar identificado y ser aceptado, en donde se toman las decisiones, pero también por ser impulsado desde ahí, a posiciones que muchos envidian, y porque las envidian, se desgastan promoviendo un rudo golpeteo en su contra que, en realidad, como se ha probado y comprobado, no le ha hecho, ni cosquillas.
Aun con lo anterior, con el rabioso golpeteo en su contra de parte de los cabecillas de grupos políticos, que se sienten propietarios del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, especialmente el perdedor de perdedores; el líder de la derrota, José Amado Orihuela (que no ganó ni en Mazatepec) y la también ex candidata a gobernadora, Maricela Sánchez, buscan cerrar el paso de Paco Moreno, para que tome una de las tres vías que se presentan en su camino: la presidencia del PRI en Morelos, en lugar del desteñido y pusilánime Rodolfo Becerril Straffon; la Presidencia de la Mesa Directiva de la próxima legislatura y/o la coordinación del grupo parlamentario del PRI.
Creo que contrario a las rudas e innecesarias embestidas en su contra, quienes se dedican a la política, alineados al Revolucionario Institucional, deberían aprovechar las relaciones e influencia de Moreno Merino y aceptar lo que parece inexorable: será el próximo presidente del PRI estatal y, desde ahí, encabezará una verdadera oposición al (des) gobierno de Graco Ramírez Garrido.
Como presidente del PRI Morelos y con el control de la fracción priísta en el Congreso del Estado, Francisco Moreno Merino va a acaudillar le defensa de los intereses de los morelenses; va a poner los puntos sobre las íes; le va a corregir la plana a Graco Ramírez y su equipo.
Moreno Merino tiene muchas virtudes y muchas ventajas sobre aquellos que podrían aspirar, a sustituir al descolorido y destemplado Rodolfo Becerril Straffon, la más importante de ellas, que no está etiquetado con ningún grupo político de la entidad, pero con todos tiene excelente intercomunicación. Al diputado electo, no se le complica el diálogo con ninguno de los actores políticos de la entidad.
No sólo eso, en el ámbito nacional, Paco Moreno tiene excelentes relaciones y oportunidad de acuerdo, con la cúpula de los diferentes partidos políticos, lo mismo de la izquierda, que en Acción Nacional y, en los llamados pequeños.
Así, la llegada del ex delegado estatal el IMSS, ex titular de le Procuraduría Federal el Medio Ambiente, ex diputado federal y ex dirigente de la CNOP en la entidad, al Congreso del Estado y a la presidencia del PRI en Morelos, constituirá el re-diseño y la reorganización del priísmo morelenese, para colocarlo en el camino correcto rumbo al 2018, hacer correctamente la tarea para que, quien contienda por la gubernatura, lo haga con la ventaja de un PRI fuerte y unido, que jale, ahora sí, en un mismo sentido y alejado del revanchismo y del tan dañino fuego amigo, que tanto afectó a algunas candidatas.