JARDIN JUAREZ, ALMACEN DIAZ

FIESTAS Y TRADICIONES DEL “CUERNAVACA DE MIS RECUERDOS”

MUY MACHOS O MUY MUJERIEGOS.

JARDIN JUAREZ.- ALMACEN DIAZ

Por Mario Alejandro García Salgado

Hace no tantos años, varios jóvenes de Cuernavaca, gustaban ir  a lo que ahora se le ha dado en llamar Centro Histórico de la Ciudad de Cuernavaca. Recargados en autos estacionados en frente del Jardín Juárez o el kiosco, divisaban  pasar a las mujeres, mujeres “gringas” que venían a Cuernavaca a los cursos de verano y gustaban mucho de pasear por el centro de la ciudad y en donde más de un mexicano (cuernavaquense)  les lanzaba  piropos  y trataban de conquistarlas. Muchos sí lo lograban y se hacían novios por una corta temporada.

Ya como novios, (que en esos momentos, sin conocerse, se “enamoraban”) se iban a meter a las disco Teques  que había alrededor del centro de Cuernavaca. Aunque muchos “conquistadores”no hablaban inglés, para las mujeres norteamericanos eso no importaba, pues como ellas venían a los cursos de verano  a aprender español y practicarlos, eso les servía para también conquistar muchachos de Cuernavaca.

Al ver la cantidad de “gringos” que llegaban a Cuernavaca, muchas personas  se dedicaron a rentar departamentos para extranjeros, especialmente mujeres. Muchos nativos de  Cuernavaca que tenían propiedades rentaban recámaras amuebladas con todos los servicios, es decir hasta con comedor, lo importante es y era captar los dólares que las norteamericanas  traían y ese era un gran negocio.

Las escuelas abrieron  clases de español y muchas personas se convirtieron en profesores  de los “gringos” y ganaban sus dólares. Otros más, se llevaban a los “gringos” (hombres y mujeres) a sus casas. El chiste era brindarles hospedaje con su respectivo pago. Por las tardes noches, se trasladaban al centro de Cuernavaca para ser “conquistada” por los inquietos mexicanos que  diariamente se daban cita para ver pasar a las “gringas y conquistarlas. Está acción duró por varios  años e incluso, algunas parejas  lograron casarse y formar familias convertidas en México Estadounidenses.  Hoy en día, esa práctica de conquistar  mujeres “gabachas” quedó atrás porque ni a los nativos de Cuernavaca les interesa y a las mujeres extranjeras tampoco ser novios.

Debido a la inseguridad que hay en Morelos, especialmente en los poblados y colonias de Cuernavaca, el turismo extranjero dejo de venir y una que otra caravana se dejaba ver. Hoy nos visitan un poco más y se puede ver a extranjeros (hombres, mujeres y niños) recorrer algunos centros de atracción turística, como la Catedral de Cuernavaca, el antiguo Palacio de Cortés, entre otros.

En la ciudad de Cuernavaca, hay diversos guías de  turistas,  porque nuestra ciudad encierra mucha historia y una de ellas es la esquina de la calle de Lerdo de Tejada y de Matamoros la ocupaba un gran  edificio que fue sede de la compañía Wells Fargo y también almacén de abarrotes de don José Díaz, conocido comerciante español, cuya numerosa descendencia aún vive en la ciudad. Hoy es la casa matriz en Morelos del Banco de Comercio, que por cierto, ese banco fue cerrado hace  no mucho tiempo y ahora el local tiene un letrero de se renta. El almacén era una casona de doble piso, en la planta alta con cuatro ventanas y un enorme letrero que decía  “José Díaz” almacén de abarrotes y depósito de azúcar y aguardiente. En la parte de afuera, sobre la calle aún se puede apreciar parte de la vía del tren que en esa época pasaba por el lugar.

En el costado norte del Jardín Juárez se encuentra la muy antigua casa conocida aún como Vellavista. fue desde principios del siglo pasado de la distinguida familia Pérez Palacios. Sus arcos son coloniales, que aunque revestidos de cantera en los años treinta o cuarenta, son los únicos portales genuinos que le quedan a nuestra ciudad.

Un misterio  era la casita de madera que se veía a un costado del edificio Bellavista, ya que  posteriormente fue usada para alojar los transformadores de la luz eléctrica, y en otra fotografía de principios de los treinta desaparece por completo y en los años cuarenta y cinco reaparece como caseta del teléfono del sitio de automóviles “Unión”, ¿Pero en estos muy primeros años del siglo, qué sería?, pues además, o es la misma caseta, o había otra frente a la tienda La Luz del Día cuando estaba en la esquina noroeste del Mercado  Colón, antes de 1910..

En la foto que tenemos enfrente, se ve el edificio en cuestión; de dos plantas y sus arcos. En el frente se aprecia una esquina del Jardín Juárez con algunas bancas de fierro instaladas a la orilla de dicho jardín, así como varios árboles frondosos y atrás de éstos el tranvía de mulitas en su recorrido de regreso a la estación.

Cabe destacar que si algunos historiados de nuestra ciudad no está de acuerdo a la narración de lo anterior, tiene el derecho de réplica,  y si nos puede enriquecer con sus comentarios, pues adelante: Solo pretendemos dar a conocer a nuestros lectores la riqueza histórica del “Cuernavaca de mis Recuerdos”.

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