- BRINDAN RESTAURANTES DE CUERNAVACA UN PÉSIMO
- SERVICIO: DAN MUY CARO Y CARECEN DE HIGIENE>>
AURORA ALBAVERA SOTELO>>
- *.- Es un Verdadero Asalto en Despoblado>>
- *.- CANIRAC Debe Exhortar a que den Más barato>>
- *.- Algunos Restaurantes no Cuentan con Baño>>s
- *.- Ya no Hay Capacitación a Meseros y Meseras>>
- *.- Corren al poco Turismo que Llega a Cuernavaca>>
“Es un verdadero asalto en despoblado”, afirmaron algunas personas que visitaron el Centro Histórico de la Ciudad de Cuernavaca, quienes aseguran haber entrado algún restaurant del centro en donde, prácticamente les quitan el dinero y les dan una patada, amén de que dan un pésimo servicio los y las meseras y los baños son una asquerosidad, por lo que deben de intervenir la Secretaría Municipal de Salud, así como la CANIRAC y la Procuraduría Federal del Consumidor.
El Diario Digital “ Mundo Magazzine” tuvo la oportunidad de entrevistar algunas personas tanto nacionales como extranjeras que vinieron de visita a la ciudad de Cuernavaca y sin más ni más se quejaron de los altos costos: “quizá porque nos vieron cara de turistas”, argumentaron, pero apuntaron que un café tiene un costo de 38 pesos; asimismo, dijeron que se les ocurrió pedir una cubeta de cerveza, con un costo de 75 pesos por las “ampolletas” y solo traen 4; y parece increíble, pero un mollete tiene un costo de 90 pesos, cuando es un bolillo partido a la mitad con embarrada de frijoles y pico de gallo.
Afirmaron los entrevistados que la CANIRAC de be exhortar a sus agremiados, pues con esta actitud y los precios muy elevados, lo único que consiguen es que el turismo se valla a otros lugares y jamás regresen a Cuernavaca y lo que es peor, jamás recomiendan a la ciudad de Cuernavaca como una ciudad de descanso.
De igual forma se quejaron de que los meseros y meseras traen las uñar largas y un o que otro hasta mugrosas; el pelo suelto y sin red en el pelo las mujeres, con un aspecto de perdona vidas, por lo que dicen, es urgente la intervención de la Secretaría de Salud Municipal, no solo para exigir limpieza con los y las meseras, sino también para exigir que los baños estén limpios.
Asimismo, exigieron la intervención de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), para que vigile la no alteración de los precios, porque un platillo de chilaquiles cuesta hasta 70 pesos, lleva guarción de frijoles y totopos. Los huevos al gusto tienen un costo de 50 y hasta 60 pesos. El jugo de naranja o verde tiene un costo de 40 a 45 pesos, entre otras cosas, lo que representa un robo en despoblado, aseguraron.
Finalmente manifestaron que “tal parece que los dueños restauranteros quieren sacar el pago de personal y la renta de su local con alguna incauta familia que llega a sus locales a consumir alimentos y que no se les ocurra pedir cerveza o bebidas embotelladas, porque entonces el precio se eleva casi al 200 por ciento.