ENCUESTAS Y COSTOS>>

PERIODISTA GERARDO FERNANDEZ CASANOVA>>

ENCUESTAS Y COSTOS>>

Gerardo Fernández Casanova>>

En política, las encuestas sirven para muchas cosas, la mayoría de ellas contrarias al anhelo por vivir en una democracia efectiva. La peor de las utilidades de dichos instrumentos es la de averiguar que quiere la gente que le digan y le ofrezcan, de manera de ajustar en tal sentido el discurso político, lo cual constituye una perversión del oficio puesto que lleva implícita la posibilidad de no cumplir lo ofrecido. Esta debiera ser la real definición del “populismo”, no lo que la tecnocracia pretende endilgar a quienes colocan al pueblo como fin y razón de ser de la democracia.

Otra faceta perniciosa de las encuestas es la de servir de instrumento para la definición de candidaturas dentro de los partidos, especialmente en aquellos que carecen de una cultura de representación y debate. Es el muy lamentable caso de MORENA donde también se emplea para disfrazar la decisión superior. En el caso ha resultado eficaz por su aún inacabada estructuración orgánica, de manera que, en términos generales, el partido pudo transitar el siempre riesgoso proceso de selección sin tropiezos mayores (no en Morelos, por cierto).

Las encuestas formales para determinar las preferencias de los electores respecto de los candidatos en competencia, sirven más para satisfacer la curiosidad, en ocasiones morbosa, de parte del electorado, muy lejos del afán de crear una mejor cultura política. Con frecuencia han sido instrumento para la manipulación de resultados de las urnas. En resumen, no soy dado a fiarme de las encuestas, aunque debo reconocer, no sin cierta vergüenza por lo contradictorio, que en este proceso las preferencias muestran una gran ventaja de AMLO, respecto de sus adversarios y, por tanto, le doy o quiero darle toda la credibilidad.

No obstante la muy grande ventaja de la alternativa del cambio, no hay que anticipar vísperas. El tamaño del poder económico que por ningún motivo quiere aceptar dicha alternativa es enorme y todavía quedan 30 días para que muevan cielo, mar y tierra para imponerse, a como dé lugar. Empresarios obtusos que creen que, además de la fuerza de trabajo, compran la conciencia de los trabajadores a su servicio. Campañas siniestras de criminalización de la política, al estilo de lo que sucede con Néstora Salgado y con Gómez Urrutia. Chantaje de retiro de capitales y manipulación de la divisa. Compra masiva de votos y de operadores electorales para hacer fraude. Campañas de terror. Y muchas otras más que no son simples amenazas, sino actos concretos y conocidos. Es mucho el interés y es mucho el dinero que está en juego.

Lo importante hasta ahora ha sido la suma de voluntades, aún a costa de la vieja profilaxis política de AMLO. Hoy lo importante es fortalecer la base social de apoyo y defensa del voto, no sólo para la jornada del 1 de julio, sino especialmente para los seis años que siguen. La lucha no terminará en esa fecha; no desde luego para quienes ven afectados sus privilegios e intereses, pero mucho menos para quienes estamos decididos a que impere en México la libertad y la justicia, con paz y dignidad, que nos permita construir un país satisfactorio para todos, sin atropellos pero sin claudicaciones. El mayor apoyo que podremos ofrecerle a López Obrador será el de exigirle el cumplimiento de las expectativas, en términos de contrarrestar las presiones a que se verá sujeto y a los candados que tienen atada la economía.

Correo electrónico: gerdez777@gmail.com

www.morelosmagazzine.com

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