Martín Pérez>>
DESAHUCIADOS LOS SERVICIOS DE SALUD EN MORELOS
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM), Jorge Arturo Olivarez Brito, se ha hecho de la vista gorda en un asunto que no es menor y que representa un atentado a los derechos humanos de cientos de personas que acuden a recibir atención a los Servicios de Salud de Morelos (SSM).
Por cierto para quién cuestione cómo escribí Olivarez, pues este columnista les aclara que así se encuentra en su acta de nacimiento.
A partir del mes de enero del presente año, se agravó la situación en los SSM, con la escasez de medicamentos e insumos, a grado tal que los familiares de los pacientes tienen que comprar precisamente los medicamentos e insumos o de lo contrario las cirugías son pospuestas para otra fecha en el hospital general de Cuernavaca “Dr. José G. Parres”. Hay que recordar que los SSM atienden a la población afiliada al Seguro Popular y a los que no cuentan con IMSS o ISSSTE, o sea a la gente de más escasos recursos económicos y que carecen de seguridad social. Para este sector de la población es muy difícil decidir sí van a comer o a comprar los medicamentos para la cirugía de su familiar más cercano.
Aquí surge una duda: ¿la empresa DISUR, encargada de surtir los medicamentos, es la que está fallando o es el gobierno del estado es el que no le ha pagado?, no hay de otra.
DISUR es propiedad de Víctor Sánchez Ayala, quien también es propietario del equipo de fútbol Zacatepec de primera división A.
De acuerdo con el periódico El Financiero, en una nota de Héctor Gutiérrez, de febrero del 2016, detalla lo siguiente: “Pero no sólo fue esa compra a precios elevados la forma en que Graco Ramírez benefició a Disur. De acuerdo con Javier Bolaños, diputado federal del PAN, ‘la Secretaría de Salud federal invitó a los gobiernos de los estados a participar en una compra consolidada de productos farmacéuticos con la finalidad de ahorrar una importante cantidad de dinero y beneficiar así a la población del país; Graco Ramírez no quiso participar porque ya había firmado un contrato de exclusividad con Disur como su único proveedor…’.”
Jorge Arturo Olivarez no le ha entrado al toro por los cuernos, pese a ser una cuestión tan evidente.
El hospital general de Cuernavaca dejó de ser suficiente desde hace tiempo y el servicio que ofrecen es muy malo. Los pacientes son atendidos hasta en el piso, a los que bien les va les ofrecen una silla en el pasillo y son privilegiados los que alcanzan una camilla. Pero el presidente de la CDHEM no ha acudido al lugar ni por equivocación, tal vez porque no ha tenido necesidad de visitar ahí a algún amigo o pariente.
El pasado cinco de abril, unos 150 habitantes de Tlaquiltenango, encabezados por el alcalde de esa localidad, Héctor Alonso Plascencia, tomaron las instalaciones de la Jurisdicción Sanitaria número 2 con sede en Jojutla, para protestar por la falta de medicamentos e insumos en los SSM, además de la mala atención a los pacientes, dado el cierre del Centro de Salud de la comunidad de Ajuchitlán. A la fecha, esas oficinas se encuentran tomadas.
Héctor Alonso denunciaba que ya no iban a firmar minutas, ni acuerdos con la directora de la Jurisdicción Sanitaria número 2, porque ya las han firmado en el pasado y no cumplen.
Ese mismo día, el gobierno del estado emitió el siguiente comunicado, va textual:
Ante el incidente suscitado en las instalaciones de la Jurisdicción Sanitaria No. II, ubicada en el municipio de Jojutla, Servicios de Salud de Morelos (SSM) precisa:
1. Garantizar a los usuarios su derecho a la salud es nuestro principal objetivo, por lo que en ningún momento se ha dejado de brindar atención a la población de Ajuchitlán, municipio de Tlaquiltenango.
2. En 2016, hechos de violencia se registraron en Tlaquiltenango por lo que la Jurisdicción Sanitaria No. II decidió reubicar al personal becario del Centro de Salud de forma temporal hasta que el municipio garantizara su seguridad.
3.El municipio sólo dispuso un vigilante extra durante tres meses, ya que suspendió su labor en julio de 2016.
4.Con el objetivo de salvaguardar al personal sin desatender la salud de la localidad, SSM acordó enviar a un médico itinerante una vez a la semana; se capacitó a tres personas para la aplicación de faboterápico, ya que uno de los principales padecimientos en la localidad, es la picadura de alacrán. Además, los Centros de Salud de Huautla y Quimula están a disposición de la población.
5. El Centro de Salud de Ajuchitlán cuenta con un abasto del 90 por ciento en medicamentos y material de curación.
6. Es importante señalar que en Ajuchitlán se buscó promover a pasantes adscritos a SSM para que ejercieran en la plaza de médico, sin embargo, no hubo éxito; los sucesos de violencia acontecidos en la región dificultan la contratación.
7. SSM lamenta lo ocurrido esta mañana en las instalaciones de la Jurisdicción Sanitaria No. II, y la desinformación que se ha generado respecto a la situación actual de la unidad.
8. Finalmente, invita a priorizar y mantener un diálogo abierto, respetuoso y siempre a favor de los habitantes de la localidad de Ajuchitlán.
Hasta aquí la información oficial
Como usted puede leer entre líneas en este comunicado se deduce lo siguiente: SSM acordó enviar a un médico itinerante una vez a la semana, luego de los hechos de violencia que sacudieron a la población en julio de 2016 y que a las personas se les atiende en los Centros de Salud de Huautla y Quilamula, que por cierto son comunidades alejadas de los centros urbanos, así que la gente prefiere acudir al hospital regional de Jojutla “Dr. Ernesto Meana San Román”. ¿De qué sirve que existan medicamentos en el Centro de Salud de Ajuchitlán si no hay médicos quienes se los prescriban a los pacientes?
La cuestión es que para que usted pueda recibir la atención de un médico especialista primero tiene que pedir consulta en el Centro de Salud que le corresponde y de ahí lo canalizan al hospital, o sea que para un habitante de la comunidad de Ajuchitlán, resulta mucho muy difícil que sea tratado por un médico especialista, por eso el enojo de los manifestantes encabezados por el alcalde de Tlaquiltenango.
Pero este asunto es sólo una muestra de lo que sucede en los SSM.
El 28 de marzo del 2017, el entonces secretario general del Sindicato Nacional Independiente de la Secretaría de Salud delegación Morelos y quien enfrenta un proceso de inhabilitación, médico Agustín Benítez Toledo, denuncia que vive una persecución laboral por revelar las deficiencias que se registran en el hospital general de Cuernavaca.
Agustín Benítez detalla que la secretaria de Salud del estado, Patricia Mora González, busca despedirlo al levantarle actas administrativas por supuestas ausencias en su lugar de trabajo.
Mostró fotografías en donde se observa cómo se trabaja sin jeringas y agujas.
Por medio de su cuenta personal de facebook, Agustín Benitez Toledo ha dado a conocer fotografías del interior del hospital general de Cuernavaca en donde se observa a los pacientes en el piso y los baños en mal estado y sucios.
En el portal del diario El Sol de Cuernavaca, de fecha 12 de marzo del 2017, se consigna la siguiente información, va textual:
Crisis de medicamentos y personal en el “San Román”
La crisis de fármacos e incluso de especialistas que enfrenta el Hospital Regional “Ernesto Meana San Román”, de Jojutla, ha rebasado la tolerancia de familiares de pacientes, los cuales advirtieron que no hay ni material básico para atender a los enfermos, y mucho menos medicamento especializado.
En su visita a Jojutla, el diputado de la comisión de Salud en el Congreso local, Víctor Manuel Caballero Solano, atribuyó el severo problema de falta de medicamentos en los nosocomios del estado, al recorte de presupuesto al sector salud, el cual podría ser de 85 millones para este año; sin embargo, aseguró que en breve se resolverá dicha situación.
Luego de afirmar que no cuenta con las cifras exactas de este desabasto, detalló que una nueva empresa atenderá el suministro, por lo que aseveró que espera que los medicamentos no tarden en ser surtidos. Además, dijo que habrá un análisis acerca de la falta de personal que impera en dicho sanatorio.
Asimismo, precisó que en la comparecencia de Ángela Patricia Mora, secretaria de Salud, se habló de un límite presupuestal y de la disminución de 85 millones de pesos al financiamiento para este año, y reconoció la carencia de medicinas en los hospitales de la entidad. Por esta razón Caballero Solano indicó que se llevarán a cabo visitas a los mismos para determinar las razones de este déficit; no obstante, insistió en que confía en que este tema se solucione con la entrada de la nueva compañía abastecedora.
Hasta aquí la información del Sol de Cuernavaca.
Como usted se dará cuenta, el presidente de la Comisión de Salud del Congreso local, diputado Víctor Manuel Caballero Solano, reconoce la carencia de medicamentos en los hospitales, que una empresa diferente a DISUR será la encargada de surtirlo, pero no da a conocer el nombre de la nueva empresa, y el desabasto lo atribuye a una disminución de 85 millones de pesos al presupuesto para el presente año de los SSM.
Otro punto importante, es conocer a fondo los motivos por los cuales ya no fue ratificado el contrato con la empresa DISUR y saber sí hubo una licitación pública nacional para la nueva compra de medicamentos.
La sociedad requiere de un personaje que se ponga de su lado y que luche en defensa del derecho humano más preciado que es la salud, pero en este caso el presidente de la CDHEM, Jorge Arturo Olivarez Brito, ya dejó en claro, por sus hechos, que él no será esa personaje y que no se mete, ni se meterá en defensa de los que menos tienen y que requieren de una buena atención médica.
Por cierto, que el presidente de la CDHEM se ha enfrascado en promover controversias constitucionales, las cuales han sido rechazadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, precisamente por no sustentar debidamente la violación a los derechos humanos, según detalla el presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso local, diputado Francisco Santillán Arredondo.
El representante popular del Partido Nueva Alianza acusa de que Jorge Arturo Olivarez ha tratado de jalar reflectores al “sentirse” en peligro de ser destituido por el Congreso del estado, cuestión que desmintió el legislador local.